El hilo rojo del destino [Supercorp-Completa]

Capítulo XXI: Nunca se termina del todo

Coloquen esta canción y disfruten el capitulo: 

《La distancia sirve para entender lo que pasó, aceptar lo que dolió y aprender de lo que no funcionó》

Despertar en un hospital quizás no era la mejor manera de empezar el día y mucho menos darme cuenta que pude haber muerto por el ex de mi ex novia empeoraba de gran manera la situación sin embargo había logrado superar mi estadía gracias al atento cuidado de los doctores y sobretodo el apoyo de Diana quien lucía un poco más triste de lo usual según ella lamentaba demasiado lo que había pasado a tal punto de confesar que era la mujer maravilla aunque no era gran sorpresa para mí su secreto, los héroes no cambian mucho solo con que se suelten el cabello o usen gafas.

Me dieron de alta luego de una larga semana así que después de leer el papeleo por parte del hospital por fin volví a sentir el aroma de las calles de Ciudad Nacional aunque la contaminación ambiental no era lo único que extrañaba sino también mi apartamento que lucía igual de impecable como lo había dejado, podría decirse que ahora si tenía la vida perfecta con un apartamento de lujo, una novia literalmente maravillosa y estar viva pero a pesar de todo esto aún me sentía vacía puede que me tomará alrededor de un par de horas para descubrir que lo único que necesitaba en mi vida era a la chica de ojos azules con la que había tropezado aquel primer día en la ciudad, una chica que sin duda había puesto mi mundo de cabeza desde el primer momento en que nuestras miradas se habían cruzado y no comprendía que tan importante era aquella desconocida hasta que una madrugada el destino nos volvió a juntar, fue en ese instante que comprendí que por años había vivido de forma incompleta buscando algo o alguien que complementará ese vacío que sentía en mi vida y fue solo entonces al sostener la mano de Kara con la mía que descubrí que ya no estaría incompleta nunca más ya que ella era todo lo que necesitaba para ser feliz.

El dinero, la ropa, el apartamento todo eso se acaba cuando uno se muere pero el amor que obtuviste por las personas te va a acompañar por siempre y eso era algo que nadie puede quitarme quizás, estaba tan acostumbrada a tantas cosas efímeras y negativas en mi vida que cuando logró pasarme algo bueno simplemente lo arruine pensando que no era real.

Observé a la chica que cruzaba la puerta de mi apartamento sin duda Diana era muy hermosa, atenta y perfecta sin embargo no era la chica de la que me había enamorado.

—Lena podemos hablar —Pidió con amabilidad a lo cual iba a responder pero ella simplemente negó —Hoy tuve un pequeño interrogatorio con este chico Mon El —Sonreí al recordar como Diana me había descrito la paliza que le habían dado Supergirl y ella por la alta traición a su persona —Ha mencionado muchas cosas y pues hubo una que llamó de inmediato mi atención—Se levantó de inmediato mientras caminaba de un lado a otro entre medio de la sala de estar y la cocina.

— ¿Qué te ha dicho ahora? —Cuestioné pero ella aún parecía indecisa sobre si decirme o no—Diana por favor dime—Suplique esperando una respuesta de su parte.

—Que aún amas a Kara Danvers—Mi mente se paralizó al escuchar aquella frase ¿Cómo podía saber de mis sentimientos cuando nunca habíamos hablado de ello?

—Diana yo... —No encontraba palabras exactas para explicar una respuesta coherente a su declaración.

—No digas nada Lena—Se acercó a mi acariciando levemente mis manos—Sé que desde hace mucho tiempo que tu corazón pertenece a alguien más; quizás fui tonta al tener una leve esperanza que pude haber logrado que me ames pero tú y yo sabemos que eso jamás va a pasar solamente quiero que sepas que estaré apoyándote porque se lo que se siente perder a quien amas por errores que has cometido en tu vida así que no llores porque a pesar de que lo nuestro no funcionó ambas aprendimos muchas cosas de la otra —Soltó una pequeña risa al recordar las noches de defensa personal que ella había insistido durante tanto tiempo y que por fin daban frutos —Espero seas feliz Lena— Se puso de pie y empezó a caminar con dirección a la puerta.