Otro Plano (Camren)

Parte 24. Espejismos

Miami, Estados Unidos.

-¡No! – Camila despertó de golpe, observando a su alrededor donde no encontró más que cuatro paredes blancas, típicas de hospitales, giró un poco la cabeza y justo a un costado estaba Brad, al verlo recordó los últimos sucesos y sintió como la cólera la invadió envenenando su sangre. – Eres un desgraciado, ¡maldito traidor!

-Mi amor, ¿De qué hablas? ¿Qué está pasando? – Dijo el chico sumido en una gran confusión lo que irritó mucho más a la castaña.

-¿Mi amor? – Lo imitó sorprendida. - ¡¿Dónde mierda está Lauren?! – Camila continuaba hablando furiosa mientras que el castaño no salía de su perplejidad.

-¿Lauren? ¿Quién es Lauren? – Le preguntó aún más confundido.

-¿A qué estás jugando? ¿A hacerte el imbécil? no tengo tiempo para tus estupideces, solo intenta hacer una cosa más en mi contra y no seré condescendiente contigo, ¿Comprendes? – Habló intentando incorporarse para salir de la cama pero Brad la detuvo con prisa. – Te haré polvo, Simpson. – Lo amenazó al final tratando de zafarse de sus brazos.

-Camila, acabas de tener un accidente, estuviste inconsciente por muchas horas, no creo que sea conveniente que te muevas de aquí.

-¿Accidente? ¿Ahora así le llamas? ¡Acaso se te olvidó que tú provocaste esto! – Exclamó cabreada.

-Mejor llamaré al doctor, no sé qué es lo que sucede contigo.

"Cuando abrí mis ojos creía que me encontraba dentro de una pesadilla, pero la verdad era que apenas despertaba de una... El doctor no explicó contundentemente la razón por la que se me dificultó diferenciar la realidad de mis sueños luego del estado de inconsciencia en el que me sumergió aquel accidente automovilístico. Yo me sentía viviendo la vida de otra persona, y la confusión no me abandonó hasta después de dos semanas, entonces admití que la historia no había sido más que un sueño, a pesar de que mi corazón me decía lo contrario... porque yo podía sentir su presencia como una sombra que me perseguía, como el oxígeno en el ambiente, Lauren tenía que estar en algún lugar de este mundo, ¿Dónde? Yo no tenía la menor idea y tampoco podía asegurar cabalmente su existencia, mi alma no tenía riendas y una grieta en mi pecho se incrementaba sin mesura."

Camila era una joven pianista y cantante cubana-americana, con la suerte de su lado la oportunidad de firmar contrato con alguna disquera no tardó en llamar a sus puertas. Su talento era palmario, por lo que no fue difícil que pusieran sus ojos sobre ella y decidieran lanzarla a la industria musical, cumpliendo de este modo el sueño de la novata chica... pero aquel accidente marcaría su existencia rotundamente, solo había sido un viaje que conectaba algún pasado de su vida, pero para ella significaba mucho más, Camila lo veía como una especie de revelación y desde entonces su mente estaba obsesionada con aquella pelinegra que le había robado el corazón hasta en los sueños...

Camila no tenía nada más en aquella habitación que su piano de cola, estaba sentada frente al teclado mientras su mente se empapaba de recuerdos por enésima vez. "Lauren tenía un salón muy parecido a este" pensó con su mirada clavada en el suelo, pero de inmediato sacudió su cabeza reprendiéndose a sí misma, porque aquello no había sido otra cosa más que un simple sueño ¿O no? Pero antes de pensar en la respuesta otra lágrima rebelde se escapó de sus ojos, su vida empezaba a parecer un fatídico laberinto, sin norte o sur, solo era ella extraviada en su propia dimensión. Con pesadez se levantó del banquillo acercándose al mueble del rincón que estaba ocupado por varios libros y fólderes, abarcando todo aquel material empleado durante sus años universitarios, los cuales contenían buenos y malos recuerdos, su colección y gran parte de su vida... Una vida completamente normal, sin lunáticas confabulaciones, ni padres dementes, ni pérfidos compañeros, en su realidad ella era una pianista no una asesina de oficio. La latina sonrió, por primera vez no envidiaba un aspecto que había desempeñado en sueño, por primera vez su vida le pareció mejor, sin embargo estaba segura de vivir cada uno de esos infiernos con tal de volver a ver aquellos ojos verdes... entonces era un hecho, Camila Cabello no lo había superado y no sabía a ciencia cierta si algún día lo haría.