MinSeok es un omega, un omega hermoso, tierno, frágil, delicado, de buenos sentimientos, bueno casi un trozo de cristal sólo que hay un pequeño detalle.
No es un omega cualquiera, lucha por sus derechos y no quiere ser marcado por ningún alfa o est...
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JongDae miró a su omega y negó con la cabeza repetidas veces.
—Lo siento pero por ahora no —tenía que ser prudente —. Te amo mucho MinSeok, por eso no puedo permitir que te me entregues de esta manera, no cuando alguien intentó abusar de ti.
MinSeok se abrazó al alfa.
—Por favor nunca me dejes —pidió entre sollozos.
—Nunca te dejaré.
Una mujer del servicio salió del cuarto de baño.
—Señor JongDae el baño está listo —el alfa asintió.
—Ven vamos a darte un baño —JongDae se levantó de la cama para tomar la mano de MinSeok.
MinSeok se levantó para dirigirse a la bañera, se quitó la bata y vergonzosamente la ropa interior, JongDae lo vio desnudo tuvo que controlar sus impulsos, las mejillas de MinSeok estaban totalmente rojas, metió un pie en la bañera de color blanco, el agua estaba cubierta por pétalos. Se hundió en ella hasta quedar sentado, la piel nívea era algo fenomenal para JongDae. MinSeok abrazaba sus piernas intentando entender ese día.
(...)
El pueblo se había enterado de lo sucedido, de que Song había intentado abusar de MinSeok, claro que todo mundo estaba enojado con aquel alfa. Un juez había declarado que Song ya no pertenecería nunca más en el pueblo, tenía que marcharse a otro lugar, MinSeok sentía un profundo alivio, no le vería la cara una vez más. JongDae tuvo que ser sujetado para evitar que matara a aquel alfa perro.
—Ese hombre no volverá a tocarte —JongDae aseguró.
—Eso le pasa por querer meterse con mi hijo —el señor Kim metió la demanda.
Aunque pareciera que el señor Kim presionaba mucho a su hijo, realmente lo amaba por eso quería que se casara para que nadie le hiciera daño teniendo a JongDae aquel padre estaba tranquilo, aunque lo estaría más si el alfa lo marcara.
(...)
El omega gato estaba a nada de graduarse, estaba tan feliz porque eso es algo que él había logrado a pesar de todo y lo mejor de todo es que su alfa lo apoyaba. Seguía pasando sus tardes en la casa de JongDae y en las noches el alfa lobo iba a dejarlo a su casa, su relación iba viento en popa, y su amor era demasiado romántico.
El alfa JongDae siempre le daba cartas de dulces como aquella vez que se hallaban en el río en una canoa. MinSeok llevaba una sombrilla mientras que JongDae remaba.
—Estoy tan orgulloso que en dos semanas te vayas a graduar —el alfa sonrió.
—Gracias —el omega desvió la mirada avergonzado al agua cristalina.
—MinSeok... —se rascó la nuca —. He estado pensando que... que quiero que trabajes conmigo. Te vas a graduar como traductor e interpretador y quiero que tú traduzcas mis libros.
El omega sonrió ampliamente.
—Claro que sí JongDae, lo haré —la distancia se acortó. Pronto los labios de ambos se aproximaron.
Besos sólo existía en esa canoa. Las manos de MinSeok se deslizaron a la espalda del alfa, y el alfa en la cintura ajena, acariciándola haciendo estremecer al omega.
—JongDae, ¿por qué no quieres marcarme? —susurró entre sus labios.
—Min, no es que no quiera es sólo que...
—Que te da asco saber que Song pasó sus manos sobre mí y me dejó rastro de besos, ¿no? —el omega comenzó a llorar.
—No mi vida, jamás, bebé —tomó su mentón —. Te deseo, no sabes cuánto quiero hacerte mío en mi cama y sólo sepas de mi nombre y el placer
Las lágrimas se deslizaban por las sonrojadas mejillas de MinSeok.
—... Pero no quiero que después te arrepientas, todavía no terminas tu carrera —explicó.
—Lo sé no obstante yo quiero tener tu marca en mi cuello, hazlo ahora —MinSeok dejó la sombrilla en la canoa y comenzó a desabotonaba su camisa bajando parte de ella.
Mostrando sus hombros, tan blancos y desnudos. El alfa tragó en seco. JongDae tomó el cuello de su camisa y la abotonó.
—Te amo Min, pero no es el momento.
(...)
MinSeok se hallaba en el cuarto del alfa buscando un libro para su última tarea de universidad.
JongDae estaba en el piso de la librería acomodando algunas cosas, de repente cerró la librería y subió a su habitación, el olor a glicinas y rosas era demasiado intenso, una gran necesidad de marcar a MinSeok apareció, sus pupilas estaban dilatadas. La necesidad de aparearse aumentó cuando vio a MinSeok desnudo, en su cama, con una ligera capa de sudor, totalmente húmedo mientras soltaba gemidos autocomplaciéndose con su mano, masturbándose. Cuando abrió sus ojos se dio cuenta que JongDae estaba ahí, parecía más grande y fuerte. Su omega estaba listo, ya lubricado, eso lo notaba porque MinSeok abría sus piernas cada vez más. Las feromonas de MinSeok llamaban al alfa a reclamarlo, por eso aquel olor volvía loco a JongDae.
