Capitulo 22: Vivieron felices...

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Terry POV

Me quedé sorprendido cuando escuché su propuesta, apenas unos días atrás Candy me había rechazado y ahora de repente me pedía que me casara con ella, algo antinatural en ella, además obviamente estábamos en una época moderna, pero ¿no se seguía usando que fuera el hombre el que propusiera matrimonio? No era machista ni nada por el estilo, solo un poco anticuado.

— No, Candy, digo no es lo que tu quieres, hace días me dijiste que no te quieres casar, seguro Karen habló contigo, ¿o fue mi mamá? — solo eso explicaba su repentina proposición.

— Nadie habló conmigo, solo soy yo, quiero ser tu esposa, que mas da si hay o no un papel firmado — contestó, sus ojos se pusieron vidriosos a causa de las lagrimas — no necesitamos casarnos pero... quiero casarme contigo, quiero envejecer a tu lado y definitivamente quiero caminar por ese pasillo vestida de blanco y que tu me esperes al final y todo ese cuento cursi y ridículo.

— Candy, amor ¿en verdad quieres eso? — con mi mano levanté su rostro para que me mirara a los ojos — yo quiero que tú seas feliz, y no quiero que esto lo hagas ni por mi, ni por mi hermana o mi madre, quiero que tu hagas lo que tu quieras, lo que te haga feliz.

— Que hubieras dicho que si, me habría puesto feliz, te amo y en verdad quería casarme contigo — un par de lagrimas cayeron de sus ojos.

— ¡Oh mi amor!, no llores — la abracé y comenzó a sollozar mas fuerte contra mi pecho, me odié por ser tan estúpido — dije que no por que pensé que alguien te estaba obligando a tomar esta decisión.

— No importa — dijo entre sollozos — olvida lo que dije.

— No, no, pregúntamelo de nuevo — sonreí y la separé para verla a los ojos — esta vez diré que si.

— No te voy a proponer matrimonio dos veces — contestó molesta y se separó de mi — olvida que hice el ridículo de esta forma.

Salió de la cocina y estuve tentado a golpearme la cabeza contra la pared. Pero ¿Cómo demonios iba yo a saber? Había cambiado de opinión tan rápido, y me había propuesto matrimonio. Bien, era un idiota, debí decir que si de inmediato, eso era lo que yo también quería.

Salí de la cocina, pero en la sala solo estaban mis padres y los Cornwell.

— ¿Dónde esta Candy? — pregunté a todos.

— Ya se fue — contestó Richard — ¿pasó algo?

— Soy un idiota — contesté — será mejor que vaya a verla.

Llamé a Candy al celular, sin embargo no contestó, lo intenté de nuevo pero obtuve la misma respuesta. Me resigné después de tres llamadas más. Quizás debía darle a Candy su espacio. Además estaba el hecho de su embarazo, apenas eran dos meses y medio y las hormonas estaban jugando con Candy de una manera peligrosa.

Me quede pensando en qué haría. Supongo que dejarla respirar hastamaana era buena idea y de pronto una idea se cruzó por mi mente. Hasta ahora no había pensado en regalarle nada a Candy, odiaba los regalos y las atenciones. Entonces vino a mi mente algo que podía regalarle y estaba seguro que no podría negarse a recibir. Así que hice un par de llamadas y finalmente llamé a Anthony para mi último regalo de navidad que me faltaba comprar.

— Terry, hermano ¿Qué le hiciste a Candy? Está furiosa y lo he pagado yo con sus cambios de humor, me ha aventado hasta las cucharas.

— Lo siento Anthony, a pesar de eso... quiero pedirte un favor.

Candy POV

¿Qué tan humillante puede se que le propongas matrimonio a tu novio y te diga que no?

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