Capítulo VIII: Maggie Sawyer

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La música hacia vibrar todo el lugar, las personas bailaban alocadamente en la pista de baile, el olor a alcohol y otras cosas se podía percibir en el aire pero no me molestaba en lo absoluto de hecho me inspiraba a continuar en aquel lugar. Un joven se acercó a mí para ofrecer un trago pero negué de inmediato, no tomaba bebidas de parte los hombres así era más sencillo y menos peligroso, luego de un par de horas decidí ir a la pista de baile para bajar un poco el alcohol, bailando ante la música fue que empezó el martirio, una mujer aparentemente de treinta años de edad se acercó a mí y me invito a acompañarla a su baile, me sentí hipnotizada, mi cuerpo era atraído por ella  fue entonces después de un par de minutos me invito a una de las habitaciones del club, sin importar nada me adentre a aquel terreno  la canción de Work de Rihanna empezamos a desvestirnos así fue hasta que un golpe me derribo haciéndome quedar inconsciente.

—Me encantan las emociones baratas —Repetí una y otra vez mientras cobraba la conciencia, al abrir los ojos mi boca estaba cubierta y mi cuerpo estaba siendo embestido salvajemente por el sujeto encima de mí. A partir de aquella noche mi cuerpo, mi alma y mi corazón estaban en pedazos. ¿Tuve oportunidad de escapar de mis secuestradores? Claro, pero por primera vez no sabía cuál era la salida al menos así fue por cinco años hasta que un día todo cambio cuando cumplí veinte dos años que la conocí  a ella.
La ropa era extremadamente escasa sólo utilizábamos las lencerías finas para el trabajo, el sótano estaba completamente alejado y las condiciones de este eran simplemente inhumanas esperando en el que muchas chicas debíamos vivir para no ser encontradas por la policía o algún curioso que nos visitaba ya que a simple vista el lugar era un motel desaliñado con un bar de mala muerte al menos eso era solo el primer piso ya que el segundo estaban todas las habitaciones para compra u/o venta de adolescentes, el tercer piso era para prostitución o bailes privados, yo estaba en el último piso.

La puerta del sótano se abrió dando paso a la luz blanca que cegaba los ojos de todas las chica que estaban adentro—Hoyuelos—Reconocí esa voz de inmediato, era Mark el encargado del tercer piso—Tienes un cliente—Subí las escaleras que conectaban el sótano con  los otros pisos del lugar—, habitación 301 ya sabes que hacer—Fue lo único que dijo Mark debido a que la casa estaba llena esa noche y debía atender a los demás, camine en modo automático hasta la habitación que Mark había asignado para mi desde el primer día que llegue aquí, sabia el camino de memoria ya que recorrí aquellos pasillos oscuros cientos de veces al llegar a la puerta gire el pomo de esta para entrar, el lugar era el mismo unas luces color neón, una cama, un sofá de cuero y uno que otro juguete sexual que ocupaban los estantes al lado de la cama. Me senté en el sofá  esperando por él o ella durante un par de minutos ¿Tenia nervios? Siempre tuve nervios recuerdo que la primera vez que estuve en esto pase llorando por horas al sentir aquellas manos ásperas recorrer mi cuerpo una y otra vez, el solo recuerdo de cientos de personas tocándome, humillándome y denigrándome  hacían que mi estómago se revolviera del asco.
Mis recuerdos eran suficiente peso para cargar el resto de mi vida.

La puerta se abrió de repente he inmediato distinguí la silueta de alguien que dio un par de pasos para poder cerrarla con llave, era tiempo de fingir y actuar que todo esto estaba bien.

—Bienvenida al club Reputación ¿Estas lista para una noche que no olvidaras?—Pregunte antes de acercarme a la chica que había entrado a la habitación.

—Hola ¿Cómo estás? —Preguntó y yo la miré sorprendida, note que la angustia la dominaba —, Necesito que me ayudes a encontrar a alguien —Dijo la chica de repente — Soy agente del FBI y este sujeto que se hace llamar Mark ha traído a mi mejor amiga a este lugar, ella se llama Vicky ¿La conoces o la has visto? —Preguntó y asentí, por supuesto que la conozco,  Mark la ha traido hace un par de semanas atrás para entrenarla y ofrecerla al mejor postor en la próxima temporada, la chica era menor a mi y me converti en su refugio algo asi como su mejor amiga, su único consuelo era aquella frase que repetia una y otra vez “Mi mejor amiga vendrá a salvarme” nunca le creía hasta ahora.

— ¿Tu eres Alex? —Pregunté y ella asintió lentamente confirmando mis sospechas sin duda ella era la amiga de Vicky—,  Es muy peligroso que estés sola aquí—Añadí pensando en las miles formas de salir de ese lugar, empecé a caminar a causa del nerviosismo.

—Sé que  es peligroso pero el edificio está lleno de agentes encubiertos esperando mi señal para arrestar a todos en este lugar —Comentó Alex para acercarse a mí y sujetar mis manos —, Te lo suplico llévame con ella por favor—Su preocupación me hizo preguntar si alguna vez mis padres hicieron eso para encontrarme, no dude un segundo por primera vez en la vida iba a hacer lo correcto.

—Está bien pero debemos ir por las escaleras que cruzan el pasillo oeste en ese lugar no hay cámaras, en ese lugar es más reservado solo las personas especiales llegan como los presidentes y embajadores, políticos corruptos es por ello, pero tienen una seguridad muy fuerte, si logran atraparte simplemente te mataran —Afirmé y ella no se inmutó.

—Debo ayudar a Vicky, a ti y a todas las personas encerradas acá —Dijo —, Lo prometo —Declaró mientras su mirada se encontró con la mía y supe de inmediato que ella nos salvaría.
En mi mente empezó a dibujarse aquel plan que había creado desde el primer día que pise aquel sucio lugar, salimos de la habitación en la que nos encontrábamos para dirigirnos a las escaleras que conectan con el ala oeste, antes de subir las escaleras Alex tomó ligeramente mi muñeca —Disculpa que te toque pero ten —Dijo antes de quitarse su chaqueta para dármela —, No mereces ir así —Comentó y una sonrisa apareció en su rostro cuando acepte su gesto. Alex resguardó cada paso que dimos por aquella escalera y pasillo, al llegar al piso prohibido nos encontrábamos más cerca del sótano solo debíamos pasar por dos hombres de la mafia, Alex y yo nos sentimos asqueadas al notar que uno de los hombres estaba teniendo sexo con una chica que se encontraba inconsciente en la mesa, seguramente era nueva en el lugar mientras que el otro jugaba cartas ignorando todo lo que pasa. Alex sacó una pistola debajo de su camiseta y con el mayor sigilo le disparo en el pecho haciéndolo caer de inmediato, el otro hombre buscó su arma pero Alex era mucho mas rápida asi que lo hirió en la mano haciendo que el arma del sujeto cayera del piso, otra bala salió del arma de Alex impactndo en el cuello del sujeto logrando matarlo de inmediato. Alex se acercó a la chica y tomo su pulso antes de girar a observarme mientras negaba —Está muerta, lo lamento —dijo notando como su mirada observaba con pesar aquella pobre joven.

Me acerqué a ella y noté como sus ojos aun seguían abiertos, murió observando como le quitaban cada parte de ella, su cuerpo tenia muchas heridas de objetos corto punzantes ¿Por qué la humanidad era tan miserable? ¿Cuándo el odio, el morbo, perversión y la lujuria se convirtieron en asesinatos en masa?  Con cuidado  cerré sus ojos antes de susurrar —, Dios que pueda encontrar su paz —Aparté la mirada al notar como la sangre empezaba a salir de los cuerpos sin vida pero gracias a Alex aquel miedo se fue disminuyendo.

—Todo se acabara pronto, tranquila —Dijo, su voz era suave y reconfortante —Vamos a salir de aquí —Dije, la ilusión de salir vivos y hacer justicia me motivaba a querer seguir con el plan así que me arme de valor para seguir nuestro rumbo al sótano en donde se encontraban las chicas, Alex saco un teléfono celular de su bolsillo para hablar con uno de los agentes encubiertos del piso uno —, Es hora —fue lo único que dijo antes de derribar la puerta con una patada logrando que todas las mujeres y niñas adentro se estremecieran de miedo, con la mano derecha buscó un interruptor para poder encender la luz y luego de un par de segundos lo logro —F.B.I —Gritó antes de empezar a descender por las escaleras hasta el —Todos levanten sus manos donde pueda verlas — Los sujetos en el lugar le hicieron caso, Alex recorrió el lugar en busca de su amiga hasta que la visualizó en una esquina casi muerta por la falta de agua y comida en su cuerpo —Agentes necesito refuerzos y paramédicos en el sotano —Dijo Alex por su teléfono, Alex corrió hasta donde se encontraba su amiga para verificar el pulso, Vicky se encuentra al borde de la muerte pero a pesar de todo seguía viva, seguía en la lucha de ella y de muchas que han, están pasando por la misma situación.

—Agente —Llamo un chico a sus espaldas mientras detrás de él entraban los paramédicos y varios agentes —Tenemos a todos afuera, todos fueron arrestados —Declaró el joven antes de tomarme del brazo y guiarme la salida —Vamos las ambulancias están esperando afuera de este lugar —Dijo el joven antes de llevarme hacia mi liberta, espere por un par de minutos antes de ser trasladada al hospital con la esperanza de verla de nuevo y agradecerle por lo que ha hecho sin embargo no volvi a ver o saber de Alex, no llegó al hospital mucho menos al juicio de los proxenetas , mafiosos, narcos y traficantes de personas.
La había perdido pero en algo me ayudo demasiado y era a encontrarme.

Cinco años más tarde, Hospital infantil de Ciudad Nacional

—No puedo creer que los años no pasen en ti —Dije al ver a Lena después de tanto tiempo —, Carmilla se queda corta a ti, tu eres la primera vampiresa —Bromee un poco obteniendo un gesto con el dedo medio de mi única mejor amiga.

—Me alegra que te encuentres aquí Maggie por fin después de tanto tiempo ¿Te han transferido de metrópolis? —Dijo antes de abrazarme con dulzura aun sabiendo que lo detestaba.

—Sí, es momento de tomar nuevos aires —Dije antes de caminar a su lado por el pasillo.

—Me alegra saber que te has superado y has decidido empezar una nueva vida —Apretó levemente mi hombro antes de dedicarme una leve sonrisa —Me alegra que ayudes a las personas que han pasado por situaciones similares a la tuya, me alegra que conviertas tu dolor en algo increíble, estoy para ti amiga —Dijo Lena a lo cual simplemente sonreí, antes de que las alarma del edifico cercano empezará a hacer eco en todo el hospital.

—Un alienígena asaltó el banco de al lado, no le hemos podido capturar —Dijo mi compañero.
—Voy en camino , limpien el perímetro y busquemos pistas —dije , me disculpe con Lena y me marché al lugar, mientras caminaba pensé en como mi vida cambió drásticamente después de aquel día en el que fui secuestrada pero sin duda alguna  no me deje vencer por esos recuerdos. Después de salir del hospital aquella noche lo primero que hice fue asistir a la academia para ser policía y luego de tanto esfuerzo logré graduarme con honores haciendo más fácil mi ascenso a detective en cuestión de meses.

Aún así a pesar de todos mis logros habían muchos que me criticaban por mi vida pasada siempre dejaban notas en mi escritorio en su mayoría eran insultos por mi "trabajo" anterior.
Al llegar al edificio lo primero que note es que habían demasiados agentes en la escena, me acerqué lo más rápido que pude hasta llegar al frente del operativo en busca de la información necesaria para armar el caso.

¿Oye que diablos crees que estas haciendo en mi escena del crimen?-Gritó alguien a mis espaldas justo cuando estaba dispuesta a recolectar la evidencia en la puerta.

-¿Alguien te dijo alguna vez que todos los federales suenan de la misma manera?-Respondí mientras ignoraba quien estaba detrás de mi cuestionando el trabajo. -Es como que si todos juntos vieran las mismas malas películas de Quántico.-Dije en forma de insulto a la insolente chica que tenía aún a mis espaldas.

-¿Quién eres tú?-Preguntó con voz autoritaria y empezaba a irritarme por su actitud arrogante.

-Detective Maggie Sawyer, división forense de  la Policía de Nacional City, nos encargamos de casos que involucran aliens y cosas que salen por la noche.-Saqué mi placa y al darme la vuelta quede en shock al ver a Alex a un par de pasos de mí .-¿Alex?-Pregunté con asombro. Habían pasado años desde la última vez que la mire aquella noche en aquel sótano.

-Maggie.-Mi nombre se escuchaba tan seguro en sus labios.-Me da mucho gusto volver a verte.-Sonrió la pelirroja para darme un abrazo.-¿Detective eh?-Cuestionó de forma divertida al separarse de mi.
-Solo quiero hacer justicia.-Me encogí de hombros para quitarle algo de importancia al cargo.

-Estamos en el mismo equipo.-Afirmó la pelirroja.-Me debo ir el deber me llama.-Se excusó ella.-Toma mi tarjeta puedes llamarme cuando desees hablar o ir a tomar una cerveza.-Me dedico una última sonrisa antes de marcharse.

Justo cuando ella estaba por llegar al auto corrí hasta ella para decirle lo que había guardado por años.-Alex gracias.-Susurre para que nadie más me escuchara.

-¿Por qué?-Cuestionó la agente Danvers con curiosidad.

-Por salvarme.-Fue lo único que dije antes de regresarme rápido a mi patrulla.

No podía creer que la había encontrado, quizás era el destino dándome una señal.

Hola muchas gracias por el apoyo a esta historia, les prometo que la estoy editando y escribiendo mejores capítulos lo más rápido que puedo, ¡feliz domingo!

El hilo rojo del destino [Supercorp-Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora