Sonreí al despertar...
Sin quererlo, me había dormido a un costado del cuerpo agonizante de mi entrenador personal...
Me levanté con la tranquilidad que reinaba en mi vida desde hacia unos días...
Me voltee a ver a mi última víctima, se veía demasiado apacible...
Dormía con demasiada paz...
Su calma logró alterarme...
Me volví a girar hacia la mesa que había a un costado de la cama, y levante una pinza de entre los elementos que había en ella.
Miré nuevamente su cuerpo...
Su respiración acompasada...
La gasa que le había puesto donde se supone debería ir su miembro mutilado...
No quería que muriera desangrado mientras yo descansaba, así que paré el sangrado, momentáneamente...
Me alteraba su tranquilidad...
Sin pensarlo mucho, solté la pinza y agarre una enorme alicate, que había utilizado días atrás para cortar el candado que me impedía la entrada a mi nuevo hogar...
Inmediatamente corté uno de sus dedos del pie...
Él despertó intentando gritar, pero la mordaza que aún llevaba en su boca amortiguó el sonido...
"Buen día cariño, espero que hayas descansado, hoy tendrás un largo último día de vida..."
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A 3 metros bajo tierra...
Ficción GeneralNo se si lo que quiero es seguir viviendo, no se si este mundo está hecho para mí. Tal vez debería olvidarlo todo, y darme por vencida. Tal vez debería dejar de soñar, con algo que nunca va a llegar. Los príncipes no existen, y si existieron, ya d...
