Capítulo 15: Final

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CAPITULO 15

Armand estaba en un café con su amigo Daniel. Habían pasado ya tres semanas desde que se fue y dejo en libertad a su esposa. La extrañaba demasiado, tanto que quería volver por ella y...No, no soportaría verla de nuevo y menos si estaba con ese hombre.

—No seas cobarde y buscala.

—Ha, el comal le dijo a la olla.

Recrimino, Daniel rodó los ojos y dio un sorbo a su café, al menos tenía un toque de whisky.

—Ya sé, fui un estúpido con Leika, pero estoy tratando de arreglar las cosas.

—La culpaste de algo de lo que es totalmente inocente.

—Y no has pensado que quizá haces lo mismo. —Dijo el pelirrojo mirándolo fijamente. Bueno en realidad, Daniel no podía mirarlo debido a su reciente ceguera, pero por su expresión era difícil creerse que realmente no podía ver. A su lado estaba un perro guia llamado metafóricamente," Miluz"

Armand acaricio el pelaje del canino relajándose al hacerlo. Quizá también debiera adoptar un perro, o un gato. Ignoraba que su esposa, ya lo había hecho.

—Vale, hablemos con nuestras chicas. Le dejare explicarse y averiguar si realmente quiere dejarme o solo he malinterpretado todo.

—Pediré disculpas, espero se compadezca de este discapacitado.

—Lo hará, te perdonará y tú vas a recuperarte.

—Gracias.

Hacía mucho frío y nevaba cuando Hiseli llego a Canadá, al llegar toco la puerta esperaba que él le abriera pronto, porque estaba congelándose y en efecto, él no tardo en abrirle y la miro sorprendido.

¿Qué haces aquí?

—Ya ves, vine a verte ¿puedo pasar, tengo frio?

—Adelante.

—Vine a decirte que no voy a firmar esto.

Le mostró los papeles del divorcio arrugados, los cuales rompió en su presencia.

— ¿Por qué no? ¿No quieres ser libre?

—Resulta que la princesa, no es tan princesa, es un poco dragona, y se enamoró de su dragonzote y resulta que el valiente caballero, resulto ser su hermano Michel

─ ¿Qué?

—Sí Armand, Erien Grant, resulto ser mi gemelo, ¿Qué no viste nuestro parecido? Ha, olvidalo es un argumento tonto, yo misma estuve más ciega que topó, en fin, Sonya mi amiga, lo averiguo y acababa de enterarme de la buena nueva y lo abrazaba, cuando tu entraste, pero tú eres un niño testarudo, caprichoso y terco, e increíblemente estúpido y no me dejaste explicarte y huiste como cobarde.

—Yo...

Él bajo la mirada un poco avergonzado. Hiseli, avanzo un poco hacia él y le pico el pecho con un dedo.

Tú, te callas y me oyes, porque ya basta, me siento ofendida, no es justo que desconfíes de mí, te amo, y ya te lo he dicho ¿recuerdas?, no puedo negarte que me sentí atraída por Erien, pero sabes resultaron lazos de sangre o sea sólo nos sentíamos bien juntos por ser hermanos y mi amor, aunque no lo hubiéramos sido, él y yo, ya habíamos decidido separarnos, ¿qué digo? ¿Cómo podríamos separarnos, si nunca estuvimos juntos?, te amo y soy lo suficiente valiente para decírtelo y para luchar por ti a pesar de que tú, seas un cobarde con C mayúscula, que huye del amor y de sí mismo.

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