Me levanté con pesar. Mis piernas parecían estar hechas de plomo. Miré su rostro una última vez. Cerré la puerta y mi visión quedó empañada por las lágrimas que deseaban escapar. Hablé con la doctora para saber cuál sería el procedimiento.
-Vamos léva-lo para o necrotério e alí iremos decidir onde será funeral.
(Vamos a llevarlo al mortuorio y allí decidiremos dónde será el funeral.)
Llamé a Dabria.
-Olá, sou eu. Nuria.
-Ah, Nuria, querida. Estás bem?
-Realmente não. Dani está morto.
-De verdade?
-Sim, estou muita triste, Dabria. Que posso fazer?
-E Javi?
-Ele está em psiquiatria.
(-Hola, soy yo. Nuria.
-Ah, Nuria, querida. ¿Estás bien?
-Realmente no. Dani está muerto.
-¿De verdad?
-Sí, estoy muy triste. ¿Qué puedo hacer?
-¿Y Javi?
-Él está en psiquiatría.)
-Mi consejo, Nuria, es que intentes superarlo. Pasa página, vuelve a enamorarte y ven pronto a casa, faltan algunos preparativos para el funeral que debes hacer tú, que conocías a Elena mejor que nadie.
-Estaré en media hora.
Colgué y seguí a la doctora hasta el mortuorio. Justo estaban metiendo la camilla de Dani. Traté de no mirar mientras el cadáver pasaba junto a mí.
-Bem, senhorita. O que você quer fazer com o corpo?
-Levá-lo a sua cidade natal e celebrar o funeral alí.
-Bem, tudo estará preparado amanhã.
(-Bien, señorita. ¿Que desea hacer con el cuerpo?
-Llevarlo a su ciudad natal y celebrar el funeral allí.
-Bien, todo estará preparado mañana.)
Regresé a la casa con gran pesar. Cuando abrí la puerta encontré a Gabrielle sentada. Tenía las ojeras muy marcadas. La saludé y se lanzó a mis brazos.
-Prima, te echaba de menos.
-Lo sé, Gabrielle. Ya estoy aquí, tranquila- acaricié su pelo y noté que temblaba-. ¿Tienes frío, cariño?
-No.
-Entonces, ¿por qué tiemblas?
-Porque tengo miedo.
-¿De qué?
-Mamá no ha parado de llorar, no come y no me deja entrar a la habitación de Elena ni a la suya. Se oyen muchos golpes de vez en cuando.
Mi cuerpo se tensó.
-¿Dónde está mamá ahora?
-Creo que en su habitación.
-Hablaré con ella. ¿Has desayunado algo?- Negó con la cabeza.- Bien, después te prepararé algo. No subas arriba. Entra al salón y cierra la puerta.
Subí las escaleras. Escuché los golpes que había dicho Gabrielle. Abrí la puerta de la habitación de Elena y vi las finas paredes llenas de pequeñas hendiduras. Corrí al dormitorio de Dabria. La encontré llorando y golpeando las paredes más cercanas. Corrí hacia ella.
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11 De Marzo {EN EDICIÓN}
Short StoryAquella noche todo estaba oscuro. La luna llena dejó de brillar. Los coches circulaban sin luces. Las farolas parecían fundirse según paseaba la mirada entre ellas. Aquella mañana todo se había apagado para mí. Y por la noche su ausencia fue lo únic...