¡Fue el fantasma! ~BoruSara~

Capitulo VI - Sarada regresa

Alice cayó rendida al sueño mientras esperaba, al despertarse dibujo algo hasta que recibío una llamada, contesto aunque no tenía agendado el número.

- Hola hijita. - La voz de una señora mayor le hablaba. ¿La madre de Boruto? ¿Hinata?

- Hola mamá. - Respondío en un tono casual.

- ¿Mamá? - ¿Que no es?

- Si... Digo ¿Señora Hinata? - Preguntó dudosa.

- Niña ¿De que hablas? Soy tu abuela. - Respondío en un tono que dejaba ver lo extrañada que estaba.

- Ehh si abuela ¡Hablamos luego! Es que estoy a punto de salir. - La señora quiso responder pero Alice cortó.

Como si quisiera no quedar como una mentirosa si salío a dar un paseo sola, pronto anochecería asi que se puso un pantalon y un abrigo. Ando sin saber a donde ir por varias calles, sin embargo parecía estar buscando algo.

Ocupando el cuerpo de Sarada por alguna razón pequeños recuerdos de su vida aparecían como relampagos en su mente, muy breves y al desaparecer no dejaban rastro. Cuando dormía solo una imagen quedaba al aire algunos minutos. La de un chico con ojos magenta.

Sostenía su ultimo dibujo y lo observo algunos instantes. Llegó hasta una calle que no conocía pero se le hacia familiar, daba la sensación de haber estado ahí antes.

Es una tonteria, no tiene caso que quiera saber de mi vida, ya estoy muerta.

Levantó la vista y su corazón se paró de la impresion, el chico de sus dibujos estaba al frente, a tan solo unos metros.

Por un instante el lavanto la vista hasta su posición.

Es él... ¿Quien es él?

Dejo de mirarla y subío a un taxi marchandose rapido del lugar, Alice se desesperó y corrío tras el auto. Tengo que saberlo ¡¿Quien es?!

Corrío sintiendo que si lo veia de nuevo recordaría todo, era sorprendentemente veloz. Alrededor de veinte calles mas adelante el taxi se detuvo, el chico de ojos magenta salío y nuevamente estaba a solo unos metros, Alice acelero mas hasta llegar a él.

Se acercó con cautela y alzó su mano y le tocó el hombro, sin embargo el no sintío nada.

Ella ya no ocupaba el cuerpo de Sarada.

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Sarada estaba al borde de un colapso mental. Se miraba y observaba su alrededor.

¿Que sucede?

Un segundo estaba siendo atacada por un hombre en un parque oscuro y ahora estaba en un lugar que desconocía a media tarde.

Cayó al suelo de rodillas, se sentía mareada. Respiró hondo varias veces intentando tranquilizarse.

¿Perdí la memoria? ¿Donde estoy? ¿Que pasó con ese hombre? ¿Por que estoy aqui? 

No comprendia nada y su cabeza era golpeada con mil preguntas a la vez. Se frotó los hombros intentando ver si era real, si no estaba soñando. Las ideas se enredaban tanto que sentía pronto enloquecería.

Se sentó en la banca del parque aun con la mirada perdida, tenía la mirada en sus zapatos.

¿Mis zapatos?

Esos no eran sus zapatos, palpo su ropa y un escalofrio la recorrío al verla.

¡Este no es mi abrigo! ¡Este no es mi pantalon!