ENAMORADA DE MI PROFESOR

Parte 13 Un sueño

CAP 13
UN SUEÑO...

Entra a su auto y miro como se marcha por la calle, lo sigo con la mirada hasta que da la vuelta y lo pierdo por completo, pero entonces miro que alguien sale detrás de los arbustos, me llevo el susto de mi vida cuando veo que el chico que estaba escondido era Suki, su mirada es fría, se nota que está enojado molesto, tiene los puños cerrados, como esperando golpear algo, su mirada no me gusta para nada, sé muy bien que está furioso, mira en la misma dirección que momentos antes yo observaba y con un paso lento pero firme se dirige hacia donde estoy, en ese momento se me queda mirando y golpea la pared con fuerza...

Sukie:---¿Estas saliendo con el profesor de anatomía?--- dice serio—
Rose:---Lo que haga o no haga con mi vida no es tu problema--- dije seria—

Entre a la casa no quería discutir con Suki, no tenia ánimos de hacerlo y no tenia porque darle la más mínima explicación, entro a mi casa sin preocuparme en que es lo que pueda pasar, me acuesto en mi cama después de tomar una ducha...

SUEÑO!!!

Esa noche tuve un sueño muy raro, pero al final algo dentro de mí deseaba que se hiciera realidad, ese hormigueo en el vientre me lo decía todo, yo deseaba a ese hombre...

Rose:---Hola Jaejoong dime que se te ofrece guapo---
Jaejoong:---No has llamado linda eso me había preocupado---
Rose:----Perdona es que tenía mucho trabajo---
Jaejoong:—¿Qué se suponía que debías hacer esta semana, Rose?
Mierda. Jaejoong no lo había olvidado. Cómo iba a olvidarlo.
Rose:—Claro, el correo. Lo siento, no he tenido tiempo de escribirlo, he tenido muchísimo trabajo y la conexión a internet del hotel es terrible. Además, no me he
Sentido muy sexual que digamos estos días, y por las noches estoy tan cansada que...—Mi voz se fue apagando. Me sonaba quejumbrosa incluso a mí.
La suya sonó tan queda cuando volvió a hablar que tuve que taparme la otra oreja para bloquear los demás ruidos y poder oírla.
Jaejoong:—Te pedí que hicieras algo, Rose. ¿Lo has hecho?
De repente sentí un nudo en la garganta y un dolor extraño en el corazón, y deseé con todas mis fuerzas tener otra respuesta para él. No estábamos jugando, no estábamos divirtiéndonos. Me sentía realmente mal por haberle fallado, por —quizá— haberle herido al no haber hecho algo que demostrara que había estado pensando en él durante mi ausencia y por no haberle obedecido. De algún modo sabía que tenía que hablar con Jaejoong de lo que estaba pasando, pero no podía hacerlo. Qué extraño. En cierta manera se me antojaba un sentimiento irracional, pero aun así era profundo.
Rose:—No —susurré—. No lo he hecho. Lo siento.
Otro silencio. Mientras escuchaba las vibraciones de la línea sentí el peso de la culpa por haberle defraudado.
Jaejoong:—Puse algo en el bolsillo interior de tu maleta. Ve a buscarlo.
Había salido de viaje por la academia. No sé qué esperaba encontrar cuando abrí la bolsa de papel marrón, pero mis temores se disiparon cuando saqué...

FIN DEL SUEÑO...

Desperté con el sudor en el cuerpo, mi corazón latía a mil por hora y no podía controlarlo, de alguna manera ese hombre estaba empezando a causar efectos en mi, el sueño parecía tan real, que sentía que podía suceder, me pare de la cama y me metí a la ducha me puse un atuendo casual y sonreía como una niña pequeña pensando en el sueño que había tenido...

Mamá:---¿Dormiste bien Rose?--- dice sonriendo---
Rose:---Si mamá sabes que siempre sueño bonito--- dije sonriendo---

Mi mamá siempre me acompaña a la escuela y me encanta poder compartir con ella ese poco más de tiempo, cuando llego a la escuela, veo la mirada de Suki al verme, parece que no se le ha pasado para nada el enojo...

El mes se paso rápido, por así decirlo, las clases no eran aburridas algunas las encontraba muy interesantes, a él lo veía dos veces a la semana pero una de ellas no se presento, a pesar de que éramos novios, no podía verlo seguido por las tareas que me dejaban en la escuela, salía con mis amigos o simplemente no quería salir de casa, pero en algunas ocasiones el llegaba con una rosa o simplemente me mandaba un mensaje de texto por las noches diciéndome que durmiera bien. Un día me llamo por la mañana muy temprano, me había pedido que saliera con él, el sol estaba en lo alto y yo escuchaba música en mi cama y con piyama era domingo no quería pararme de la cama, ¿Quién quiere hacerlo ese día? Pero conteste el teléfono porque tenía tiempo sin verlo y quería verlo, pero en el momento que abrí la puerta miro que....