Hard to Love (Zachary Levi)

To the one I love:

Carta 2:

Nunca he sido bueno escribiendo cartas Bee, antes solía escribirselas al viento o la marea, al cielo o a las estrellas porque no tenía a quién enviarselas. Así que espero no te burles por lo tonto que sueno en mis palabras u oraciones. Escribo esto porque no puedo conciliar el sueño y tu ya estás dormida desde hace media hora que por cierto, te ves preciosa como siempre. Dios Bee estoy tan enamorado de ti. Te amo, te amo, te amo.
Te amo en Enero. Te amo en Febrero. Te amo en Marzo. Te amo en Abril. Te amo en Mayo. Te amo en Junio. Te amo en Julio. Te amo en Agosto. Te amo en Septiembre. Te amo en octubre. Te amo en Noviembre. Y sobre todo te amo en Diciembre.
Te amo de la A a la Z del abecedario, te amo de Lunes a Domingo por las mañanas, tardes y noches. Te amo cada segundo, minuto y hora que pasa en mi vida. No puedo dejar de decirlo Bee y si me hicieras gritarselo al mundo entero lo haría hasta que mi garganta se quedara sin habla. Cariño creo que fuimos hechos para estar juntos, hoy, mañana y siempre. Si el mundo entero estuviera mirando, bailaría contigo de cualquier manera. Te tengo aquí y juro que aún me pones tan nervioso como la primera vez.

Carta 3:

Mi querida Bee, mi amor, mi vida, escribo esto para ti. Aún faltan dos días para tu cumpleaños y estoy volviéndome loco, sabes como soy para las sorpresas y no puedo aguantarmelas así que estoy cruzando los dedos para hacerlo esta vez. Es gracioso porque estos últimos días he estado esperando a que duermas primero para poder escabullirme al cuarto de baño y continuar con las cartas, te amo con cada palabra que pueda definirlo, nadie se imagina la forma en la que me siento al estar nuevamente junto a ti, dios santo Bee, dormir a tu lado una vez mas, besar tus labios, hacerte el amor, ver tus mejillas tornarse rojas cuando te molestas o estás avergonzada, tengo tanto que decir y ahora, ahora te tengo a ti para escucharlo. Así que mi querida Bee, esta vez espero no perderte. Con amor, Zachary❤

Y así carta tras carta la distinguía algo diferente, con su preciosa letra cursiva y corazones graciosos de su parte, sintiéndome tan idiota como antes.