The Purge: Zodiac[Yaoi]

»OBJETIVO«

- No creo poder aguantar tanto... -.

El rubio ariano se encontraba a gatas sobre un edificio alto que, tenía vista al enorme teatro en tinieblas dónde, se llevaría a cabo aquel macabro ritual que no sería en si tan malo si no fuera porque, seis de ellos, incluyendo su hermano ya que sus padres no le interesaban en nada, estaban completamente involucrados en la actividad.

-Ya lo sé, pero, debemos aguantar solo un poco más -.

Habló a su lado Géminis, asomó su rostro preocupado por el filo del techo.

- ¿Porqué tuvo que tocarme contigo...? -.el chico alto, soltó esto con un semblante de cansancio.

- ¡¿Y eso qué?! ¿No decías que era guapo? -.se encontraba confundido, ¿por qué parecía que ahora cambiaba de opinión?

- Si te lo dijera te enojarías conmigo -hizo un puchero, observando como un automóvil negro paró frente al lugar, saliendo de el una pareja que comenzó su elegante caminata hacia la puerta. Tocaron y les fue abierta la puerta principal.

- No preguntaré, simplemente, no me hables -.

Estaba sumamente enojado. ¿Qué le pasaba al rubio? Qué sea su crush no le iba a dejar que le tratará así.

Se alejó un poco de él para dirigirse a la esquina del edificio y observó hacia la casa de cera, observando apenas la figura de Piscis entrar hacia la parte trasera. El edificio municipal se encontraba por ahí.

- Gem... No es necesario que te apartes así... -.le miró con recelo, suponiendo que se quedaría en ese lado del edificio.

- Cállate... no me hables -.

Sacó de su bolsillo unos binoculares negros para observar al par de hombres oscuros estar de pie frente al par de puertas. Poseían dos subametralladoras, con un cinturón cada uno, cargados de balas. Podrían tener miles de ellas.

Chasqueó su lengua con molestia. Iba a ser difícil ingresar por la puerta principal.

- Oye -.Aries le llamó más, fue ignorado.

La vista del pelinegro se movió a lo lejos, dónde, disparos se hacían presentes sonando ahogados. Faltaban una hora para la media noche, no podían retrasarse ni un segundo.

[...]

- Si Acuario quiere, a Acuario se le da -.

La voz de la mujer resonó en su memoria, estando con su cuerpo gacho por detrás de unos cortos arbustos.

Capricornio se encontraba a su lado, cargando en su rostro una mirada sagaz pero a su vez, preocupada.

¿Qué podría salir mal?

Los ojos brillantes de Acuario miraban hacia todo lugar en busca de aquel objeto que deseaba tener en manos.

¡Oh, dichoso el que lo inventó!

El ahogado sonido del motor de un automóvil pesado fue apenas percibido en la lejanía, acompañado del característico sonido de balas.

- Creo que ese es tu dichoso carro arpón... Acu, quiero que sepas que no estaré montado en esa cosa... -.

La mirada oscura del más alto le observó con enojo. Sabía que en el fondo, muy en el fondo, lo amaba con demasía.

- Lo estarás. Seremos los reyes de la noche... Esos plebeyos no se merecen algo como eso -.sonrió.

Siempre había visto a Capricornio desde lejos, y hablaba muy de vez en cuando con él cuando se juntaba con Piscis pero, apenas hubo esa pequeña señal al abrir sus brazos de que iba a recibirle, supo que era momento de lanzarse al agua por él.