El golpe no llegó. Escuché un gemido de esfuerzo y abrí los ojos despacio. La escena que se desarrollaba delante de mis ojos no era nada agradable. Dani le sujetaba el puño a Javi y le gritaba que no me volviese a poner la mano encima. Javi le tiró al suelo y le dio un golpe en las costillas. Dani soltó un grito de dolor ahogado.
-¡BASTA! Joder, vale ya. Parad o llamo a la policía.
Javi me miró con una sonrisa desquiciada.
-¿La policía? Más valdría que llamases a una ambulancia. Te advierto que estoy a punto de hacer papilla a tu amigo y que te vas a volver conmigo a casa.
-Argh...- Dani intentaba levantarse del suelo.
Tragué saliva. Tenía que decidir entre ayudar a Dani o dejar que Javi le hiciese más daño. Le miré con lágrimas en los ojos.
-Me rindo. Volveré a casa contigo. Pero déjame que ayude a Dani.
-No. Ni de broma.
-Por Dios, sólo voy a ayudarle a levantarse y a llamar a la doctora. Creo que le has roto una costilla.
-No.
-Nuria... no vayas. Prefiero que me den ocho palizas a que tú vuelvas con él. No es algo bueno- le costaba respirar.
-Dani, yo... no puedo permitir que sufras por mi culpa. Si puedo hacer algo por evitarlo, lo haré- las lágrimas caían por su cara-. Lo siento, mi Cielo. Te llevaré dentro.
Pasé su brazo sobre mi hombro y le tomé de la cintura, ignorando las protestas de Javi.
-¿Dónde te duele?
-Aquí, las costillas. Seguro que es por el golpe, no es nada- se notaba que le costaba respirar.
-Tienen que ver si no hay nada roto. Tú sólo céntrate en respirar con.. ¡Argh!- Dani perdió la conciencia en ese momento, cayendo sobre mí-. ¡Ayuda! ¡Llamen a alguien, necesito una camilla!
Tumbé a Dani con cuidado y miré a Javi desesperada.
-Javi, avisa a alguien.
Estaba inmóvil, con una frívola sonrisa en la cara. La doctora llegó:
-¿Qué le ha ocurrido?
-¡¿Acaso importa?! Hay que llevarle dentro, ¡vamos!
-Nuria, tú te quedas aquí.
-No- sentencié.
Entré tras la camilla. La doctora me paró y me pidió que le contase lo que había pasado.
-Doctora, si se lo cuento, ¿usted va a decir algo?
-Por supuesto que no, señorita. La protege el secreto profesional. A no ser que su integridad sufra algún riesgo, en cuyo caso trataremos de ayudar.
-Bien. El chico que estaba con nosotros en la entrada es mi ex-novio. Le ha dado una paliza para obligarme a elegir. Si me quedaba con Dani le iba a dar otra paliza. Tuve que decir que iba a irme con él. No puedo soportar que le hagan daño. Es mi mejor amigo desde pequeña. El chico se llama Javier. Necesita ayuda psicológica. Tiene muchos traumas. Su madre murió hace unos años y sufre maltratos constantes por parte de su padre. Esta mañana corté nuestra relación, creo que eso es lo que ha desatado esto.
-Señorita, Dani vino antes por un labio partido. ¿Tuvo algo que ver con este asunto?
-Sí. Le pedí a Dani que viniese a la casa de la madre de mi amiga, dónde me alojo. Esperé media hora y cuando abrí la puerta le encontré así.
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11 De Marzo {EN EDICIÓN}
NouvellesAquella noche todo estaba oscuro. La luna llena dejó de brillar. Los coches circulaban sin luces. Las farolas parecían fundirse según paseaba la mirada entre ellas. Aquella mañana todo se había apagado para mí. Y por la noche su ausencia fue lo únic...