El hilo rojo del destino [Supercorp-Completa]

Capítulo IV: ¿Seré una reportera?

Advertencia: Este capítulo tiene contenido "explicíto"

Apartamento de Lena Luthor

Empecé a despertar mientras lo hacía pude sentir pude sentir un par de brazos junto a una calidez que reconocía perfectamente, Sam tenía mi cuerpo acorralado en un abrazo tierno y salvaje de seguro en busca de más calor por el frío de la noche.

En ese momento recordé la primera noche en la cual ella se quedó horas hablando conmigo diciendo las palabras que más quería oír logrando tranquilizarme de inmediato, Sam era increíble siempre estuvo para mí cuando más la necesitaba amaba su fortaleza, su amor y pasión por su familia a pesar de que la dejaran en la calle pasando hambre solo por estar embarazada, conocí a Sam en la clase de finanzas y bendita sea la maestra que me hizo formar un equipo con ella.

—Mi nombre es Samantha Arias —Dijo la joven castaña —, Somos compañeras de equipo —Agregó con una sonrisa haciendo que enarcará la ceja.

—Un gusto Samantha, seremos un buen equipo —Respondí con sinceridad.

Conocía muchas personas en mi vida pero con Sam era diferente a pesar de tener encuentros 

efímeros podía asegurar que su compañía y sus abrazos eran el único lugar seguro que he conocido por años, era la única persona que comprendía al cien por ciento mis sentimientos acerca de mi familia, desde ese día supe que la quería por siempre en mi vida. Los pensamientos se desvanecieron cuando los rayos del sol entraron a la habitación a través de las cortinas permitiendo contemplar las curvas de su acompañante con mayor claridad simplemente era hermosa.

Sam empezó a moverse un poco debajo de las mantas buscando un refugio en mi pecho, se despertó al sentir como empezaba a acariciar su espalda.

— ¿Cuánto tiempo llevas observándome? —Los labios de la castaña empezaron a moverse por mi cuello dejando un sendero de besos hasta llegar detrás de la oreja. Mis brazos apretaron a su acompañante buscando más cercanía.

—Solo un par de minutos, tienes el sueño pesado —El beso empezó a intensificarse tanto así que en un par de segundos Lena se movió para estar a horcadas sobre las caderas de Sam acariciando los senos y el abdomen de la castaña. Sam estaba disfrutando la vista, tenía a la maravillosa Lena Luthor completamente desnuda acariciando cada parte de su cuerpo, esto era la gloria.

Los pensamientos de Sam fueron reemplazados por excitación al sentir como las suaves manos en sus abdominales pasaron un poco más abajo acariciando su pelvis hasta llegar a la zona que necesitaba más atención, cuando Lena acarició los labios y pliegues de su castaña ambas dejaron escapar un gemido. Las manos de Sam cubrieron los pechos de Lena y poco a poco fue bajando hasta llegar al trasero de la chica.

Rasguños, apretones, gemidos y una ligera capa de sudor se formaba en ambas. Lena se inclinó para saborear a su amante.

— ¡Oh Dios!—Exclamó Sam cuando sintió la maravillosa lengua de Lena en su vagina, una mano apretaba la sabana mientras la otra sostenía la cabeza de Lena entre sus piernas. La CEO estaba disfrutando de probar la esencia de su amante con una mano masajeo los senos de Sam.

Lena empezó a sentir aquella tensión advirtiendo que la castaña muy pronto terminaría así que decidió aumentar sus movimientos. Ambas llegaron al punto máximo después de un par de minutos y Lena se encargó de limpiar cada rastro del orgasmo de Sam. Ninguna dijo nada después del acto, simplemente se quedaron allí esperando que sus respiraciones se estabilizaran, las manos de Sam acariciando el cabello de Lena, estaban en una completa armonía al menos así fue hasta que sonó el celular de una de ellas.