AMOR CIEGO - Sex & Crush

Episodio 29 - Él y yo

Emilia: -Estoy preocupada y eres un idiota. Te reproche varias cosas y lo único en lo que pudiste enfocarte fue en sí estoy celosa.-

Joel: -Solamente quiero que lo confirmes, es evidente que no te gusta que me acueste con otras y que...-

Emilia: -¡Cállate! Es evidente que cómo mi..., cómo mi mejor amigo, cómo una persona que me importa, me preocupas, me preocupa que está faceta te dure más tiempo y termines por arruinar tú vida, en cuanto al sexo con otras chicas, no, no estoy celosa, estoy furiosa ¿has pensado en si las dejas embarazadas o en contraer una infección?, supongo que no, vaya machito me vine a topar; ¿crees que bebiendo alcohol o fumando porquerías se solucionaran tus problemas? creo que sabes perfectamente que no, y para mi, solamente quieres llamar la atención, no creo que tengas un problema verdaderamente delicado para escudarte en las drogas o sustancias nocivas, incluso esas personas saben que necesitan ayuda; en cuanto a faltar tanto a clases ¿de verdad vas a dejar que tu futuro se vaya por el drenaje solamente porque las cosas no salen como tú quieres? pensé que eras más maduro que esto, pensé... me doy cuenta que no has cambiado nada, eres el mismo desde el día que trataste de convencer a todos, de convencerte a ti de que no te podía gustar alguien cómo yo, preferiste mil veces más encajar en tú circulo de amigos que defender lo que sientes, pero... supongo que es parte de la adolescencia. Por último, sabías perfectamente que estaba en una relación y preferiste seguir con tus impulsos, te dije desde un principio que solamente te podía ofrecer una amistad y lo aceptaste, estaba muy segura de lo que sentía por Thiago hasta que me besaste, incluso decidí largarme, alejarme de ti e irme de vacaciones antes que volver a verte y seguir a mis impulsos, cuando por fin me armé de valor y creí que podía hablarlo, aclararlo junto contigo te alejaste de mi, simplemente preferiste comportarte como si entre tú y yo no pasara nada-.

Joel: -Al irte con él me dejaste claro que no sentías lo mismo por mi.-

Emilia: -¿Quién te crees para pensar o sentir por mi?-

Joel: -Dime qué hubiera cambiado ¿eh? ¿de haber "hablado" algo sería diferente? No solamente yo tengo la culpa en todo esto, tú decidiste seguir con tú relación, largarte y escapar, tú preferiste huir antes de aclarar las cosas, tú hiciste que esto creciera Emm.-

Emm: -Me fui porque consideré que no era la gran cosa y que el beso solamente había sido un arrebato de tú parte y de mi parte, un simple error.-

Joel: -¿Un simple error? Y si esto no es la gran cosa entonces ¿porqué estas aquí? ¿porqué insistes en aclarar algo que evidentemente ya está claro? Solamente yo te amo y tú amas a Thiago, por eso me alejé.-

Emilia: -Lo siento... yo... yo... de haber hablado desde antes, tú y yo... no estaríamos en está situación, yo hubiera dejado... nosotros... nosotros...-

Joel: -¿Qué?-

Emilia: -Tal vez nosotros... nosotros a estás alturas seríamos más que amigos.-

Me puse en frente de él, nos miramos a los ojos, puse mis manos en su pecho, sentía su respiración y poco a poco subí mis manos desde su pecho hasta su cuello, me levanté en la punta de mis pies y lo besé.

El beso cada vez se hacía más placentero Joel puso sus manos en mi espalda, para ir bajando poco a poco hasta llegar a mi trasero, me cargó y me llevó directamente a la cama, mientras estaba encima de mi seguíamos basándonos, le saqué su camisa y pase mis manos por su abdomen muy bien trabajado, decidí que debía tener el control y me puse sobre él, empecé a mover mis caderas sobre su miembro y pude notar cómo se volvía loco.

Joel puso sus manos en mi cadera y fue levantando mi blusa, se detuvo por un momento en mis pechos y los acarició suavemente, después se deshizo de mi blusa y sin perder más tiempo también retiró mi sostén, mis senos quedaron libres y yo los hacía saltar para que él los disfrutara, si esto está mal, porqué me siento peculiarmente bien, Joel mordía su labio inferior, decidí que era mi turno de quitarle una prenda, fue entonces cuando bajé lentamente su pantalón junto con su bóxer.

Pude apreciar su gran miembro y comencé a acariciarlo, de inmediato se puso duro y no pude evitar besarlo, Joel se volvía loco, esto no se compara, no había sentido esto, simplemente no tiene comparación, el simple hecho de verlo así me éxito, lo metí en mi boca, vi sus ojos parpadear, fue en ese momento que tomé mis senos y puse en medio su pene, subía y bajaba mis senos para masturbarlo, Joel gemía y eso me excitaba más y más.

Me tomó y me puso debajo de él, ahora tenía el control, besaba mis senos y pasaba su lengua por mis pezones, se me escaparon varios gemidos. Joel retiró mi falda y pasaba sus dedos por mi vagina aún con mi ropa íntima puesta lo cual hacía que sintiera una corriente eléctrica en mi piel. Él me quitó las bragas y me dio un beso en la vagina, me aferré a las sabanas y gemí sin poder evitarlo, él sonrío y paso su lengua por mi clítoris, estoy en el paraíso. Beso dos de sus dedos y empezó a masajear mi labios vaginales, introdujo sus dos dedos en mi vagina y los movía haciendo que moviera mis caderas exigiendo cada vez más.

Él comprendió que ya era el momento, se acercó a mi y beso mis labios, abrió mis piernas para poder colocar su pene en mi vagina, Joel pasaba su miembro por mi vagina y yo solamente le imploraba con la mirada para que lo metiera. Soltó una singular sonrisa y su pene entró por completo en mi vagina haciendo que mis uñas se clavaran en su espalda, Joel entraba y salía lentamente, sus movimientos eran gloriosos, mientras lo hacía nos besábamos y lentamente aumentaba su ritmo, ambos gemíamos, decíamos nuestros nombres, el placer era extraordinario y no podía soportar ni un minuto más.

Sentí su semen dentro de mi y llegué al orgasmo junto con él, Joel movió unas cuantas veces más su pene dentro de mi antes de sacarlo, gemi cuando por fin lo hizo, por suerte no tenía que preocuparme ya que estaba usando el parche anticonceptivo. Se acostó a mi lado y me tapo con sus sabanas, tomó mi rostro y me dio otro beso.

Joel: -Emm... no miento cuando digo que te amo.-

Sus palabras hicieron que me estremeciera, sentí un cosquilleo en mi abdomen y mis latidos se aceleraron al mil por hora, me sentía tan pequeña y tan grande a la vez. No hay más dudas...

Emilia: -Yo también... Te amo Joel.-

Nos besamos y por un instante no hubo tiempo, ni espacio, la gravedad no me detenía, era él, solamente éramos él y yo.