El avión ya había aterrizado, ambos ya se encontraban con sus maletas en manos, en silencio, Brandon tenía algo de vergüenza, siempre se manejaba por sus impulsos, mientras Ryan solo pensaba en como podría ser gay, no sabía si enojarse con el chico o agradecerle, pues le ayudó a responder sus dudas lo mejor sería agradecerle, además, no le molestaba para nada pero sentía miedo por lo que podría avecinarse.
-Perdón
-GraciasDijieron al unísono, sus caras eran de asombro.
- ¿Porqué gracias?- Preguntó Brandon confundido- Sí yo te obligué a algo que no quisiste hacer, me dejé llevar sin importarme si tú querías o no.
- Porque gracias, a tí acabo de descubrir que soy gay, nunca me excitaba con las mujeres, y nunca había estado con otro hombre, pensé que tenía una enfermedad, pero el médico me dijo que no tenía ninguna, hasta que me hiciste eso, me sorprendí y me asusté a la vez de tener una erección con un hombre, pero me sorprendí más el que me hubiera gustado por eso te digo gracias.
- Entonces... ¿no estás enojado?- Preguntó didutativo después de procesar lo que ha dicho el chico rubio.
- Claro que no- Le respondió sonriendo, hasta que sintió como Brandon se le lanzó encima en un abrazo que el con gusto lo recibió apretándolo más a él, y sin querer tocando sus partes íntimas.
- Gracias por la confianza- susurró cálido Brandon en su oído mientras le mordía la oreja.
- ¡Ahh! - Gimió- eres un desconocido, no hay manera de que me reserve, es algo extraño en mí, además, hablando de desconocidos ¿por cuánto son tús vacaciones?- En la cara de Ryan se mostraba un poco de tristeza.
- No lo sé, por el tiempo que sea, hasta que me aburra, creo que esta es la despedida, ¿no?
Y era la pregunta más difícil, que ninguno quería llegar a hacer, un loco conocido en menos de dos días, que cambiaron su vida u mente mutuamente.
- Esta es la despedida- Dijo Ryan agachando la cabeza, aferrándose a la maleta verde fosforescente con gris.
Se miraron, y sus caras no eran para nada de felicidad, hasta que... Se lanzaron a un cálido abrazo nuevamente, de esos que todos desean, pero que jamás se obtienen, no de la persona que se quiere, no cuando se necesita realmente, no cuando deben partir por caminos diferentes, pero ellos eran la excepción, ellos se permitieron transmitir sus emociones, como ese cariño que generaron en el avión hasta esa dura despedida que les llevará lejos, haciendo de ese abrazo como los verdaderos abrazos que se dan los amigos de la infancia, esos niños son tan puros y verdaderos, que a la hora de demostrar afecto lo hacen con un cariño sincero, esos niños que deberían ser el ejemplo para los adultos y no al revés.
Al terminar el abrazo, Ryan sintió como fuertemente tomaban su cuello y..... Lo besaban, se ruborizó, se sintió muy tonto al ruborizarse, ya estaba muy grande, parecía niña viendo a un mocoso sacándose los mocos, no importaba como fuese el niño de desagradable, si le gusta le gusta y eso no lo cambiaría... Pero... Disfrutó ese beso como si fuera el último, y literalmente podía ser el último.
Cuando acabó el beso, se hecharon una última mirada y se fueron, no querían volver a ver a atrás, pero lo hicieron, y aunque querían regresar corriendo no podían, porque debían seguir con sus vidas, uno con su matrimonio y el funeral de su padre y el otro con sus "maravillosas" vacaciones.
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⬛Padre Adolescente▪
RomanceLa rosa en un jarrón de agua contaminada nos deja ver que el tallo es fuerte a pesar de la mugre apestosa que lo mantiene vivo, que lo ha hecho sobrevivir durante un tiempo. Soy muy intensa, descriptiva y contradictoria a la hora de escribir. +18