Camino a casa -capítulo 2-

440 29 0
                                    

—     Solo hay un lema, ¡está terminantemente prohibido el consumo de cigarros, alcohol o drogas en el establecimiento! Nuestros empleados no pueden venir ni alcoholizados, ni drogados ni tampoco con olor a cigarro.

Note que el muchacho de mi derecha, ese tal Justin metió la mano en su bolsillo y yo también lo había hecho, fumadores claro.

—     ¿Esta entendido esto muchachos y muchacha?

Asentimos y nos dieron permiso de retirarnos. Cuando salimos del establecimiento, rápidamente saque de mi bolso mi atado de cigarros y me puse uno en la boca, lo encendí y voltee. Venia atrás mío, con su cigarro en la boca, a paso largo, sonriéndome, hizo seña de que lo esperase y así lo hice.

—     Fumas, te pones ropa pesada para esconder tu delgadez y vienes a buscar empleo a una editorial, ¿Dónde has estado toda mi vida? — mira hacia el cielo y le guinea el ojo—

—      Saco mi cigarro de la boca, le sonrío y largo el humo hacia la izquierda—

—     ¿Dónde vives? Lo bueno de esto es que te veré todos los días y tendré a alguien de que hablar, por los libros digo.

—     ¿también lees? Waw —inhalo un poco de mi cigarrillo al mismo tiempo que él del suyo— vivo a unas calles de aquí, solo debo tomarme un bus y ya pues —exhalo todo el humo por la boca—

—     ¿Qué has leído hasta ahora? —exhala su humo por la nariz. Este hombre es increíble, de verdad ¿Dónde ha estado toda mi vida? —

—     Todo lo que se te ocurra, hasta lo más inútil, creo que no hay nadie más para calificar y dar su comentario de un libro absurdo como yo —sonrío, inhalo y él ríe—

—     ¿tienes el libro de John Green? Lo busque por todos lados, desde que salió y no lo encuentro por ningún lado, y menos ahora que es un furor —sonríe, su sonrisa es tan bonita que es imposible que no llame la atención —

—     ¿bajo la misma estrella? Claro que lo tengo, ¿quieres que te lo alcance mañana? —tiro la colilla de mi cigarro—

—     ¿te molestaría que valla ahora a tu casa, lo recoja y en mañana o pasado te lo devuelva?

Oh, mi casa es un desastre, hace mil años que no llevo o no va alguien a mi casa, o mejor dicho, nunca nadie fue a mi casa.

—     No claro, aquí esperaremos el bus.

Ok, creo que debo tranquilizarme, subiré a mí departamento, le diré que espere unos minutos afuera, no mucho sino se asustara y se irá, lo hago entrar le ofrezco algo de tomar y luego, mientras toma lo que le dé iré a acomodar mi habitación, lo mejor que pueda, levantar las bragas, los sostenes, etc. 

—     Este es el departamento en el que vivo, en el cuarto piso, lo más arriba mejor —saco la llave para introducirla en la puerta principal —

—     Yo vivo en un departamento en el centro, y vivo en uno de los últimos también, no soy de salir ni de comer ni de llevar gente —ríe y tira su segunda colilla en lo que va del recorrido—

—     Yo tampoco, eres la primer persona que viene a mi departamento, no tengo amigas, ni familia ni nada. —comienzo a subir las escaleras — apuesto que en tu edificio hay ascensor —el ríe —

—     Si lo hay, pero igual prefiero escaleras

¿Lo dice de verdad o es para no quedar mal conmigo? Subimos hasta el piso en el que se encuentra mi departamento.

—     Te pediré un gran favor.

—     Déjame adivinar, tienes todo desacomodado, y me quieres pedir si me puedo quedar aquí, no hay problema.

Comienzo a pensar que este hombre tiene súper poderes o cosas por el estilo, cosas extrañas.

Al fin y al cabo ambos somos iguales. {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora