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XVII: Traición 1/?.
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— Ahora donde se a metido Steve.— Se escucho el susurro apagado salir de los labios carmesi de una femenina.
La cual a pasos acelerador resonaban constantemente sus zapatos de tacon por aquellos pisos de la agrandada estancia donde se encontraba, recorria pasillos; habitaciones hasta oficinas buscando al aludido anteriormente mencionado, le habian encargado hacer firmar unos que otros papeles importamtes de la milicia al ahora capitan Steve Rogers.
Lo único que le alegraba de estar aqui y allá era el poder ver los azulados ojos llenos de encanto del soldado rubio que le robaba sus suspiros acaramelados, después de todo eran pareja.
Su rango de visión captó a un singular peli-negro con rasgos encantadores marcados en su agraciado rostro coqueto, se acerco al mismo con una sonrisa amistosa formada en sus labios. — Howard es bueno verte de nuevo por aquí.— Musito saludando a su viejo amigo el ingeniero.
Al observar a semejante belleza delante de sus ojos sonrió alegremente, para así besar la delicada y tersa mano de la muchacha frente a él.
— Lo mismo digo Natalia te has puesto muchísimo más hermosa de lo que recuerdo.— Formulo Stark guiñando un ojo en el acto seguido de una risa baja.
— Me halagas Stark.— añadio en un tono divertido mientras acomodaba los papeles que se encontraban sobre sus manos.— Por cierto, ¿has visto a Steve?, lo estoy buscando para que firme estos documentos.— Cuestiono arrugando tenuemente su nariz perfilada.
— ¿Rogers?, lo vi en la sala de juntas hace unos minutos, si gustas puedes pasarte por allí a dar un vistazo, pero debes esperar al menos algunos minutos, creo que aun siguen en reunión.— Formulo tranquilamente el ingeniero mientras sus manos divagaban hasta los bolsillos de su pantalón.
— ¿De verdad? Muchas gracias Howard.— Sonrió alegremente dirigiéndose al otro extremo de la estancia donde se encontraban.— Nos vemos luego..
— ¡Aun podemos ir a degustar un Fondue! — Exclamó el muchacho mientras la observaba irse.— ¡Claro si gustas la propuesta seguirá en pie!
La femina logro escuchar aquella propuesta salir de los labios ajenos por lo cual solo negó divertida mientras continuaba su paso hacia las salas de reuniones donde podría encontrar al fin a rubio soldado.
