Después de dos años de contraer matrimonio, Jaebum y Youngjae tomaron una de las decisiones más importantes de su vida: adoptar. Recién en 2020 la homosexualidad estaba siendo aceptada en Corea, y ninguno de los dos desaprovecharía esa oportunidad.
Llegaron emocionados al orfanato. La mujer de la recepción los recibió con una sonrisa en el rostro.
—Es raro ver a chicos tan jóvenes y guapos adoptando— ambos le devolvieron la sonrisa— por aquí.
Siguieron a la mujer mientras ésta llamaba a un grupo de niños. Todos se presentaron ante Jaebum y Youngjae, eran adorables, pero ninguno logró convencer a la pareja, eran demasiado grandes y ellos buscaban criar a un pequeñoPensaban ir a otro orfanato, pero llegó una de las ayudantes con un bebé muy risueño entre sus brazos. Youngjae de inmediato fue cautivado por el pequeño.
—¿El también...?— la recepcionista observó a la chica con el bebé en brazos y sonrió.
—Verán... Ese bebé es de Mina, pero no puede cuidarlo, y lamentablemente nadie quiere adoptarlo porque "es demasiada responsabilidad"— los ojos de Youngjae se iluminaron.
—Jaebumie...— el menor miró a su pareja con esos típicos ojitos que obligaban a Jaebum a decir que sí.
—¿Deberíamos comenzar ya con los trámites?— tanto la recepcionista como Mina sonrieron ilusionadas y guiaron a ambos hasta la oficina.
Firmaron muchos papeles, esperaron a que Mina se despidiera de su bebé y todo estuvo listo.
Eran oficialmente padres de un bebé precioso.
Un par de meses pasaron desde aquel día, ambos se volvieron increíblemente unidos al bebé, le enseñaron muchas cosas, aunque apenas tenía un año y un par de meses ya conocía muchas palabras.
—Papi Jae— ambos padres se giraron hacia su bebé— papi Jae grande— ésta vez solo Jaebum prestó atención.
—¿Que pasa mi vida?— el pequeño levantó sus bracitos, dándole a entender a Jaebum que quería ser cargado.
—Gira papi, ¡Gira!— Jaebum sonrió y comenzó a girar con su bebé en brazos. Youngjae por su parte miraba la escena encantado.
—Dios mío, ésto es precioso, voy por la cámara— se levantó del sofá y corrió hacia el mueble donde tenía guardado el aparato.
—Papi Jae pequeño está loco ¿No?
—¡Papi loco!— el pequeño rió junto a sus padres.
Después de un día de solo risas y diversión, el pequeño terminó completamente agotado, no era diferente para ambos padres.
Fueron juntos a la cama del pequeño para arroparlo y posteriormente fueron a la suya.
—Jaebumie...— el mencionado observó a su pareja.
—¿Qué pasó mi amor?— Youngjae se acercó al cuerpo de Jaebum y se acurrucó entre sus brazos.
—Soy muy feliz... Te amo— el corazón del mayor latió con fuerza y abrazó aún más a su pareja.
—Te amo aun más, bebé.
Youngjae se durmió recibiendo caricias por parte de Jaebum, éste cerró sus ojos también sintiendo la suavidad del menor.
La mañana siguiente fue algo extraña, Youngjae no despertó gracias a las caricias de su pareja, sino gracias al gran frío que sintió. Se levantó de golpe y notó el lugar vacío a su lado.
Vio a su pequeño despierto y le sonrió.
—Jun, ¿Dónde está papi?
—Papi afuera.