Capitulo III - Destinos cruzados

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- Contigo aca todo será mas tranquilo - Comentó Inojin riendo un poco.

- ¿De que hablas? - Entre risas y anecdotas el rubio hablo de mas.

- Es que... - Se rascó la cabeza nervioso.

- ¿Si? - La pelinegra le invito a continuar con el tono mas persuasivo que podia hacer.

- No lo oiste de mi... Lo que pasa es que algunas de las novias de tu hermano, pues - La expresión de Sarada al escuchar "novias" no paso desapercibida. - Pues estan muy locas, desde arriba puedo escuchar muchas cosas jajaja.

- ¿Ah si? No sabía que tenia tantas novias. - "No sabía que era un mujeriego"

Corrío sin importarle el cansacio, hace ya un rato se perdío de la vista de Boruto pero no quería arriesgarse a que la encontrara. Su corazón latía tan fuerte que juraría escucharlo incluso entre la lluvia bajo la que se encontraba, una vez que estuvo en el parque se dio cuenta de que no sabía a donde ir asi que fue aligerando el paso. Se sento en una banca mojada y empezó a sollozar. Al principio las lagrimas se habian confundido con las gotas de lluvia que no paraban de empaparla.

Boruto ya no la veía como una hermana ¿Entonces que era para el? ¿Una desconocida? ¿Una mujer objeto de deseo? ¿Un burla o un juego? Mil dudas martillaban su cabeza sin dejarla pensar claramente, no podia hacerlo y peor con las presencias mas fuertes siendo ya media noche. No, el problema no eran los fantasmas esta vez, se encontraba vulnerable en un lugar peligroso. Vaya que era estupida.

Estaba en el lugar incorrecto, en el peor momento y debil, la perfecta victima de la mala suerte que se aproximaba precipitadamente a ella.

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- Traemos otro paciente.

Varios paramedicos llegaron trayendo a un paciente peculiar en una camilla. Ya era mas de media noche y solo se encontraban cinco medicos de emergencias en la clinica.

- Sintomas - Pidío el doctor mientras acomodaban al paciente.

- Esta desorientado y no para de temblar, su temperatura es de 33,8°, la frecuencia de sus latidos es de 50.

Se pusieron en marcha y lograron establecer al pobre hombre, pero lo que no dejaba de consternar al personal del hospital era que cada noche sin falta, desde hace tres meses, un hombre con los mismos sintomas llegaba. Intentarón averiguar la causa pero no habia ninguna cosa que los relacionara y tampoco se trataba de una nueva pandemia. Otra cosa que los dejaba mas confundidos era que todos esos pacientes estuvieron con mujeres en el momento que les dio hipotermia, aunque tampoco existía ninguna relacion entre ellas.

A unas cuadras de la clinica se encontraba una bellisima mujer, estaba siendo interrogada por un policia.

- Entonces fue a su casa y de un momento a otro el simplemente colapsó ¿Correcto? - El hombre analizaba bien a la susodicha.

- Si, ya se lo dije. Yo inmediatamente llamé a la ambulancia. - A pesar de la situacion la mujer no dejaba de sonreir, aunque no era una sonrisa de alegria, solo de total despreocupacion.

La misma sonrisa que el policia llevaba viendo cada noche desde hace semanas en distintas mujeres.

- Esto le pasó ayer a otro hombre por esta zona, y la noche anterior a otro. - La miro severamente. - Ocurre cada noche desde hace tres meses según mi investigación.

- Vaya vaya. - La mujer puso una mano en su mejilla en un ademan sobreactuado de sorpresa. - Que extraño, quizas es un virus. - Se encogío de hombros. - Si eso es todo señor, estoy ocupada y ya debo irme.

¡Fue el fantasma! ~BoruSara~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora