Noche de chicas

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- Hace mucho que no hacía este tipo de cosas.- comentaba la castaña sentada en la alfombra de la habitación con un leve rubor en sus mejillas donde se formaba una pequeña sonrisa.

- ¿En serio?- pregunté mientras tendía algunas sábanas sobre el suelo solo para seguirle la platica a la cuñis. Ella asintió en respuesta.- ¿No hacías pijamadas ni con, no lo sé, Louis, Wataru?- comenté pensando en quiénes podrían ser los más decentes con los que se pudiera compartir habitación.

- No, solo con una amiga de la escuela.- contestó nerviosa tomando un pequeño frasco rosado de barniz de uñas.- Naomi-san, ¿puedo preguntarte algo?

- Simón, lo que quieras.- contesté tomando asiento en la pila de almohadas que había construido.

La albañil Nao me dicen;)

- ¿Cómo conociste a Hikaru-san?, ¿fue amor a primera vista?- preguntó con brillos en sus ojos cerca de mi cara. Me alejé un poco de la castaña en busca de espacio personal, lo cual creo que es algo no muy común en la familia Asahina.

- Fue en la universidad, un curso de fotografía, y no fue amor a primera vista, solo me pareció... ¿una linda chica?- alcé la mirada nuevamente encontrándome con el perturbado rostro de Ema, sacándome una enorme carcajada.

- ¿Lo conociste vestido de mujer?- dijo confundida, asentí ante sus palabras aún riendo.

- A que es romántico conocer al amor de tu vida travestido eh~- comenté sarcásticamente abriendo una gaseosa para después beber de ella.- ¿te ayudo?- le pregunté amablemente tomando el barniz de sus manos para pintar la mano contraria. Ema aceptó estirando su delgada mano hacia mí.

Con delicadeza comencé a dar suaves pinceladas con el barniz rosado sobre sus uñas, sus manos eran tan delgadas, parecían frágiles, como si de una muñeca se tratase.

- ¿Y qué fue lo que te gustó de él?- esta chama se tomó muy en serio lo de preguntar lo que quisiera mm. Aún así me tomé unos segundo antes de contestar a su pregunta.

- Todo, creo.- ahora era yo la que se sonrojaba al pensar en el pelirrojo. Ema me miraba con ternura y brillitos en sus ojos a lo que me apené más (si es que era posible) sintiendo mi cara arder, por no decir explotar. - N-no me mires así.- dije centrando mi mirada en su mano de nuevo.

- Lo siento lo siento, solo es que...- alcé mi vista hacia ella.- me pareció tan tierno.- dijo sonriente.

- Si pues, no todo es brillos y arcoíris.- dije dejando de lado sus manos y el barniz para ahora tomar un sobre de mascarilla negra. Ema me observó consternada. Suspiré y comencé a explicarle.- Habíamos estado teniendo problemas, no me sentía cómoda cuando me besaba, no había comunicación, no nos contábamos nada y luego ugh eso. Todos son unos tontos. Nada importante dime Ema, ¿quieres ser negra o verde?- terminé de hablar rápidamente cambiando de tema tomando los dos frascos de cosméticos en mis manos frente a la castaña.

Uf se sintió tan bien desahogarme así.
Ni siquiera pude hacerlo con Hikaru.

- Naomi-san, no tienes por qué ocultarlo- dijo Ema quitándome los frascos para luego volver a tomar mis manos. Respiró hondo y volvió a hablar.- también pase por "eso".

- ¿Tú también?, espera ¿eso no es InCeSTo?- pregunté recalcando la palabra ilegal comenzando a exaltarme.

- No tenemos lazos sanguíneos, en realidad soy su hermanastra.- explicó tranquila, bueno eso tiene más sentido.- Cuando llegué aquí todo empezó a cambiar entre ellos y yo, hubo un conflicto...- comenzó a relatar, con pena en su mirada mientras yo la escuchaba atenta, sobre todo lo que tuvo que superar, sentimientos de culpa y confusión.- Pero ahora estoy con alguien que desde el principio me respetó y me ama, y estoy muy feliz, tú ya tienes a ese alguien Naomi-san,superarán esto, juntos, tú y Hikaru.

Sin poder soportarlo más, comencé a llorar como una niña pequeña sin parar por la tristeza y lo entendible que me pareció su situación, además el que alguien creyera en ti se sentía tan bien que había logrado llegarme.

Ema me pasó una caja de pañuelos para luego extender sus brazos hacia mí, los cuales acepté dejándome consolar por ella diciéndome que no tenía que sentirme mal por ella. Después de unos minutos logré obtener mi compostura nuevamente separándome despacio del abrazo.

- Perdón es que, me sentí tan identificada...- dije con sinceridad intentando sonreír levemente. A lo que la castaña correspondió de la misma manera a mi sonrisa.- Gracias Ema.

- No hay de qué Naomi-san.- contestó alegre.- ¿qué te parece si comenzamos con exfoliación y jugamos algún video juego?

- No sé ni cómo agarrar eso del control pero bien, oh y puedes pasarme esa bolsa de frituras desde hace rato que intenta seducirme.- acepté secando mis mejillas, estaba decidida a olvidar todo esto del conflicto, dejar de ser sentimental y divertirme un rato en nuestra noche de chicas.

Dios estas frituras están muy buenas ñam ñam.

- Oye Ema, ¿y la ardilla que traías en el hombro?- pregunté repentinamente recordando al extraño roedor a la vez que comía. Ema tardó en procesar mis palabras levantándose abruptamente del suelo.

- ¡Juli!- exclamó asustada saliendo de la habitación hacia sepa dónde por la ardilla. Pobre ardilla, olvidada por su dueña.

• • •

- Me alegró mucho conocerte.- decía Ema mientras Subaru terminaba de subir su equipaje al auto.

- A mi también, muchas gracias por todo.- dije mientras abrazaba a la castaña cuando de repente recordé una de mis dudas existenciales de anoche.- por cierto, ¿encontraste a tu mascota?- pregunté una vez nos separamos.

- Sí Wataru-Chan la estaba cuidando por mí.- contestó feliz mientras señalaba a Juli dentro del auto con aspecto eh... cansado de la vida(?). Pobre ardilla.

- Ya veo me alegra.- respondí a lo que Ema solo asintió; me despedí de Subaru (quien ya se encontraba dentro del auto esperando por Ema), al igual que el resto de los Asahina.- ¡que tengan buen viaje!- exclamé amablemente mientras ambos agitaban su mano en forma de despedida mientras se alejaban del edificio con el auto en marcha mientras los Asahina comenzaban a andar hacia el edificio nuevamente.

- Veo que hiciste una nueva amiga.- se acercó por un lado con una sonrisa traviesa Hikaru.

- ¿Celoso?- pregunté girando a verle mientras arqueaba una de mis cejas.

- ¿De que no has hecho pijamadas conmigo?, tal vez.- admitió el pelirrojo tomando su barbilla en pose pensativa. - Subaru nos dio boletos para ir a uno de sus partidos, ¿quieres ir?

- ¿Estás pidiéndome una cita Hikaru Asahina?- pregunté fingiendo un tono asombrado mientras tomaba mi rostro en mis propias manos.

- Sí así es, Naomi Shishiō.- contestó él siguiéndome el juego.

- Déjame revisar mi agenda con mi representante- dije pretendiendo que revisaba mi calendario imaginario.- mm dice que tengo todo el día para ti.

- Entonces...- comenzó a decir en tono cuestionante colocándose frente a mi para luego tomar mi mano en la suya.

- Es una cita.- afirmé alegre, entrelazando mi mano con la suya caminando así hacia los escalones de la entrada.

Hay veces en las que solo hay dejarse llevar y todo lo demás se acomoda por si mismo. Relajarme sí que hizo bien. No puedo esperar por nuestra cita.

N/a:
¿Yo actualizando dos veces en el mes?, ¿y ésta rosa? Xd

Estuve viendo muchas telenovelas y escuchando mucha música inspiradora tanto así que al fin me llegó la iluminación para completar esta historia, ya hasta empecé el borrador de agradecimientos aveda. No pero escribí esto como en dos días así que si hay algo incoherente como siempre se agradece cualquier comentario.

Eso es todo y espero hayan disfrutado este capítulo y nos leemos luego bye bye.

¿La novia de Hikaru? [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora