MinSeok es un omega, un omega hermoso, tierno, frágil, delicado, de buenos sentimientos, bueno casi un trozo de cristal sólo que hay un pequeño detalle.
No es un omega cualquiera, lucha por sus derechos y no quiere ser marcado por ningún alfa o est...
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MinSeok estaba muy feliz de que JongDae hubiera ganado y así darle un escarmiento a Song, MinSeok se acostó en su cama abrazando a su oso, sonriendo, JongDae era tan caballeroso con él, tan considerado que era imposible no dormir no sin antes pensar en él. Se estaba enamorando y no quería aceptarlo, no quería enamorarse, al menos no tan pronto.
JongDae lo acompañaba a casa después de la escuela donde compartían sus gustos y claro que le encantaba su compañía porque lo defendía de todos esos que lo molestaban, por las tardes se la pasaban en la biblioteca de JongDae.
MinSeok miró su celular, de aquellos lujosos, de una importante empresa coreana cual nombre empezaba con S. El omega se mordió el labio inferior un: "Buenas noches dulce MinSeokikie" le alegraba el corazón, latía tan rápido, esperó un minuto para contestarle no quería parecer que esperaba ese mensaje: "Buenas noches DaeDae" y con eso MinSeok se iba a dormir y JongDae suspiraba en su recámara.
Si tan sólo no estuvieran tan lejos, JongDae quería darle todo a manos llenas a ese omega, si tan sólo lo aceptara estarían ahí en su recámara, abrazados o haciendo otras cosas. JongDae quería cachorros pronto y con MinSeok los tendría tan hermosos y sanos de eso estaba completamente seguro.
(...)
Por la tarde estaban ellos dos en la biblioteca de JongDae, MinSeok leía libros de forma tan entretenida con una taza de café que JongDae le había preparado, ¿por qué tenía que ser tan caballeroso? A veces se llevaba la taza de café a los labios dejando el olor en ella, el tacto quedaba impregnado.
—Me encanta este libro —MinSeok terminó de leerlo.
—Entonces es tuyo —se lo regaló.
—JongDae me has regalado diez libros, no sé si esta bien que yo acepte todos tus regalos o que tú me regales cosas —le devolvió el libro.
—¿Por qué me lo devuelves? Al final sabes que te lo llevarás —el de sonrisa felina sonrió.
Y es que MinSeok adoraba esa sonrisa tan peculiar, él debería tenerla debido a que era un omega gato. JongDae lo miró a los ojos.
—Tienes unos ojos preciosos —mencionó —. De forma felina, le hacen juicio a tu omega. JongDae acarició su mejilla.
MinSeok cerró los ojos para luego abrirlos y darse cuenta de que JongDae estaba muy cerca de él. Tragó saliva.
—¿Puedo besarte? —preguntó —. Por favor concédeme un beso —estaban tan cerca.
El chico de ojos felinos asintió. JongDae juntó sus labios y sin decir más comenzó a besar a MinSeok, el omega era torpe, nunca había besado, pero la experiencia de Chen logró que el muchachito lo intentara, MinSeok apoyó sus manos en la nuca ajena mientras que el escritor tomó la cintura de MinSeok.
MinSeok cada vez estaba correspondiendo mejor al beso. Justo cuando les faltó el aire en sus pulmones se separaron.
—JongDae...
Sus mejillas estaban rojas. JongDae se perdió en ese hermoso rostro, con aquellos preciosos ojos en forma felina y delineado de ambos párpados.
—MinSeok...
No pudo más y juntó sus labios de vuelta. Esta vez JongDae mordió su labio inferior provocado que MinSeok abriera la boca, sus lenguas se tentaron, hasta que MinSeok rompió el beso porque no quería dejarse llevar por sus sentimientos.
—Me voy, hasta mañana —tomó el libro para salir corriendo.
MinSeok volvió a su recámara tocándose los labios, ese alfa lo estaba volviendo loco y él quería ser su omega. El primero beso le demostró todo el amor que podría tener con JongDae y el segundo toda la pasión que el alfa le mostraría. MinSeok estaba en un dilema, no quería que un alfa lo domara pero también deseaba ser el omega de JongDae.
