Mis poemas entonaban canciones antes que las aves murieran en el negro cielo. Mis manos se aferraban a mi miembro viril y erecto. Me suicidaba una y otra vez imaginándome a mi exnovia Cynthia desnuda y despeinada; y con sus mechones cayendo sobre su rostro. En mi mente ella es ilógica y rebelde dejándose llevar por la velocidad del impulso.
¡Oh! Mis dedos frenan porque les tienen miedo a las salvajes curvas que vienen entre sus piernas. Mis gemidos reproducen su nombre hasta que quedo sin voz eyaculando con un último aire de placer; mientras que termino en lágrimas una vez más. ¿Acaso hay algo más triste que terminar llorando después de masturbarte?
Ya ésta agonía se había convertido en una rutina de cinco a seis veces por día. Poco a poco necesitaba desahogar las líneas de mis versos.
A pesar de que Violeta, mi amada maniquí celestial y yo; nos entregábamos a nuestros placeres todas las noches, me sentía vacío y triste.
Cada vez que terminábamos de hacer el amor me duele ver a Violeta, mientras ella mira el suelo sin decir nada. Yo la miro pensando. ¿Dónde está el amor que dijiste tener por mí?
Así es la locura, viene, se aprovecha de ti y se va.
Ya las sabanas no olían a amor sino a sucio sexo.
Mis vacaciones terminaron y continúe la universidad.
Las clases eran aburridas, estoy casi terminando mis estudios de licenciatura en arte.
En casi cinco años de estudio no he aprendido nada, los profesores que me dictan clases nunca han hecho en su vida una obra de arte, jamás han expuesto algo de creatividad en alguna galería.
Entonces. ¿Cómo era que un profesor que nunca ha hecho creaciones artísticas pueda dar clases de arte? Yo aún no puedo entender ésto.
¿Alguna vez en tu vida has sentido que has perdido el tiempo estudiando? No es tu culpa. Es culpa de los profesores que no saben dónde están parados.
En todo este tiempo, solo hice a un verdadero amigo "Roco Mcdaniel", él era el típico chico popular.
Él era perfecto; chico malo con motocicleta, chaquetas de cuero, peinados de última moda, cuerpo fornido y una sonrisa que devastaría a todas las hembras ovejas que desearan pecar.
¿Por qué las mujeres prefieren al chico malo y no al niño bueno? Simple. A ellas les gusta sentirse malas, estar con un chico que rompe reglas; les causa adrenalina y excitación.
Él estaba rodeado por ciento de mujeres, apostaría a que cualquier chica tendría fantasías sexuales con aquellos músculos bien trabajados que se enmarcaban en su vestimenta.
Él había tenido miles de novias y yo sólo dos; una chica virtual y un maniquí.
Después de clase; para Roco era una costumbre acercase y saludarme.
Tenía tiempo sin verlo, se apartó de todas las chicas y me saludó.
— ¿Cómo has estado, Gary? —preguntó él.
—Supongo que bien, ¿y tú?
— ¿Acaso no me ves lo bien que estoy?
Carcajeé sin deseos, sólo para seguir la fluida corriente de humor de aquel gracioso Roco. Me quedo en silencio sin saber qué responder.
— ¡Hermano! Usted necesita con urgencia ir a un burdel, ni te imaginas las niñas bellas que puedes encontrar —bufoneó él.
— ¡Un burdel! —exclamé con un aire de asombro alargando la palabra. Jamás en mi vida he estado en la cama con una mujer real, la idea me estaba convenciendo, pero nunca iría a un lugar como ésos. Estar con una de esas mujeres es contraer una enfermedad.
—Sí, un burdel, es lo máximo. Imagínate estar en un lugar donde tengas el poder de elegir con quién acostarte y con quién no. Lo necesitas Gary —dijo él con una cara de preocupación.
Su idea era muy atractiva, pero aun así no me imagino estar en un lugar como ese. —Este...
Él me interrumpió con su ronca voz.
—Así te ahorras todas las mentiras que hay que decirle a una mujer para llevártela a la cama —bufoneó él.
A pesar de todas las razones que me dio mi amigo, no logró convencerme. No sería capaz de engañar a mi amada novia, aunque sea una maniquí. Yo la respeto.
Mi cara expresó negación y de pronto Roco me entendió y no insistió más.
—Está bien, tú te lo pierdes —dijo él.
En ese instante, mi celular empezó a vibrar en la mochila.
Me alarmé, rebusqué en la mochila, me dejé guiar por la vibración y finalmente lo encontré. Esperaba que fuera alguien importante, el aparato no dejaba de sonar.
A continuación, me abismé en la pantalla y apareció algo inesperado. Era un número desconocido. ¿Quién era? Tenía un presentimiento. Una pequeña vocecita que me decía: «Es Cynthia, tu ex novia».
En esta descolorida vida siempre hay que saber tomar decisiones con sabiduría.
Las respuestas infantiles nos conduce por caminos dolorosos, pero las respuestas maduras nos guían por puertas correctas.
Guardé mi celular en el bolsillo de mi pantalón, hasta que en unos segundos dejó de vibrar.
— ¿Estás bien? —preguntó Roco al ver mi expresión.
—Sí —respondí.
Quería ir a algún lugar y despejar mi mente. Deseaba divorciarme por un eterno instante de la locura. Anhelaba perderme en algún sitio.
Iría a cualquiera; menos a los nefastos burdeles que mi amigo me propuso anteriormente.
— ¿A dónde irás ahora? —pregunté, perdiéndome por un momento en la duabilidad melancólica de los recuerdos de mi exnovia y los momentos que me hundo con mi maniquí.
Él dio varios pasos, se acercó a mí sin dudarlo. Estaba muy cerca de mí.
Mi corazón se paralizó por un instante, mis pensamientos se borraron y quedé totalmente en blanco.
—A donde tú quieras... —respondió él. Con una mirada perpetuando y penetrando todos los rincones de mi piel.
Mi olfato sintió su mentolado aliento, mientras que mis ojos se clavaban con los suyos.
—Broma —bufoneó él, apartándose de mí.
La conciencia volvió en mí, y carcajeé al mismo tiempo con él.
Era un maestro bromista, del circo más chistoso llamado vida.
—Necesito comprarme unos zapatos nuevos. ¿Me acompañas para algún Mall? —preguntó él.
—Está bien, vamos —respondí.
Mientras me encaminaba con él, saqué mi celular, busqué el número desconocido que me llamó y lo bloqueé permanentemente.
Atenderla seria insultarme a mí mismo y caer de nuevo en su juego romántico de mentiras.
En esta vida si tú no te respetas, nadie te va a respetar.
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Incorrectos
Mystery / ThrillerGary es un joven adicto a la soledad. Después de dejar a su novia, Cynthia, se ha abocado a sus ideas suicidas y macabras. Perdido, devastado y sin posibilidades; su vida fue recuperada cuando conoció a un pequeño rayo de luz llamada Violeta. Él te...