—Cobarde —se burló Mila.
—No soy un cobarde.
—Estás enamorado de Otabek desde que él tiene diez años, lo que es algo perturbador teniendo en cuenta que viviste hace más de cincuenta años y él no había llegado a la pubertad.
Mila y Yuri estaban en la cama de Otabek, el kazajo estaba estudiando.
—El gatito está asustado.
— ¡No estoy asustado, maldito Viejo!, mejor ve a hacer cosas asquerosas con el Cerdo.
—Tú quieres hacer eso con Otabek.
Yuri se levantó de la cama y se abalanzó sobre Viktor, ambos atravesaron el suelo y rodaron sobre el suelo del primer piso, Viktor reía mientras Yuri lo agitaba.
— ¡Maldito Viejo asqueroso!
La puerta de entrada se abrió y Otabek se encontró con Viktor en el suelo y Yuri sujetando el cuello del fantasma mayor y la mano en un puño levantada contra la cara de Viktor.
Al ver la mueca molesta de Otabek, Yuri se levantó, el rubio miró al piso y movió sus piernas con nerviosismo, sus brillantes ojos suplicantes observaron a Otabek, el kazajo se colocó los auriculares y pasó frente a Yuri como si no existiera.
Quizás fue mala idea allanar la cama del kazajo, cuando despertó Otabek le dedicaba miradas entre furiosas e incómodas, Yuri rogó para que no hubieran compartido el sueño sobre el General Leroy, el primer amor de Yuri y el abuelo de JJ, Yuri había investigado lo último.
Otabek subió a su habitación y bajó al cabo de unos minutos, se había cambiado el uniforme del colegio por ropa de calle, ignoró a los fantasmas que lo observaban y salió.
Otabek fue a la casa de JJ, el canadiense estaba tocando la guitarra en su habitación, los ojos grises entrecerrados eran los mismos que tenía el General Leroy cuando cortaba el cabello de Yuri.
—Otabek, que bien que has venido, ¿Sabes dónde puedo conseguir unos esqueletos?
—Mis padres buscan fantasmas, no esqueletos.
—Son parecidos, ambos están muertos.
Otabek le dedicó una mirada fría a su amigo y se sentó a su lado, JJ le pasó la guitarra y se levantó para ir a buscar algo, la madre de JJ, Natalie Leroy, entró en la habitación con un enorme plato de galletas.
—Espero que las disfrutes, Otabek.
—Señora Leroy, ¿Ustedes siempre han vivido en Canadá?
—Por mi parte, mi familia llegó con los colonos franceses a Canadá, pero por los Leroy —La mujer apoyó un dedo sobre su barbilla y la golpeó ligeramente, abrió los ojos y se acercó a la mesa de noche de JJ, sacó un álbum y se lo pasó a Otabek—, la familia Leroy eran colonos ingleses, vivieron en Canadá por varias generaciones, pero a principios del siglo XX se mudaron a Rusia, el abuelo de JJ fue General del Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial, cuando acabó la guerra regresó a Canadá, se casó, nació Allan y luego JJ —La señora Leroy abrió el álbum en las últimas páginas—. Aquí está el abuelo unos días antes de morir, cuando era joven el abuelo era idéntico a JJ... Incluso tienen el mismo nombre: Jean Jaques Leroy.
Otabek abrió el libro al principio, allí estaba una foto a blanco y negro del General Leroy, la misma sonrisa de JJ, los mismos ojos grises, el mismo corte. Esa foto probaba que el sueño que tuvo era real.
Otabek guardó el álbum cuando JJ regresaba, el canadiense tomó su guitarra y practicó algunos acordes.
— ¿Cómo está tu cabeza?
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Ghost in love
FanfictionOtabek podría considerase un chico normal: iba a fiestas, mentía a sus padres, pasaba horas jugando con una consola. Otabek era normal si omitíamos el hecho de que tenía la habilidad de ver e interactuar con los fantasmas. Yuri era un excelente bail...