Chico Cool ••Yugkook

[30]

—¡¿En que estabas pensando?!.

Jungkook golpeaba el pecho de su novio con sus puños cerrados, no eran golpes fuertes, no quería hacerle tal daño, eran golpes débiles.
Minutos antes Jungkook había sacado de aquél lugar a Yugyeom, ya qué este, si Jungkook no llegaba… iba a matar a aquel chico ahorcándolo. Yugyeom no sabe, más bien, no entiende como hizo Jungkook para calmarlo, ya que cuando entraba en uno de esos ataques no se controlaba para nada, pero ver a su novio con sus ojos aguados le rompió el corazón en mil pedazos. Y se sintió tan culpable, por qué él juró no hacer llorar a su nuevo novio, no quería hacerlo sufrir pero menos de un mes y ya lo hizo, se odió, se odió tanto que lo único que quería era golpear algo o llorar hasta que las lágrimas no salieran más.
Jungkook ahora mismo, mientras golpeaba a su novio, se encontraba llorando, dejando escapar pequeños sollozos. Agradecía haber reaccionado en el momento y elegir un lugar donde no haya nadie, de igual modo estaban todos en la cafetería y una que otra persona por los pasillos yendo allí.
Yugyeom agarró las muñecas de Jungkook para detener sus golpes, lo abrazó fuertemente para que este dejara de llorar, por qué lo estaba lastimando, le hacía mal verlo derramar lágrimas por su culpa.

—Lo siento, cariño.—dejó un casto beso en la cabeza de Jungkook.

Jungkook tenía su rostro escondido en el pecho de Yugyeom, pensando en que podrían haber hecho si encontraban a Yugyeom haciendo tal cosa, o lo que puede llegar a pasar después de aquello.
Su lágrimas seguían cayendo. Sabia que era estúpido estar llorando abrazado a él, cuando tendría que estar aún más enojado que nunca. Pero no podía, su corazón, su todo él necesitaba estar en los brazos de aquél chico, aquel chico que se robo todo su amor que alguna vez escondió tanto para no entregárselo a la persona incorrecta, no otra vez.

—Eres estúpido, Gyeom.—miró hacia arriba viendo la pequeña sonrisa de Yugyeom.

El alto sonreía, Jungkook le daba tanta ternura, estaba enamorado de aquél chico y se lamentaba no haberlo hecho antes, no haberse declarado cuando en verdad le llamó la atención desde antes.
Ahora no podía estar ni un día sin él por qué se sentía vacío, solo, si no lo tenía a su lado. Jungkook de un momento a otro se convirtió en todo para Yugyeom, se convirtió en una persona a la cual el más alto ama, ama tanto que no piensa alejarse nunca de él.

—Mira si un profesor o alguien te veía —volvió a apoyar su rostro en el pecho de Yugyeom.— no quiero que te saquen de aquí o que alguien te haga daño, ¿que pasará ahora? ¿Y si aquél chico también tiene a amigos los cuales te pueden hacer daño? Nadie sabe, Yugyeom.—cerró fuertemente sus ojos. Los latidos del corazón de Yugyeom lo tranquilizaba, era un ritmo no acelerado, sino que calmado y eso le calmaba a él.

Yugyeom en verdad no había pensado en todo lo que dijo Jungkook. Ahora se encontraba más agradecido con el ahora pelinegro por qué gracias a él sigue en aquel instituto. Si alguien lo llegaba a ver haciendo tal cosa, iba a ser suspendido inmediatamente y él, no aguantaría a sus padres quejándose por tal cosa.

—No había pensado en eso, pero gracias...— habló después de un rato.— gracias por aparecer justo a tiempo y sobre eso... Mis hyungs se encargaran de él. No era asunto mío, ¡pero me provocó! Yo tengo mi limite.—frunció el entrecejo.

—¿Por que no tienes un limite de estupidez también? — se separó de el abrazo y comenzó a caminar hacia la cafetería, todo rastro de llanto se fue.

Yugyeom soltó una pequeña risita al ver lo tierno que era enojado Jungkook, pero después se puso serio al ver que en verdad se enojó por aquello.
Salió corriendo de aquel lugar escondido, llegó al pasillo principal mirando a los lados, estirando su cabeza para ver si su novio estaba allí, rindiéndose a los segundo al no verlo. Con tranquilidad ahora caminaba, si no vio a Jungkook en los pasillos quiere decir que está en la cafetería, ¿verdad?. Bien, ahora tiene que pensar seriamente como hará para que el ahora pelinegro lo perdone, realmente si este se enojó, hasta lo ignorará. Ah, es que ahora Yugyeom si se las había mandado.