"Estúpido libro"

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Alice llego justamente 2 semanas después de lo sucedido con Daniel, le conté todo lo que había pasado mientras no estaba, como lo imaginaba quedo impresionada con todo lo que paso mientras su abuela moría. Estábamos sentadas en la sala reposando la cena después de haberle hecho el rosario a la tía Alicia.

Alice se quedó dormida, me imagino que no descanso mucho mientras estuvo allá; pase un rato mirándola y a mi memoria volvieron recuerdos de hace muchos años, sobre todo el cuento de buenas noches de mamá para mí, estaba inspirado en la vida de mi abuela y la tía Alicia. Me recosté en el mueble con la cabeza en el respaldar y poco a poco el sueño nublo mi vista, soñé con aquel cuento tan familiar para mi memoria...

"había una vez - cantaba la voz de mi madre - una niña muy rica y una niña muy pobre, la niña rica lo tenía todo, una casa grande y caliente, muchos juguetes, mucha gente a su alrededor que hacían todo lo que ella pidiera y unos padres que la amaban con mucha locura; la niña pobre, no tenía casa y vivía en el frio, solo tenía una muñeca hecha de paja, ramas y trapos, siempre estaba sola con su madre que, no le prestaba atención rechazándola siempre... Un día la niña rica sale a caminar por su bosque, paso un rato caminando sola entre las ramas, su camino lo alumbraban los rayos del sol que se metían entre los árboles, cuando llego al río se quedó muy impresionada cuando vio que una niña, muy delgada y con aspecto de no haberse aseado hace días estaba sentada a la orilla de su río, camino un poco más para ver quién era, la niña pobre escucho como se acerba alguien por detrás, pensó que hacía muy poco ruido al caminar, cuando por fin los pasos se detienen se voltea y ve a una niña de cara limpia y rosada con un bello vestido abombado que le llega hasta los tobillos de color durazno, con zapatos de fino cuero negro impecablemente pulidos y unas medias con faralao blancas y un bello lazo del mismo tono del vestido puesto cuidadosamente en su cabeza para dejar libres unos rizos perfectos color avellana al aire; por su lado la niña rica, vio sentada ante sí a una esquelética niña muy sucia pero que se podía observar que era morena, con una vestido rosa descolorido, sucio y roído, con unos zapatos desgastados, sucios y sin medias, con el cabello recogido en una cola de caballo hecha a los golpes, solo para salir del apuro de tener los cabellos en torpe siendo la vista, se miraron por un largo rato - en ese momento mi madre siempre se detenía a ver si yo seguía despierta, siempre seguía despierta - la niña rica hablo para preguntar su nombre a la niña flacucha del río, la niña pobre respondió Alicia, bajo la mirada y no dijo más, la niña rica no era penosa para nada y se presentó como Katherine. Desde ese momento las dos niñas se volvieron muy unidas, como los padres de Katherine complacían todos sus caprichos aceptaron construir una casa modesta para Alicia y su madre, la construyeron dentro de su propiedad pero en el bosque, pues esa fue la petición de Katherine, Alicia pasaba la mayor parte del día en casa de Katherine, comían, jugaban, hacían juntas, un día, la madre de Alicia se enfermó de gravedad, un doctor fue a verla, diciendo que tenía dengue muy avanzado y que no sobreviviría más de dos noches, justo como el doctor dijo, dos días después falleció la madre de Alicia, la enterraron cerca de la casa que habían construido pues no tenían otro sitio donde hacerlo, Katherine encontró en una esquina llorado a Alicia y le pregunto qué le sucedía, entre sollozos ella le respondía que ahora estaba más sola que antes y que viviría sola, Katherine le dijo que eso jamás iba a pasar mientras ella viviera, le dijo que ella vivía en un prado de bastantes hectáreas y que ahí siempre habría un lugar para ella, vivieron juntas en el mismo cuarto por muchos años... pasaron cinco, diez años y ya no eran niñas, si no señoritas listas para comenzar a buscar esposo, para desarrollar todo lo que les habían enseñado, Katherine consigo un hombre alto y apuesto de piel morena, su boda fue maravillosa, por todo lo alto, no podía ser de otra manera, nueve meses después de su boda, nació una hermosa niña, de piel clara, de ojos marrones, de cabellos rizos y oscuros, Alicia estaba muy feliz por la familia que había formado Katherine, seguían viviendo en la casa de su infancia, Alicia seguía sin conseguir el amor que ella esperaba, cuando la niña de Katherine a la que habían nombrado Lemay, tenía un mes, llego a la vida de Alicia un hombre que movería totalmente su mundo, de piel morena, ojos claros y un porte impresiónate, ya prometidos en matrimonio y ya casados consumaron su amor y nació un varón grande y fuerte como su padre, tristemente el padre de Enrique enfermo y murió de fiebres muy altas justo dos meses después de haber nacido su hijo, los hijos de Katherine y Alicia crecieron como hermanos, muchos años después cada uno tomo un rumbo diferente para reencontrarse una navidad en la casa de su niñez, donde conocieron a sus parejas y presentaron a sus hijas, Lemay se había casado con un militar, tuvo dos bellas hijas, la mayor la llamo Luna y la menor Sol, Enrique tuvo dos hijos también un varón a quien nombro Jesús como su padre y una hija de la misma edad que Luna, llamada Alice en honor a su madre" . El cuento de mi madre siempre terminaba ahí, la navidad en que Alice y yo nos conocimos, con el tiempo deje de pedir cuentos y canciones para dormir pero jamás deje a Alice.

Desaparecen los niños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora