Me desperté con los rayos de sol golpeando mi rostro, hacía solo dos horas que me había acostado, pero sentía que había descansado como un bebé.
Me levante y me dispuse a hacer el desayuno para mí y para mi mamá, que seguramente ya debía estar por despertarse para ir a trabajar.
Increíblemente yo seguía con una sonrisa en mi rostro...
No era una de felicidad...
Era una sonrisa de serenidad...
Por primera vez en mi vida no me molestó la cara de odio que me dio mamá cuando me vio...
Tampoco me importó tener que presentarme a rendir, sabiendo que algunos de mis compañeros estarían en el aula conmigo...
Mi sonrisa tampoco disminuyó, cuando en la calle unas señoras mayores se pusieron a hablar de mi de una manera no muy disimulada...
Ya que yo oía todo lo que decían mientras esperaba el bus...
No me importó que me llamaran asesina, porque al fin y al cabo ya no era una falacia hacia mi persona...
Era una realidad...
Todo estaba muy bien hasta que me crucé con el que había sido el que inició mi vida desamorosa...
Él estaba apoyado contra el pilar de la entrada del colegio, y nada mas verme se acerco para insultarme...
Solo lo miré y supe que me convertiría en el karma de los que me hirieron...
Sonreí de una manera tan maléfica, que fui testigo de como su sangre era drenada de su asqueroso cuerpo...
Parece que alguien mas le hará compañía a mi querido vecino...
A 3 metros bajo tierra...
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A 3 metros bajo tierra...
Ficção GeralNo se si lo que quiero es seguir viviendo, no se si este mundo está hecho para mí. Tal vez debería olvidarlo todo, y darme por vencida. Tal vez debería dejar de soñar, con algo que nunca va a llegar. Los príncipes no existen, y si existieron, ya d...
