Las relaciones amorosas siempre pueden llegar a ser el martirio de muchas personas.
Izuku Midoriya lo supo mejor que nadie.
Ya que su pequeño y amoroso corazón fue destrozado por una larga relación.
Izuku dijo que eso estaba bien para él, pero no q...
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La mañana había llegado para la mayoría de los que estábamos en el departamento de Midoriya.
Yo desperté gracias a las risillas que soltaban algunas de las chicas. Abrí los ojos descubriendo que se estaban tomando fotos conmigo.No me alerté, ya que suponía que algo así podría pasar. Tenía tanto tiempo que no iba a una pijamada. De igual manera ignoré a las chicas que seguían mirándome.
Buscaba a cierta persona en la habitación, pero lamentablemente no se encontraba ahí.Iba a preguntarles a mis admiradoras sobre su paradero cuando fui interrumpido.
—¡Chicas el desayuno ya está listo! — gritó una voz desde la cocina. Supuse que era la mejor amiga de Midoriya—¡Y por cierto! Izuku no quiere que hostiguen a Todoroki. — terminó de anunciar. Las chicas me miraron decepcionadas y se marcharon enseguida de la habitación dejándome solo.
Suspire cansado. Aún tendría que esperar para hablar con él sobre lo que llevaba molestándome la última semana.
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El desayuno se encontraba demasiado animado. Resultaba ser algo muy cómodo el estar acompañado. Las pijamadas nunca fueron mi fuerte, pero tampoco estaban tan mal.
En los tiempos de secundaria de Fuyumi, solía estar en ellas, ya que mi hermana era fanática de hacerlas. Lamentablemente yo siempre terminaba siendo su conejillo de indias a la hora de probar las mascarillas y ver que esmalte de uñas era mejor. Y para completar,sus amigas eran igual de ruidosas que las amigas de Midoriya.
Tsuyu había preparado unos huevos con tocino y Midoriya había preparado malteadas para todas sus compañeras. El chico sí que era considerado con sus invitados.Me pareció un gesto muy amable de su parte. Pero era de esperarse del chico más agradable de toda la facultad de enfermería.
Hablé un poco con Tsuyu elogiándola por el delicioso desayuno que había preparado, la noche anterior logré entablar una pequeña conversación con ella. Resultaba ser que estudiaba para chef y no dudaba en que se convirtiera en una muy buena.
También en ciertos momentos podía observar como la castaña le murmuraba cosas a Midoriya. Ninguno de los dos era discreto ya que ambos no me quitaban la vista de encima.
