Episodio 26 - Lágrimas

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Llegué a la habitación y la escena fue simplemente inaudita. Joel estaba acostado boca abajo en un lado de su enorme cama, pude notar que estaba desnudo porque la sabana alcanzaba a tapar parte de su cuerpo y su trasero, a su lado se encontraban dos mujeres durmiendo y abrazándose, una estaba en ropa interior, otra estaba completamente desnuda y pude ver a una tercera acostada en el sofá de la habitación de Joel aún con su panti puesta.

No puedo creerlo, me hervía la sangre de tan solo verlo o imaginarlo...

AL: -Señorita le pido de la manera más atenta que se retire ahora mismo.-

Emilia: -Largo, necesito hablar con él en privado.-

AL: -Señorita...-

Emilia: -¡DIJE LARGOOOO!-

Las mujeres despertaron algo confundidas pero sin hacerme mucho caso, pude ver que Joel comenzaba a despertarse.

Emilia: -Les dije largo ¡AHORA!-

Ellas se levantaron y comencé a hacer un chasquido con mis dedos para que se apuraran. Joel se acomodó en su cama mientras ellas le hacían una señal con la mano para que les llamara y le mandaban besos, el simplemente les sonreía.

Todos por fin salieron de la habitación, dejándonos solamente a Joel y a mi, cerré la puerta y me dirigí a abrir las cortinas de su habitación, esto le molestó bastante por lo que pude notar que tenía una fuerte resaca.

Joel: -¡¿Te volviste loca?!-

Emilia: -¿Qué diablos te pasa Joel? ¿Qué crees que estás haciendo?-

Joel: -Déjame en paz Emilia.-

Emilia: -¿Por qué te comportas así?-

Joel: -Me comportó como me da la gana, cómo debí comportarme desde un principio.-

Emilia: -¿Cómo? ¿Cómo un idiota? Comprendo que sigas enojado con Lizy, con Sebastián o con tus padres, pero pensé que todo eso ya lo habías superado el año pasado, pensé que habías madurado...-

Joel: -¿Madurado? ¿Qué? ¿Tú crees que esto es por Lizy, o tu hermano, o mis padres?-

Joel comenzó a reírse cómo si hubiera dicho algo demasiado gracioso, se levantó de su cama, enredó la sabana en su cintura y se acercó a mi. 

¡¿En qué momento su cuerpo había sido hecho por Dioses?! Todo estaba muy bien marcado ¿En qué estoy pensando?

Joel: -No tienes ni idea.-

Tomó una botella de licor que estaba en la mesa junto a nosotros y sirvió una gran cantidad en un vaso, bebió hasta el fondo y siguió, parecía tan patético.

Joel: -Sabes, cuando te fuiste a tener... a disfrutar de tus vacaciones de año nuevo, pensé mucho en lo que había pasado entre nosotros.-

Emilia: -¿A qué te refieres?-

Joel caminó hasta quedar frente a mi, al grado que nuestras respiraciones chocaban.

Joel: -Al beso Emm, niégame que no sentiste absolutamente nada.-

Oh por Dios, estaba demasiado cerca de mi, sus labios estaban cerca de los míos, mi corazón iba a mil por hora, las manos me sudaban, mis piernas temblaban, cómo es que con el simple hecho de tenerlo cerca me pone tan mal. 

Emilia: -Todo... todo este tiempo he tratado... he tratado de hablar contigo sobre eso.- 

Joel:  -¿Y decirme qué? Que fue un error, que no sabes qué pasó, que me lo aclaraste desde el principio, que tú y yo solamente seríamos buenos amigos y que no quieres arruinar nuestra bella amistad.- 

Lo dijo casi gritando, sus ojos estaban completamente fijos en los míos. Sin darme cuenta, derramé una lágrima, no sabía lo que me pasaba, me sentía tan impotente. 

Él se separó lentamente y volvió a dirigirse a la mesa con la botella.

Joel: -Bien..., ya lo dije, no te molestes por aclarar nada, te lo dije esa vez, no pienso comportarme como tú novio, así que... ¿Por qué no te vas con tu alíen de élite perfecta y me dejas en paz?-

Emilia:  -Pues lo haces, te comportas igual, no, peor, eres más inmaduro que él y todo esto ya me canso. Yo sólo quería..., quería... yo quería ser tu amiga.-

Dejó el vaso en la mesa y me miró de una forma que provocó que mi piel se erizara, se veía enojado pero no tenía miedo cómo para salir corriendo. Estaba nerviosa y lloraba de la frustración por no entender que me sucedía.

Joel: -¿Cuándo lo vas a entender Emilia? ¡YO NO QUIERO SER TU AMIGO! Lo intenté, Dios sabe que lo intenté, me mantuve al margen porque si no podía ser tu novio, al menos te tendría cerca de mi, poder sentir tu calor cuando eres gentil con el mundo aunque no lo merezca, disfrutar tu sonrisa por tan insignificante que sea la vida, oler tu fragancia cada que el viento soplaba y alocaba tu cabello, mirar tus ojos que me vuelven loco...-

Se acercó, tomó mi rostro entre sus manos y me besó, sus labios tenían sabor a licor, a diferencia del primer beso, está vez me estaba lastimando, aparté sus manos y trate de darle una bofetada, pero me detuvo. 

Lo miraba intrigada, me daba curiosidad saber que pensamientos recorrían su mente en ese momento, su mirada pasó de ser intimidante a ser triste, así que sin pensarlo, tomé su rostro entre mis manos y lo besé, no quería detenerme y él tampoco, mis manos bajaron a su cuello y él me tomo de la cintura, caminamos hasta quedar al borde de su cama, él me empujó y caí sobre mis codos en su cama, no podía dejar de apreciarlo, era perfecto, se puso encima de mi y comenzó a mover su cuerpo, rozaba su pene cerca de mi, me besaba todo el cuello, no pude evitar soltar unos pequeños gemidos por eso.

Pero entonces lo detuve, él se levantó de golpe con una mirada confundida.

Joel: -No importa que haga, tú siempre lo vas a elegir a él ¡MALDITA SEA! ¡¿POR QUÉ?!

Joel derramo un par de lágrimas, escondiendo su cara en mi cuello, mi corazón se partía en mil pedazos al verlo así, pero fue en ese momento en el que entendí que debía parar esto antes de que llegara al punto en el que solamente quedara arrepentirme, tenía que solucionarlo y todo estaba en mis manos. 

AMOR CIEGO - Sex & CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora