Las noches frustradas, adulteraban el pequeño cosmos de todas mis entrañas.
¿Si no cumplimos los deseos de nuestros padres, nos convertimos en criminales?
¿Si no cumplimos los sueños de nuestros familiares, nos llaman rebeldes?
¿Qué hay de nuestra felicidad? Tenemos que estudiar lo que nuestros padres nos obligan, casarnos con alguien del sexo opuesto, vestirnos de forma elegante; seguir una religión y creer en un Dios de letra y papel. No tenemos el derecho de pintarnos nuestros cuerpos y mucho menos; por sobre todas las cosas, no tenemos la libertad de hacer arte.
Si manifestamos nuestra alma y la convertimos en creatividad, música, letras, drama, sentimiento, danza, pintura y escultura. ¿Seremos llamados perdedores? En un mundo sin cultura, el genio es llamado fracasado y el mono coronado como campeón.
Mi niña interior dobló el trozo de un papel e hizo un barco mientras que recordaba aquellos años de mi infancia.
Soy Violeta, una pequeña princesa encerrada en el prohibido castillo de las reglas y decorada por las ambulantes estrellas.
Mis padres ofrecían sus vidas por una religión que, lentamente, consumía sus pobres espíritus.
Crecí bajo el techo de un hogar lleno de restricciones, deberes impuestos y santos bíblicos colgados en las paredes de mi cuarto, pero. ¿Qué debemos de hacer cuando tu corazón empieza amar a personas que no debes?
Me enamoré de mi mejor amiga de escuela, inevitablemente nuestros corazones se contagiaron uno al otro de amor. Era un pecado imperdonable. ¿Por qué la sociedad castiga a los enamorados? ¿Por qué los seres humanos han creado ese falso juicio de que Dios odia y no acepta a las personas de distintos géneros?
Ese beso entre ella y yo fue de despedida, una tragedia de muchos significados que eran más allá de cualquier cuento romántico, aún tenía cosas que decirle. Pero el adiós, era algo inevitable.
A veces, sólo son miradas la distancia que nos separan de nuestros sueños. Quizás debemos de discutir más con nosotros mismos para encontrar la luz, y después de que terminemos de explorar por aquel interno mundo conflictivo encontraremos la respuesta a nuestros polémicos destinos.
Ojala la vida fuera así de fácil, soplar y crear estrellas en un infectado cielo negro. Por más que corras, jamás podrás esconderte de la lengua del murmurador y de los ojos del necio.
Mis padres se enteraron que había tenido un romance con una chica de mi escuela.
La sonora música del caos empezó, con una miel de sesos y unas tangenciales cuerdas de locura.
La homosexualidad era un crimen y debía ser castigado.
Mis papás se crearon la idea de que tenía demonios por dentro, así que llamaron a sacerdotes y exorcizaron mi cuerpo diariamente.
Me decidieron la vida y me obligaban a ser novia de un chico que ellos mismos habían decidido.
Los hombres me dan asco, nunca me sentí atraída por ellos. Cuando besaba a mi pareja, quería desaparecer, era una sensación asquerosa que me provocaba vomitar.
No podía estar más con aquel hombre que mis padres me habían impuesto. Quería volar y ser libre como las estrellas de aquél hermano cielo arcoíris que apreciaba en mi ventana.
Los padres son capaces de hacer cualquier cosa por sus hijos. Esa es la verdad que más aprendí en mi vida. Toda madre y padre es capaz de todo por defender y cuidar a su hijo. Aquellos que abandonan a sus hijos son llamados malos padres, pero aquellos que desgracian la vida de su pequeña hija, simplemente no tiene nombre.
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Incorrectos
Mystery / ThrillerGary es un joven adicto a la soledad. Después de dejar a su novia, Cynthia, se ha abocado a sus ideas suicidas y macabras. Perdido, devastado y sin posibilidades; su vida fue recuperada cuando conoció a un pequeño rayo de luz llamada Violeta. Él te...