-Mirame, mirame- Mencionó entre risas, sosteniendo mi peso contra las blandas sabanas bajo nosotros y yo no podía ver nada mas que a él
-Estoy bastante eeebria, Zac- Mi voz se había tambaleado al sentir el intenso carraspeo contra mi garganta, reí por mi reacción al saber lo estúpida que seguramente me veía
-Eso lo sé, bonita- Besó mi coronilla y por mas alcohol que tuviese recorriendo en mis venas, nunca pude parar los estremecedores nervios que él siempre provocó en mi
-No debimos haber- Tragué saliva al no poder completar la oración -No debimos haber brindado tanto. Ese vino estaba muy fuerte- Coloqué mi mano sobre su mejilla y aun recuerdo sus preciosos ojos marrones mirándome con dulzura -Puedo estar bastante ebria- Acuné su rostro entre la palma de mis manos -Pero sigo amandote igual-
Él evitó las palabras y la sutil yema de sus dedos deslizaba las ásperas prendas de mi cuerpo
-¿Leíste mis pensamientos, cariño?- Mordí por completo mi labio inferior y en lugar de verme sexy, parecía una niña de 9 años tratando de retirar el dulce cremoso alrededor de su boca. Él rió, él siempre solía ser tan risueño frente a las cosas torpes que yo cometía, y al tratar de que la serenidad inundara sus cuerdas vocales, siempre me tomaba en sus brazos.
Así que ahí estaba yo, cabeza recargada contra su pecho escuchando su corazón mientras me colocaba en la orilla de la tina del pequeño baño para que así, yo no perdiese el equilibrio mientras él retiraba la blanca camisa de vestir que seguramente detestaba en ese momento a causa del olor a vino y sudor. Siempre le veía hacerlo, y de esa forma comencé a guardar imágenes borrosas que no quería olvidar de Zachary.Pero que él probablemente ya había borrado de mi.
Nosotros juntos en la tina de baño cuando nos dejaba en ropa interior. Él tomando mi mano y con sus delgados y suaves dedos, acariciando mis nudillos mientras yo recargaba mi cabeza sobre su brazo para de esa manera ver sus pequeñas uñas y observarnos en el reflejo del enorme espejo en el tocador. Él sosteniendo con firmeza mi cintura para no hundirme en el agua por los efectos del alcohol. Pero sobre todo, odiaba intentar olvidar como él siempre plasmaba pequeños besos sobre mi espalda tratando de calmar el dolor de mi cuerpo por haber bailado juntos toda la noche.
Y ya no estaba ahí.
La alarma del despertador resonó en cada esquina del vacío apartamento y ahora yo me encontraba en la tina de baño con una copa de ginebra en mi mano. No había espuma, no había risas y solo podía escucharse la fuerte música de ' The Smiths '.
Observe los azulejos viejos situados en la pared y como mi vida se consumía cada vez mas al prolongar el tiempo en la ducha.
-So for once in my life
Let me get what I want
Lord knows, it would be the first time
Lord knows, it would be the first time-El estruendoso sonido del teléfono me había hecho rodar los ojos por tratar de evitar el simple factor de tomar un resfriado del cambio de temperatura del agua y del aire.
-Maldita sea- El movimiento del agua al derramarse fuera de la tina era desesperante, traté de no caer incontables veces y había comenzado a colocar una toalla en el piso, lo que era doble trabajo al ir a la lavandería para traer a casa todo limpio de nuevo. O al menos eso intentaba.-¿Si, diga?-
-¡Elise, maldita sea ¿cuanto debe tomarte para levantar tu trasero de la cama y responderme enseguida?- Aparté el teléfono de mi oído al saber que seguramente esa mujer terminaría dejándome sorda por su escandalosa voz, reí ante su comentario
-Estaba en medio de una bastante relajante ducha, madame- Recalqué con sarcasmo las últimas palabras
-No importa, eso no importa. ¡Te alegrará saber que acabo de descubrir algo!-
-¿Qué es tan importante como para llamar a las 8 de la mañana, querida?-
-Enciende el televisor- Su voz ordenaba como era lo usual pero esta vez, no perdí el tiempo tratando de pedirle alguna explicación
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Hard to Love (Zachary Levi)
RomanceElise Bee se estremece como las campanas, cada vez que escucha tu nombre.