Después de un par de horas, desperté. Mi cabeza palpitaba violentamente, comprendí lo que había hecho. Un dolor terrible me quemaba por dentro, la casa me empezaba a dar vueltas. No tarde en darme cuenta que estaba bañado de sudor.
Mis sentidos recobraron la luz y se alertaron cuando mi celular empezó a vibrar.
A continuación, saqué mi aparato y contesté.
—Ya he cumplido mi parte —dije, con un tono débil en mi voz.
A continuación, escuche una fuerte carcajada. —Lo has hecho muy bien, te entregaré a Violeta, pero me gustaría preguntarte un par de cosas más. ¿Puedo? —dijo él en medio de otra espeluznante carcajada.
Yo sólo quería tener de vuelta a mi amada maniquí y a mi hermano Rake. Unas preguntas, sólo eso me separaba de mi querida familia. —Sí, adelante —respondí con una voz temblorosa.
Escuché cómo él se levantó de su silla, y claramente me imaginaba su mirada depresiva hacia la nada. — ¿Has visto a una mujer misteriosa en tus pesadillas, verdad? —preguntó él con un tono sepulcral y vacío en su voz.
Me helé por completo. —Si... —respondí, sólo pude articular aquella respuesta, estaba aterrado.
—Sientes que esa mujer te está persiguiendo. ¿Verdad? —preguntó él, con una voz serena y limpia. Nunca antes había escuchado ese tono en él.
Aquella mujer me aterraba, era el miedo más profundo de mi vida. Era mi temor más grande, me congelé, no pude responder.
Él siguió con sus preguntas.
— ¿Has tenido muchas visiones con esa mujer, verdad? —preguntó él.
No pude responder, el terror silenciaba todas mis palabras.
— ¿Has pensado alguna vez, que esa mujer de tus pesadillas y visiones sea la misma Violeta? —preguntó él, y al finalizar sonó de fondo al otro lado de la línea una canción instrumental, aquella notas musicales me paralizaron por completo. A continuación, entró un frío por mi espalda dorsal, mis dientes se movían temblando.
Mis venas reconocían aquella canción.
— ¿Recuerdas esta canción? Era la canción favorita de tu padre, la colocaban todos los días en tu casa —comentó él, mientras que me dediqué a escuchar aquella melodía que había olvidado por completo; al mismo tiempo que mis sentimientos se nublaron.
— ¿Acaso no recuerdas quién eres? —preguntó él.
La melodía hizo que entrara en un trance, mientras que mis ojos se abrieron y se rehusaban a cerrarse, sentía cómo se desprenderían de mi rostro en cualquier momento, al mismo tiempo que mi boca se abrió al aire, quedé paralizado y mudo.
Dentro de mi cráneo había un sonido de grifo, como si alguien hubiera presionado un interruptor, y lentamente todo mi cerebro se iluminó con unos recuerdos. Apareció la imagen borrosa de una niña con un rostro que reflejó que había perdido todo, se veía agotada, daba la impresión de que ella había perdido sus pensamientos, sus sueños, ella lo perdió todo.
Ella se miró al espejo. «Volaré por el cielo infinito, maldito el que tenga fe en la humanidad» ella se dijo a sí misma. Su voz se hacía más fría a medida que hablaba.
Aquella imagen se hacía más nítida, pintándose despacio, cobraba más color en mis memorias; aquella niña siguió hablando consigo misma: «Maldito el que cree que la felicidad y la libertad existen en este mundo», dijo ella mientras se arrancaba a la fuerza con sus manos todos sus cabellos.
Mi cuerpo entró en fiebre, cada célula en mi cuerpo se enfermó, no podía creer lo que estaba recordando.
—Así que lo estas recordando, grita tu nombre —ordenó El Mesías con una carcajada infernal.
Mientras que la imagen de aquella niña se pintó claramente, como la obra de arte más temible como hermosa; ella se acercó al espejo y siguió hablando con su reflejo. «El mundo consume tu esencia, la sociedad nunca deja que tus sueños se hagan realidad. A partir de ahora me llamaré Gary».
— ¡AAAAAARGGGHH! —mi alma gritó quebrándose lentamente bajo el peso de las palabras que tragué y recordé.
Me desplomé al suelo, el teléfono se me escapó de mis manos, pero mis oídos pudieron escuchar los gritos que se producían del otro lado de la línea.
— ¡GRITA TU NOMBRE! ¡GRITA TU NOMBRE! —sonaba al otro lado de la línea.
Mis palabras estaban vivas y se retorcían en mi vocabulario. Cerré los ojos, mis pensamientos se aclararon, mi vida era un engaño.
Así que tomé una decisión y me acepté.
—VIOLETA, SOY VIOLETA —grité como nunca antes, rompiendo las paredes ficticias del espacio y tiempo, destrozando las barreras del mundo que me había creado.
—Bienvenida, te extrañé. Nos vemos... —Se despidió El Mesías con una carcajada al otro lado de la línea. Al finalizar colgó.
Mis sentimientos estremecieron, mis lágrimas inundaron mi rostro al recordar el asesinato de mi propia identidad. He vivido todo este tiempo en una mentira. La mujer que veía en mis pesadillas, en mis visiones, la maniquí que amaba con todo mi ser. Todas ellas; eran una misma persona, era yo misma jugando a un juego de mentiras y autoengaño.
Yo soy Violeta, no Gary.
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Incorrectos
Mystery / ThrillerGary es un joven adicto a la soledad. Después de dejar a su novia, Cynthia, se ha abocado a sus ideas suicidas y macabras. Perdido, devastado y sin posibilidades; su vida fue recuperada cuando conoció a un pequeño rayo de luz llamada Violeta. Él te...