Capitulo 13: Amenazas

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Abrí los ojos y me maraville con la vista, estaba en los brazos de Terry quien dormía placidamente. El recuerdo de la noche anterior vino a mi memoria y sentí mis mejillas sonrojarse, me vi envuelta en las cobijas sobre el pecho desnudo de Terry y comprobé que no había sido un sueño, en verdad había hecho el amor con él. Levante mi cabeza y vi a través de la ventana que continuaba lloviendo pero ya no tan fuerte. Me deshice de su abrazo y busque mi celular, eran las 4:30 de la mañana y tenía un nuevo mensaje, lo abrí y era Karen diciéndome que ya sabía donde estábamos y que no tardaba en llegar por nosotros.

Entonces llego la preocupación. ¿Qué le iba a decir a Anthony? Y lo peor ¿Qué le iba a decir a Albert? sentí los nervios apoderarse de mí, no podía simplemente aparecerme por la casa y decir que había pasado la noche con mi profesor, estaba claro que Albert saldría a buscar a Terry con pistola en mano, sino es que Anthony lo mataba primero y después me mandaban a un colegio para monjas.

Los brazos de Terry me rodearon, no me di cuenta en que momento se despertó, pero sus brazos casi me hacen olvidar todo... casi.

—Buenos días amor —susurró en mi oreja enviando corrientes eléctricas a todo mi cuerpo— ¿Qué hora es?

—Son las 4:30 y Karen viene para acá —susurré.

—Candy... anoche después de que fuiste mía —se movió para quedar inclinado sobre el sofá y yo me recosté en su pecho— te mire dormir y supe que así es como quiero dormir el resto de mis noches.

Alcé los ojos para mirar los suyos y la forma en que me miraba me derritió por completo, sus ojos brillaban con una intensidad que jamás había visto y juro que me dieron ganas de llorar.

—Tome una decisión —me levanté para verlo directamente a los ojos y el puso sus manos en mis mejillas— hoy mismo le pediré el divorcio a Susana, no me importa si se lleva más tiempo o no, es que tú no te mereces esto, me has dado tu cariño, tu amor, tu primera vez y yo... yo te he pagado siendo la otra y no te lo mereces.

—Sería una mentira si te digo que no me alegra —sonríe y baje la mirada— aunque me siento mal por Susana.

—No tienes por qué hacerlo hoy esto se va a terminar, te amo.

—Yo también te amo —me incliné y besé sus labios y el apretó más sus brazos a mi alrededor acercándome más a él, sentí si calida piel bajo la mía y sus labios bajar hacia mi cuello, suspire y aunque mi mente solo pensaba en Terry y en el deseo de que me hiciera suya de nuevo; Karen viniendo hacia acá me hizo separarme dolorosamente de él.

—Karen viene —sonreí.

—Y será mejor que levantemos todo esto.

Me levante envuelta en la cobija dejando desnudo a Terry y a pesar de ya haberlo visto así no pude evitar desviar la mirada hacia otro lado. Comencé a buscar mi ropa, la agarre y corrí al baño, entre a la regadera no más de cinco minutos y salí para encontrarme con Anthony y Karen sentados en la sala, no había rastro de Terry ni de las cobijas y cojines tirados en el suelo. Cuando se dieron cuenta de mi presencia Anthony se levanto y me abrazo fuertemente.

—Pecosa ¿estas bien? —preguntó una vez que me regreso al suelo.

—Si, bien ¿Qué haces aquí?

—Te estuve buscando desde ayer en la noche, no me respondías el teléfono y entonces aquella loca me dijo que quizá a Terry se le había descompuesto el auto camino a su casa y habían caminado hasta acá en medio de la lluvia, me preocupe

—¡Anthony! Respira —puse mis manos en sus hombros y se relajo un poco— ¿Entonces todos saben que estamos aquí?

—No —Karen se levanto del sofá y avanzó hasta mí— yo le dije a Anthony lo que suponía y salimos a buscarlos desde anoche, pasamos la noche en tu casa ya que Albert estaba buscándote por todo Lakewood y hace unos minutos que la lluvia bajo de intensidad vinimos por ustedes.

TE PRESENTO A MI AMANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora