caricias adictivas

Sushi.

[Nagisa]
La campana sonó y me preguntaba aún el porque no había asistido a las ultimas horas de clase, si lo que quería era saltarse el estudio supongo que no se presentara para intentar arreglar las cosas... de algun modo me siento decepcionado.

Camine colina abajo mientras contaba mi dinero para poder comprarme algo de comer, el ejercicio desperto mi hambre.

Karma apareció de detras mio acariciando mi cabello haciendome estremecer.

-No me esperaste.- dijo haciendo un puchero, muy tierno segun yo, pero debía mantener mi postura, Karma me ofendió, y me... lastimó.
-Pensé que no tenías planeado continuar con la charla-.
-claro que si, por eso e decidido llevarte a comer-.
-¿Por qué haz decidido eso sin preguntar?-. Aunque no podía negar que mi boca se "hizo agua" con tan solo fantasear la deliciosa comida.
-Porque se que te encanta el sushi-. Sonreí de lado y levante un poco mis cejas.
-Esta bien...vamos-. Me propuse a seguir caminando cuando su mano rozó con la mía.
-Permíteme llevarte de la mano, Amor-. Mi cara enrojecio cuando planto un beso en mi palma haciendome acariciar su mejilla, asentí, su calor, su voz, su respiración, todo el me hace querer caer, "No, Nagisa, lo unico que haremos sera ir a comer y hablar sobre lo que paso, no te precipites" una voz en mi cabeza resonaba, pero si tan solo Karma se acercara a mis labios ignoraría cualquier tipo de conciencia coherente y lo besaría, lo besaría tan apasionadamente que se me olvidaría el mundo entero con tan solo fundir nuestros labios en un beso.

Pero no lo hizo.

Llegamos al restaurante me senté justo enfrente de el, no quería recordar como a sangre fría golpeo a Tadashi, pero me era inevitable, no fue necesario pedir la comida el mesero al vernos llevo justo mi platillo preferido.
-No fuí a lo que restaba de la clase, necesitaba planear esto, no podía disculparme así como así-.
Escuchaba sus palabras atento pero me era incomodo como los demas clientes miraban nuestras heridas murmurando acerca de ellas o quizas de nosotros.
Ya me encontraba yo comiendo mientras en cada bocado admiraba lo perfecto que era Karma, mientras el no me quitaba la vista de encima con una mirada que me hacía sentir como su mas preciado tesoro.

-Nagisa, porfavor, te pido desde mi corazón que me perdones-. Su telefono sonó por unos segundos.

-T-tu telefono, Karma-. Comenzaba a tartamudear.

El mesero llego con un pastel de frutillas, su favorito y lo puso frente a mi.
-Creo que esto es tuyo-. Dije tratando de arrastrar el plato por encima de la mesa hacía el.
-No. Es tuyo, miralo-.
Mire una pedazo de papel en el pastel y lo mire extrañado.
-Abrelo-.

"Actúe como un idiota, no te quiero perder, perdoname, Te amo"

Despues de leerlo lo deje en la mesa, recorde aquella brutal escena que había presenciado, ese "karma" que me hizo dudar de mi novio, el rostro de dolor de Tadashi, el sonido imprescindible de mi corazón rompiendose, con mis puños golpee la mesa, me puse de pie mirandolo directo a los ojos y ...

Lo bese.