Una noche cualquiera.

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karma dejo su teléfono en mi habitación mientras yo buscaba algo para cocinar, ¿sopa de verduras estará bien?, comencé a buscar los ingredientes; actualmente soy el que cocina para mi padre pero eso solo sucede en la tarde y en la noche, el prepara mis alimentos en la mañana y en sus días de descanso.

De niño mi madre no me daba datos o siquiera me dijo de la existencia de mi tía, tengo recuerdos vagos de ella de infante, no se lo que paso entre ellas, solo se que mi madre no la puede ver sin comenzar una pelea, sin embargo eso no impidió que ella y yo formáramos fuertes lazos.

a pesar de ser una mujer realmente bella, sus relaciones nunca duran, me ah tocado tener que limpiar las lagrimas de su rostro al ver como un amor se aleja de su vida, nos cuidamos y apoyamos mutuamente.

karma me abrazó por detrás haciéndome estremecer, "¿qué cocinas que huele delicioso?", "so-sopa de verduras" conteste temeroso que dijera que no quería comer eso, "excelente, yo pongo la mesa" besó mi mejilla y se fue a buscar los platos, deje que la comida hirviera y me senté junto a el, en el sillón.

"Nagisa" pronunció acercándose hacía mí obteniendo mi atención, "quiero unir mi cuerpo al de Nagisa" haciendo que me sonrojara al más no poder, ¿acaso el cuarto se hizo más chico?, alguien abra la ventana por favor, antes de que pudiera abrir mi boca, plantó un beso en mis labios, "esperare a que estés listo" susurro en mi oído, sonriendo.

Entre besos y risas por poco termino dejando incomible a la cena, serví los platos, cuando de pronto abrió la puerta mi tía quien venía con sus mejillas rojas "lo vi, estaba ahí, "el sombrero rojo" incluso me miró", karma me miraba extrañado preocupado de ver a una dama en el suelo tallándose los ojos llorando tal niño pequeño, guíe a mi tía a su habitación donde en una charola le lleve su cena, haciendo aparecer una sonrisa en su rostro, cerré la puerta y le explique a karma lo que sucedió.

"se topo a uno de sus ex amores" solté sin más, el entendió de inmediato pero preguntó rápidamente "¿y tu como actúas cuando vez a tus ex's?" me quede sin habla y no porque no quisiera hablar, sino que nunca me había venido eso a la mente, " no lo se...", supuse que esa no era la respuesta que esperaba al ver como bajaba su rostro y seguía comiendo.

Se despidió de mi, besando mi frente, mis mejillas, y al final fundiendo sus labios en los míos, "te llamare, adiós", apenas cerré la puerta me llegó su llamada, haciéndome reír un poco, "si?", "¿muy pronto?" su tono de voz me dijo que sonreía, "muy tarde diría yo" 

llevando nuestra llamada a mi alcoba pude oír como se dormía poco a poco, cuando al fin el silencio predomino al otro lado del teléfono, me despedí de el, sin estar seguro si podría escucharme aún o si mi voz ya era parte de algún sueño, "Descansa...amor".




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