CAPITULO 9

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Alan llevaba ya un par de horas despierto y desde entonces, no pudo dejar de mirarla, Sara estaba acostada sobre su brazo, estaba abrazada él mientras él aferraba su mano libre a su pequeña cintura, la otra, al estar aprisionada por su cabeza, no podía hacer más que darle pequeñas caricias en su cabello o sus hombros, pero en aquel momento, su hermosa compañera parecía un ángel, el más perfecto y hermoso del cielo y la tierra, no entendía cómo es que ese maldito imbécil se atrevió a dañarla, ella era inocente, dulce, amable, si tan solo encontrara la forma de descubrir saber su nombre, algo que lo ayudara a dar con él, lo acabaría a golpes sin problema alguno.

Con su mano, empezó a acariciar su espalda desnuda, justo por encima de su cicatriz, si ella le diera la oportunidad, borraría todo su dolo y su tristeza con sus besos y sus caricias, le mostraría como es que se trata a una mujer, como es que la puede llevar al cielo, a las estrellas, a la luna si es lo que desea, cualquiera sería capaz de todo por ella.

Su mirada voló hasta sus labios, eran tentadores, pecaminosos, por lo que pronto se vio rozando sus labios con los de ella; dejaba castos y pequeños besos sobre sus labios cuando Sara despertó, al principio un poco confundida por el lugar y lo que estaba sucediendo, pero al recordar en donde estaba y con quien, sonrió y acerco un poco más a él, se sentía muy cómoda entre sus brazos, sorprendentemente, disfrutaba mucho estando allí, aunque debía admitir que su mano empezaba a navegar territorio prohibido, lo que la ponía nerviosa.

-No deberías despertarme así –susurro entre besos y risas, tal vez lo mejor sería irse, debía llamar a Scarlett para continuar con los detalles de la boda, además de reservar el vuelo a Paris, faltaba mes de una semana para la boda, su amiga estaba a punto de enloquecer si no la tenía a su lado, por lo que intentaría viajar esa misma noche si era posible, o a mas tardas, mañana.

De hecho, creo que es la mejor manera en que lo puedo hacer.

-Se supone que solo dormíamos abrazados por el frio de la noche, ya amaneció y hace calor, tal vez deberías soltarme, solo digo una pequeña opinión –aunque siendo sincera, era lo que menos quería, de hecho, era ella la que buscaba la forma de estar más y más cerca de él, por lo que Alan no pudo evitar soltar una carcajada al escucharlo, si prácticamente era Sara la que lo tenía prisionero aun cuando la cama era bastante grande y bien podían haber dormido sin siquiera llegar a tocarse.

-Perdóname, es que no soportaba la tentación de tener al lado a una mujer tan hermosa, encantado me quedaba aquí contigo todo el día, y hasta más, pero lastimosamente, me están esperando, tengo turno en el hospital, ¿Podemos vernos en la noche? –ella se puso de pie, tomaría su ropa y se iría directo a casa, su madre debía estar esperándola.

-Lo lamento, pero no, intentare viajar a Paris en la noche, Scarlett no ha terminado de escoger los vestidos de las damas porque quiere saber mi opinión y no queda mucho tiempo, no alcanzaran a confeccionarlo si no elegimos a mas tardar, en dos días –recogió su cabello en una moña alta y suspiro, estaba pensando seriamente en cortarlo pero la verdad es que siempre le encanto tener el cabello largo, solo que arreglarlo era un problema, las ondas naturales que se le suelen formar eran difíciles de organizar.

-Yo viajo en tres o cuatro días, en cuanto deje todo listo en el hospital, tal vez podamos vernos allí, antes o después de la boda –Sara lo miro y le dedico una pequeña y sincera sonrisa, no se creía capaz de asistir a un encuentro con él, la valentía no solía durarle tanto tiempo, eso sin contar que no se sentía lista para coquetear o estar con otro hombre, por lo que era poco probable que vuelva a acercarse más de lo debido.

-Tal vez –respondió, estiro su cuerpo y entro al baño, le encantaría darse un buen baño de agua caliente, pero no quería abusar de su amabilidad y hospitalidad, por lo que tuvo que conformarse con lavar su cara y pasar una toalla húmeda por su cuello, cuando llegue a casa tendrá su sesión de belleza completa.

Huyendo del amor - CAPITULOS DE MUESTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora