Epilogo

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Era el año 1810. Algunas de colonias españolas empezaban el proceso de independecias luego del encarcelamiento del Rey, otras hacían las juntas de gobierno; Era el año en que nació el compositor Chopin, y Bethoveen empezó a componer "Para Elisa".

También era el año en que Alexander Hamilton cumplía 59 años. Se sentía un viejo.

Más viejo se siente el actual Presidente de los Estados Unidos: él.

Lafayette, su fiel amigo, estaba hablando con Hercules Mulligan, quien decidió visitarlos con su esposa. El francés era acompañado por Adrienne, su mujer.

El ex-aprendiz de sastre se reunió con ellos para el 4 de julio, alrededor un año después de las elecciones. Para Alexander era bueno tener a los antiguos amigos reunidos (...aunque en realidad faltaba uno...).

Por otro lado, luego de que acabara El Terror de Robespierre, logró que llevarán a la familia de Lafayette a América. Ellos vivían en su casa, llenando el vacío de su enormidad.

El inmigrante veía al ex-presidente Burr conversando con la esposa de Mulligan, con Theodosia Jr y James Alexander acompañándolos.

Era agradable ver a tantos amigos reunidos, en una fecha tan triste.

Se levanto de la silla en la que estaba sentado. De inmediato notó la mirada de Lafayette sobre él.

-No me tardó, ya sabes-musitó, pero el otro leyó perfectamente sus labios.

Se adentró a la casa y fue a su estudio. De ahí sacó una caja. Dentro de ella estaban las cartas que Eliza había recibido y guardado: Las sobrevivientes de su furia ardiente.

Entre estas, sacó el único que se veía más nuevo, comparado con los otros sobres.

Lo abrió. Era la letra de su esposa. De su Eliza. Su amada Eliza.

Sintió la nostalgia subir por su ser...

...porque Alexander era viudo desde hace diez años.

Eliza falleció de tristeza, seis meses después de recibir la carta de Susan Reynolds.

Cada vez que leía esa carta, se recordaba a sí mismo cuando se enteró de la muerte de John. Un gran dolor en su pecho. Lloraba sin desearlo.

Repasó las palabras que han quedado marcadas en su alma:

"Mi Alexander:

No habrá hombre más fiel y amoroso que tú, Alexander. El padre de mis hijos. El amigo y confidente.

Nunca quise romper tu corazón. Nunca desee lo que pasó con Angélica. Fui estúpida e impulsiva con mis sentimientos.

Al momento de comprometernos, me dijiste que harías lo que fuera para que yo no sufriera como lo hizo tu madre.

Has cumplido.

Pero yo no.

Te traicioné de la peor forma: me enamoré y me entregué a alguien más. Una mujer que sufría. Una madre sacrificada. Una amante que también fue amada.

Fallé como tu esposa, al arruinar tu carrera en ese entonces. Sé que buscabas dejar un legado, el cual yo manché.

Por ello te pidó esto: no lo permitas. Lucha por ese legado. Lucha por dejar tu marca en la historia. Alexander no eres alguien común y corriente, porque alguien así no habría logrado lo que tú sí. Tu nombre y tu vida serán plasmadas en las futuras páginas, y los jóvenes sabrán que eras un político grandioso, un avido escritor y, por mucho, el mejor de los hombres.

"I'm helpless...and I can't say no to this"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora