SIRIUS »BaekSoo

Quindici: Baci sottili di miele

Y ya no sé qué hacer, me desespero, cuando estás con alguien y te veo. Sabiendo hasta los huesos que a ti yo pertenezco y que yo debo ser tu complemento.
Más que amigos - Matisse

[BaekHyun]

Habían muchas cosas en las que pensé cuando llegué a la casa de KyungSoo, las opciones eran distintas una vez lo pensaba más. Sin embargo, jamás pasó por mi cabeza que tendría que convivir con SeHun. Estaba claro que el mequetrefe me odiaba con su alma, no era su persona favorita y vale, no me interesaba, pero desde el momento en que llegamos no me quitó la mirada de encima. Seguro ya llevaba diez mil maldiciones y uno que otro hechizo para mandarme lo más lejos posible. KyungSoo lo notó, así que sólo pudo mantenerme a su lado.

La fiesta de cumpleaños de HaYoung resulta ser una reunión en sí, algo pequeño con gente esparcida por el salón del departamento, algunos conversando libremente y otros en lenguaje de señas. Estaba claro que algunas de esas personas debían ser gente de la fundación a la que KyungSoo asistía. Ella estaba lindísima en un vestido amarillo, y no podía negar, en serio, que ella era única.

Debo aceptar que SeHun era un maldito afortunado, porque HaYoung tenía demasiadas virtudes que al bipolar le faltaban.

Recibí algunos bocadillos en mi trayecto siguiendo a KyungSoo y luego lo perdí. YiFan me arrastró hasta una esquina junto a su esposo, mientras Soo reía al otro lado del salón para luego ponerse a conversar con señas con otras personas. Yo miré mal a esos chinos del mal y luego, encontré que YiXing no parecía estar molesto conmigo.

Comenzamos una conversación un poco extraña, estaba bien hablar con ellos para no sentirme tan excluído porque no conocía más gente ahí. En ese tiempo caché algo, YiXing es un maldito hombre adorable ¿ya lo había dicho? Es como poner a Winnie Pooh y a Zac Efron en una licuadora, esperar por el resultado y encontrar a YiXing siendo muy guapo a la vez que es tierno. Creía que una persona no puede ser dos, pero con ese chino todo era posible.

Hablaba y hablaba sobre el alquiler de un vientre, sobre las posibilidades de que él pudiera pasar un poco de información genética en un óvulo, que por cierto sería fecundado por su marido. Sonaba bien, digo, no soy un ávido hombre buscando familia, pero ellos sí lucían como el tipo que tendrían un montón de niños corriendo al rededor, entonces saber que buscaban expandirse también me dejaba contento. La fiebre de ser papás estaba pegando muy fuerte porque incluso yo sería tío.

YiFan se mostraba orgulloso, con pecho inflado y el mentón un poco arriba, se notaba a kilómetros las ganas de complacer a YiXing y complacerse a sí mismo. Entonces me fui por unos segundos a pensar, si ellos podían ¿Por qué yo no? Eso, buscar la felicidad fuera o no bien vista para otros.

Algo estaba claro, yo no podía decirle a la gente que mi sentir debía ser el de ellos, yo no protestaba, no me quejaba de la homofobia que había recibido, no era un activista, ni tampoco un cabeza hueca que pensara que la religión tenía la culpa de todo. Yo sólo podía creer en mí, porque cuando el mundo me odió por amarme, el único que me hizo sentirme bien fui yo.

Entonces, con tantos años luchando por mis propios sueños ¿Por qué me lo pensaba mucho cuando se trataba de KyungSoo? Porque inauditamente me gustaba, sentía más que una atracción por él. Pero entonces no era yo el problema, era uno que ni él podía resolver.

Cuando regresé a la plática me encontré con algo gracioso, YiXing limpiaba los lentes de YiFan, mientras él fallaba en su intento de comer una rebanada de pay. Empecé a reír llamando la atención de YiXing, que lo hace seguido de mí luego de ver a su esposo.