Capítulo 14. Barajas.

24.7K 1K 131
  • Dedicado a Maria Maria
                                    

Capítulo 14. Barajas.

Llegamos a la T4 y llamo a Ricky, un amigo de Miguel, muy gracioso, que durante la semana trabaja en una empresa de alquiler de coches aquí en el aeropuerto y los fines de semana es Drag Queen en un restaurante con show especializado en despedidas de solter@ en Madrid.

Entramos al parking donde Ricky nos espera, tal como me ha dicho. Me bajo del coche y lo saludo efusivamente, aunque hace tiempo que no coincidimos, me da alegría verlo y nos damos nuestro tradicional pico, como siempre hago cuando saludo a mis amigos y amigas del ambiente. Miro a través del parabrisas de mi coche y no puedo evitar reírme al ver a Oscar que se ha quedado boquiabierto “Tampoco ha sido para tanto, ¿no?” – me cuestiono a mí misma.

-          Oye… cacho zorrón! Y la perita en dulce que tienes ahí en el coche… ¿De qué revista la has sacado? – me pregunta Ricky con los labios juntos mientras sonríe y saluda a Oscar con la mano, para evitar que éste le lea los labios.

-          Anda, anda… Calla, calla… - quito importancia. – Dime que hago con el coche ¡que vamos con la hora pegada!

Le hago una señal a Oscar para que se baje del coche y le dé la llave a Ricky que se recrea saludándolo, presentándose y haciéndole preguntas con doble sentido. Está siendo muy divertido ver a Oscar escapar por la tangente de los ataques de Ricky, pero si queremos llegar a tiempo al avión alguien tiene que moverse. Aprovecho el flirteo, por acoso y derribo para sacar el equipaje. Hasta que consigo arrancar, al Señor García de las garras de la Valkiria en la que ha convertido Ricky.

-          Muy cariñoso tu amigo, ¿no? – me pregunta Oscar en un tono un tanto estridente mientras nos alejamos del coche de camino a la terminal arrastrando nuestras maletas.

-          ¿Lo dices por mí o por tí? – pregunto partida de risa.

-          Pues ahora que lo dices, por ambos. – Me mira con un brillo característico en sus ojos. “En este momento le daría un beso en los morros, pero no sé qué me pasa con este tío que me frena…” – Curiosa manera de saludar a los amigos de tus amigos, no quiero ni imaginar cómo saludarás a tus amigos de verdad… - Deja caer irónicamente aunque, por el tono, creo, que espera una respuesta.

-          Cuando seas mi amigo lo sabrás… - sonrío maliciosa ante su cara de medio enfado, medio cachondeo justo cuando estamos atravesando las puertas.

Entramos a la T4, el bullicio y la gente nos separa y nos junta, caminamos uno detrás del otro, evitando perdernos de vista, sin hablar a excepción de cortas indicaciones y monosílabos. De aquí tenemos que ir en la lanzadera a la terminal satélite. Controles, arcos de seguridad, bandejas, la típica pija que no se quiere quitar los zapatos, niños pequeños que se escapan bajo las cintas, policía… Hasta que por fin podemos disfrutar de 30 minutos de paz antes del embarque. Le propongo a Oscar invitarlo a un café, “¿¡qué menos!?”, al que acepta encantado. Pero en la terminal satélite no hay cafeterías, solo una tienda de duty free así que unos refrescos y unas chocolatinas a precio de caviar de beluga, hacen el mismo efecto. Después de casi tres horas de locos, una silla dura y una bebida fresca sientan muy bien.

Oscar abre su botella y bebe un largo trago, observo como su nuez sube y baja, y a la vez que el líquido entra en su cuerpo, a mí me están entrando unas ganas irrefrenables de darle un bocado detrás de otro… Solo de pensarlo una corriente eléctrica recorre mi entrepierna. Me agarro fuerte a los apoyabrazos y disimulo mirando el monitor que hay sobre el mostrador de la puerta de embarque. Oscar termina de beber, cierra la botella y se queda pensativo mirándola… “¿Le habrá molestado lo de Ricky?” Cojo aire para empezar a hablar y me quedo en el gesto. Oscar se gira hacia mí en su silla. Me atrapa de tal forma en el reflejo de sus ojos que no puedo más que soltar el aire, desinflándome, literalmente, y prepararme para cualquier cosa que me quiera decir.

Soy adicta al sexo Wattys 2014Donde viven las historias. Descúbrelo ahora