MinSeok es un omega, un omega hermoso, tierno, frágil, delicado, de buenos sentimientos, bueno casi un trozo de cristal sólo que hay un pequeño detalle.
No es un omega cualquiera, lucha por sus derechos y no quiere ser marcado por ningún alfa o est...
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MinSeok había despertado en aquella habitación de hospital con un dolor en su vientre, ya no estaba ocupado por bebés. Se acomodó con una mueca en su rostro, pero ese dolor no se comparaba con la felicidad de haber tenido gemelos o eso era lo que había creído, aunque se le hizo raro escuchar tres llantos antes de caer sedado por la anestesia.
A la habitación entró su marido con una gran sonrisa en su rostro. Inmediatamente fue a darle un profundo beso de agradecimiento.
—¿Y nuestros cachorros? —preguntó el omega después de que el beso terminó.
—La enfermera no tarda en traer a nuestros hijos para que los conozcas —avisó.
—¿Los has visto? —MinSeok estaba ansioso por conocer a sus cachorros.
—Sí, están preciosos —el alfa estaba tan orgulloso —. Gracias por darme tres cachorros.
¡Tres!, ¡Tres!, ¡Trillizos! MinSeok estaba muy asombrado, no eran gemelos sino ¡Trillizos!
Dos enfermeras entraron, una con dos bebés que tenían sus mantitas rosas y la otra con un bebé con una mantita azul.
—Aquí están sus tres cachorros —las enfermeras les entregaron a los cachorros uno tuvo que sostener JongDae.
MinSeok al ver la carita de sus tres cachorros comenzó a llorar, todos estaban hermosos, y aunque él nunca se había planteado si quería niña o niño, pero estaba tan satisfecho sabiendo que sus cachorros eran de distinto género. Besó la frente de sus cachorras, y luego la de su cachorro, los tres se veía que tendrían un tono de piel como el de MinSeok. Aún estaban muy chiquitos para saber cómo serían sus facciones.
—Son hermosos —MinSeok rozó su nariz con sus tres bebés.
(...)
Habían pasado al menos cuatro semanas donde la pareja no había dormido lo correcto, en el día todo era alegría pero en la noche no era más que cansancio. Por las mañanas su familia cuidaba de los cachorros mientras ellos descansaban un poco.
MinSeok caminaba a la cocina adormilado con una expresión realmente cansada, abrió la alacena al llegar, sacó tres biberones y puso el agua a calentar. Estaba tan cansado, miró la silla de su comedor.
Ni siquiera lo pienses.
Se dijo mentalmente capaz si se sentaba iba a quedar dormido. Sacó unos botes de leche, la leche materna que le habían regalado las omegas hembras se había acabado con los tres biberones en sus brazos y con los ojos cerrados se encaminó hasta la habitación de sus cachorros, ya hasta era experto en caminar por su casa con los ojos cerrados. Llegó hasta la habitación de sus cachorros, su esposo estaba intentando no dormirse, pero una parte de él seguía dormido porque estaba meciendo la gran cuna de sus cachorros entre cabeceos. MinSeok sonrió para despertar a su marido.
Los cachorros estaban despiertos esperando ser atendidos por sus padres. JongDae tenía a su cachorro lobo mientras que MinSeok se turnaba a las cachorras para alimentarlas.
—Come mi lobito —JongDae miraba a su cachorro con ternura pues era un glotón.
La pareja se dio un beso cuando sus hijos se quedaron dormidos.
*Las mantitas rosas y la mantita azul que puse para los niños, no quiere decir que sea motivo de ofensa o que diga que el azul sea solamente para los niños y el rosa para las niñas.
