Su rostro -capítulo 18-

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— ¡Daina! ¿cómo esta? — sonríe

— ¡Noah! —sorpresivamente este hombre estaba a mi lado, ¿Cómo? ¿por que estaba acá? — bien, ¿y tu? Que sorpresa encontrarte por aquí.

— Lo mismo digo, ¿qué andas haciendo por aquí? — ¿de verdad le importa? Iugh.

— Nada solo vine con Justin, el muchacho que te presente cuando nos topamos. — él miro para todos lados como buscándolo. — ¿y tu? ¿que haces por aquí?

— Nada, solo negocios —sonríe— mi madre tuvo un inconveniente y tuve que venir hasta aquí.

—Que lindo de tu parte hacerle compañía. —sonrío, obviamente era sin internet alguno. Y allá venia Justin, con sus manos en los bolsillos, con paso firme y seguro, me miraba algo extrañado, ¿yo haciendo sociales? Nunca. Se acerca y me susurra:

deja a este idiota y ven conmigo afuera a fumar un par de cigarros.

A lo cual asiento y amablemente vuelvo a la charla con Noah mientras Justin salia del restaurante.

Un gusto encontrarte acá pero me esperan afuera —le sonrío de nuevo con falsedad.

¿tu novio? —señalo hacia la puerta, sonreí como estúpida.

Debo salir, me esta esperando. —lo mire sin querer darle explicaciones.

Ok, ¿estarán por mucho tiempo? —me dijo mirando su iphon.

No lo creo, esta noche y volveremos. —quería irme, ¿no lo entiende?

Ok, ¿podría saber en que hotel estas? —lo quede mirando, ¿por que razón quería todos los datos. En eso veo que Justin vuelve y se nos acerca.

¿dejas a mi novia en paz por favor? ¡gracias! —y me lleva de la mano, gracias al cielo llego el para sacarme de ese infierno. De verdad tengo un mal presentimiento con este tipo Noah, es decir, tiene cara rara, no lo sé.

Mientras nos alejábamos saludo a Noah con la mano, él observaba como nos íbamos alejando y cuando logramos cruzar la puerta de entrada le agradecí.

Ambos sacamos nuestro atado de cigarros y comenzamos a fumar uno, dos, tres hasta cuatro cigarros cada uno, hacia horas que no consumíamos, necesitamos hacerlo ahora o nunca. Mientras cada uno inhalaba de su cigarro lo observaba, era hermoso, tenia unos labios hermosamente marcados, un rostro perfectamente liso, su piel era como la de un bebe, su pelo, ese rubio castaño revuelto por el viento, eran unos cabellos rebeldes que sus dedos traban de acomodar pero el viento molesto no los dejaba y ellos hacían lo que querían mientras su dueño solo se concentraba en el transito que pasaba por la puerta del restaurante. ¿cómo puedo decirle a este hombre que lo amo, que me fascina, que de verdad lo quiero alado mio para toda la vida, que con el me siento bien, que me siento segura a su lado, me hace sentir viva como nunca nadie me lo hizo sentir, cómo? Lo veo y me siento bien, protegida.

Cuando todos estos pensamientos salen de mi cabeza mi cigarro se había consumido solo por el hecho de que solo me quede mirándolo a él, inhalar y exhalar su cigarro y con esto estaba satisfecha entonces me deshago de ella y nos interrumpe Jeremy.

chicos, ¿quieren venir? Ya vamos a pedir la comida y la señora James ya esta en la mesa.

Entonces mire mi celular y hacia cuarenta minutos que estábamos afuera, el frío no me molestaba, solo me dedique esos cuarenta minutos a observarlo a él, mirar cada uno de sus detalles, y consumir tres de cuatro cigarros —no olvidemos que uno solo se consumió porque me hipnotice en él.— .

Una vez dentro nuevamente del restaurante nos colocamos como estábamos anteriormente en la mesa, solo que la señora James —mi mayor ídola— estaba delante de nosotros. Comenzamos a comer y platicar, el señor Bieber — Jeremy, Jefe, mi supuesto suegro, como quieran llamarlo— había pedido los plato para todos, no dio lugar de opción y convoco a su gusto los platos.

Una vez terminada la reunión nos dirigimos al hotel en el cual nos hospedábamos, en la recepción nos otorgaron unas copas para un brindis, ¿cuál? Jeremy iba con dos copas en la mano y su esposa —la víbora— iba tomada del brazo. Justin iba a mi lado, mi izquierda, con dos copas en la mano izquierda y tomo mi mano con su mano libre, mientras subíamos me acariciaba los nudillos.

— me tomare un baño y dormiré. —vi que él solo asintió.

Entramos a la habitación y mi cama estaba hecha perfectamente, y Justin tenia su sofá con unas mantas, notaron que no eramos pareja y le armaron su cama en el sofá, ja.

Cuando ya tenia todo para entrar a bañarme me dispuse de entrar al baño y empezar con lo que seguía. Cuando termine salí con mi toalla en la cabeza vi que Justin estaba acostado en su sofá, ¿estaba enojado? No me había dirigido la palabra mientras fumábamos, mientras comíamos, mientras veníamos para el hotel, mientras subíamos nada.

-¿estas enojado? —alcance a decir eso mientras me sacaba el maquillaje mirándome al espejo

-¿por que te quedaste hablando con ese tipo? ¿quien es? —voltee a verlo, ¿debería darle explicaciones?

Al fin y al cabo ambos somos iguales. {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora