Capitulo 6: Ignorada

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Terry POV

Después de escuchar la historia de mi amigo vestido de Winnie Pooh Candy y yo nos quedamos solos en completo silencio. Yo no podía apartar mi vista de ella, ese traje de baño se le ceñía al cuerpo y resaltaba sus caderas, subí mi vista pasando por su blanco y plano abdomen para llegar al busto el cual resaltaba con el tono azul de la tela. Finalmente llegue a su rostro, esos labios rosados apenas entreabiertos que parecían invitarme a cerrarlos con los míos, y sus ojos verdes que miraban fijamente el mar. Aparte mi mirada ya que lucia incomoda y era lo que yo menos quería.

— ¿Candy? —escuche una voz masculina detrás de nosotros, ambos nos giramos y vi a un chico moreno y alto, de cabello oscuro y largo que miraba a Candy deslumbrado como si acabara de ver el sol.

— ¡Tom! Que gusto verte de nuevo, ¿Qué haces aquí? —Candy se puso de pie inmediatamente y se le lanzo a los brazos, lo cual hizo despertar algo en mí, peor que aquella vez que Leegan la invito a salir, me puse de pie detrás de Candy esperando que ese chico la soltara.

—Aquí vivo ¿recuerdas? —contesto sonriendo pero no quitaba las manos ni la mirada del cuerpo de mi Candy, momento, ella no era mi Candy— Candy te ves... hermosa.

—Gracias —Candy bajo la mirada pero ese tipo no la soltaba así que decidí no ser ignorado y me aclare la garganta para que ese chico se enterara que yo estaba con Candy.

—Oh, Terry el es Tom Stevenson mi mejor amigo —noté que remarco la palabra amigo y una sonrisa casi inadvertida se formo en mi rostro— y Tom el es Terry Grandchester un amigo y también mi profesor.

Estire la mano tratando de contener mi sonrisa al recordad la ultima mascota que Karen había tenido, casualmente ella había insistido en ponerla Thomas, y todos los demás le decíamos Tom hasta que Karen decidió asesinarlo con su comida.

— ¿Cuál es el chiste Grandchester? —preguntó Tom un tanto molesto dejándome con la mano estirada.

—No es nada importante —baje la mano, pero no pude dejar de sonreír.

—Terry ¿de que te ríes? —preguntó con un tono molesto y desesperado, me vio atravesándome con esos ojos que cada momento me gustaban más y decidí hacerle saber mi gracia.

—Bueno si tanto insistes, ¿recuerdas ese perro que mencione al cual Karen lo asesino con su comida? —ella asintió mientras yo la miraba, jamás vi la reacción de chico— era un perro café, grande y con el pelo desordenado. Se llamaba Tom y de cariño le decíamos Tom.

Intente esconder la sonrisa, no quería de ningún modo que esto resultara insultante para el chico, solo era una coincidencia que se llamaran igual y que su aspecto me lo recordara, Candy rió fuertemente inundando mis sentidos con su musical sonrisa. Fue entonces que mire al chico el cual respiraba agitadamente y sus manos estaban cerradas en puños.

—Que bueno que te resulte gracioso Candy —su voz sonó fría al dirigirse a Candy— quizás yo compre una araña y le ponga tu nombre.

Esa era una reacción que jamás me espere, yo era quien lo había insultado, por más amigo que fuera de Candy, no tenía derecho a hablarle así a una mujer y menos a ella.

—Cuidado en como le hablas —le dije dando un paso hacía el, mirándolo fijamente.

—Déjalo Terry —Candy se puso entre los— si quiere compararse una víbora y ponerle Candy me da igual, como todo lo que el hace.

Su voz sonaba dolida pero sería y fuerte.

—Candy no quise decir que...

—Déjalo así Tom, nos vemos luego, vamonos Terry —Candy paso a mi lado, pero yo no quite la vista del chico, me había molestado bastante con su reacción hacía Candy y deseaba partirle la cara, entonces sentí la calida mano de Candy sobra la mía y la mire. Había entrelazado sus dedos con los míos y empecé a caminar junto a ella.

TE PRESENTO A MI AMANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora