Sarada habia logrado tranquilizarse y recobrar su compostura habitual en apenas unas horas, demostrando de nuevo su pragmatica forma de ser.
Por otro lado Boruto, aunque aparentaba, no estaba calmado en absoluto. Su mandibula se tensó y sus ojos mostraban tres emociones a la vez; Rencor, dolor y rabia.- Hablaremos mañana, cuando estes calmado. - Respondío firme.
Boruto pasó al otro extremo de la habitacion ignorando su pedido. Estuvo horas sentado a lado de su puerta, tratando de esconder su dolor. El problema es que en ningun momento lloró, pues sus lagrimas solo se convirtieron en pensamientos amargos.
- Boruto ve a dormir. - Insistío.
- ¡No! - Bramó. - Tu escucharás y obedecerás ¿No querías un hermano mayor? Aqui lo tienes, es hora de que actue como tal.
- Que te escuche la almohada. - Estiro el brazo indicandole que se marchara.
Boruto fue hacia la puerta y la cerró de un golpe, seguidamente puso a pelinegra contra la pared, tenía sus brazos los costados, listos para detener cualquier intento de la chica por irse. Ella intento parecer segura y no dejarse intimidar pero sin darse cuenta sus piernas comenzarón a temblar. No era miedo, no podia explicar la sensación que le producia la mirada del rubio.- Estas son las reglas. - Le dijo en un tono suave pero amenzante.
- ¿De q- El continúo sin dejarla responder.
- No usarás ropa tan descubierta, no eres una cualquiera. - Si, el antes vío la blusa que mostraba el vientre de la Uchiha. - No te harás ningun otro orificio. - Tambien el piercing.
La soltó para dirigirse al armario, entre mas prendas veía mas colerico se ponía.
- Asi que esta eres tu. - Sacó una de las blusas mas atrevidas. - Usas ropa de callejera. - Chesqueó la lengua con desdén mirandola decepcionado.
Aun si yo fuera asi...
- No tienes dere- De nuevo no la dejo terminar.
- ¡Si, lo tengo! Por si no te has dado cuenta somos figuras publicas. - Dio dos pasos hacia ella. - Aunque no estemos en Japon, aun aca somos un blanco para los periodistas.
- Boru- La sujeto de los hombros y la acercó a el obligandola a mirarlo.
- "Hija del presidente Uzumaki Naruto viene a America para seducir a cuanto hombre se le cruza" Gran titular ¿Eh? - Sarada lo empujo y quiso salir del cuarto pero el sujeto su brazo.
- ¡Ya basta! - Pidío con la voz rota. Cada palabra que pronunciaba Boruto estaba llena de veneno, uno muy doloroso.
- ¿Basta? Te estoy pidiendo lo basico Sarada, no quiero que manches el nombre de mi familia. - La trató como ajena. - No te acercarás al imbecil de Inojin ¿Entendido?
- ¡Ya se que no soy de tu familia! - Le gritó. - Y no te preocupes, no seré una verguenza. - Volvío a empujarlo logrando que la soltara. - Me voy ahora. - Se dio la vuelta y buscó su maleta.
Boruto la atrajo de nuevo hacia el, rodeando con uno de sus brazos la cintura de la pelinegra, se aferraba a ella.
- No te irás con ese imbecil. - Siseó.
- Si me voy con el, si me voy sola, nada es asunto tuyo. - No podía librarse. - En apenas unas horas destruiste todo el cariño que sentía por ti, si eso te proponías. - Lo miró fijamente. - Felicidades.
- No es tu cariño lo que quiero. - Respondío rapido, volviendo a herirla.
- Yo te admiraba Boruto, yo te quería mucho. - Admitío con lagrimas en los ojos. - ¿Que te hice? ¿Ser una carga? - Respiró hondo y no se permitío llorar. - Ya no lo seré, haré todo lo que este en mis manos para ya no cruzarme en tu camino ¿Es lo que quieres verdad? - Nuevamente intento soltarse pero el continuaba sujetandola.
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¡Fue el fantasma! ~BoruSara~
RomanceEl fantasma virgen de una chica frustrada toma posesión del cuerpo de Sarada. Solo podrá irse en paz cuando seduzca y logre consumar el acto con aquel hombre que tenga un espiritu lo suficientemente fuerte. Cuando ve a Boruto Uzumaki sabe que lo ha...