J y A se encontraba ubicada en una gran torre de oficinas y ocupábamos el piso 11. Era todo gris y estéril.
Pero esto, era totalmente diferente. Era un lugar de una planta. Parecía más un resguardo militar que una empresa. Totalmente gris por fuera. Pero una vez dentro una explosión de color surgía. Amarillo, rojo, azul, verde, toda la gama de color en las paredes, los cuadros, las mesas.
Estuve totalmente sorprendida cuando puse un pie adentro. Creo que estuve por lo menos 5 minutos con la boca abierta mirando todo lo que se me cruzaba.
Cuando me di cuenta que había estado en estado zombie por más tiempo del que hubiera querido, reaccione y me acerque a la recepción. Una linda muchacha morena me recibió con una sonrisa en su rostro y me pregunto a quién deseaba ver. Le respondí que tenía una cita con Mónica Salcedo, llamo a alguien por el teléfono y me pidió que esperara.
Seguía tan envuelta mirando a todo lado que no me di cuenta cuando una rubia se paró al frente mío.
- ¿Verónica? – pregunto.
- Sí, mucho gusto – le di la mano a la rubia – Supongo que usted es Mónica.
- Exacto, mucho gusto también de conocerla. Vamos, pasemos por aquí.
Pasamos la recepción hacia un pasillo largo y entramos en la primera oficina que encontramos al llegar al fondo. Era una oficina común pero tenía un poco de arte que la hacía destacarse.
- Siéntate por favor.
- Gracias – le dije haciéndolo.
- Bueno, ahora si las presentación formales. Mi nombre es Mónica Salcedo, soy la encargada del personal aquí y bienvenida a Floos.
- Gracias.
- Estamos buscando un publicista con urgencia ya que un personaje de nuestro equipo decidió abandonarnos, y nos pareció que eras una opción acertada.
- Bueno, sin ánimo de parecer pesimista, estuve revisando un poco en la red sobre lo que ustedes hacen y me pareció totalmente diferente a lo que hacía en mi anterior empresa.
- Mira, más que fijarnos en la empresa en la que trabajaste, nos gusta mucho más mirar el portafolio de los creativos. Hay cosas muy buenas ahí que van por el camino de la empresa. Claro está que el trabajo que hiciste los últimos años es más tradicional ¿Trabajabas en J y A, no es así? – asentí – Ellos han hecho grandes campañas y también tuvimos en cuenta eso. Tuviste muy buenas notas en la universidad, te graduaste con honores y el esfuerzo está muy valorado aquí también.
- Oh, gracias – dije sonriéndole.
- Tengo que hacerte algunas preguntas necesarias y luego podremos ir a dar una vuelta por la empresa ¿está bien?
- Súper.
- No he tenido la oportunidad de llamar a J y A y en realidad quería hablar contigo antes. Tengo entendido que renunciaste a tu puesto allí – asentí una vez más, parecía una muñeca – Me podrías contar por qué.
- Claro, voy a ser totalmente sincera. Llevaba 3 años trabajando para ellos y no sentía que evolucionaba en el puesto, nunca tuve la oportunidad de estar a cargo de una campaña, aunque cómo pudiste ver en mi portafolio aportaba mucho a ellas sin ningún reconocimiento. Siento que estaba desperdiciando mi potencial con ellos.
- Entiendo, he escuchado que son muy tradicionalistas.
- Si, así es. Era un ambiente pesado, competitivo, para nada mi tipo de ambiente.
- ¿Y entonces por qué estuviste tanto tiempo con ellos? – pregunto interesada.
- Creo que hasta hace poco tiempo tenía mucha influencia lo que las personas pensaban de mí y lo que esperaban. Así que me quede mucho tiempo ahí porque era seguro y fácil, y lo que se podía decir correcto. Pero ya no aguante más.
- Ok, y ¿crees que el ambiente aquí va más contigo?
- Por lo poco que he visto, sí.
- Pues según lo que me has contado, podríamos decir que es un ambiente más relajado pero no por eso más simple, ni menos laborable. Nos tomamos muy enserio las campañas y los clientes.
- Y yo no podría estar más de acuerdo en eso. Creo que en la vida yo soy la única que quiere trabajar y pido realmente trabajo – me reí.
- Eso es bueno... Te parece si vamos a recorrer la empresa y luego hablamos sobre la decisión que debemos tomar.
- Totalmente de acuerdo – afirme.
Salimos de su oficina y llegamos al final del pasillo. Era un espacio grande, amplio e iluminado. Al lado derecho se encontraba la sesión de creativos. Había unas tres mesas amplias con sillas y gente trabajando en ella. Al lado izquierdo había otra estación de trabajo donde según Mónica, se ubicaban los diseñadores, dibujantes y fotógrafos que se hallaban de un lado al otro trabajando. Si seguíamos caminando encontrábamos la cafetería, y varias oficinas, entre ellas del que sería mi jefe, el contador y el dueño de la empresa.
La empresa tenía un buen ambiente. A pesar que todos estaban trabajando, hablaban y sonreían algunas veces. Lo diseñadores mostraban sus creaciones a los demás pidiendo consejos e igual con los creativos. No era como en J y A, que no hablábamos, ni nos mirábamos, tan solo respirábamos. Aquí era totalmente diferente y se notaba tan solo al poner un pie en la sala.
Algunos de los que estaban trabajando volteaban a mirarnos cuando pasábamos con curiosidad pero nadie pregunto nada.
Una vez terminado el tour volvimos a su oficina y vino la pregunta difícil.
- Buena, ya conociste la empresa. ¿Qué te pareció?
- Tiene un buen ambiente – dije sonriendo.
- Eso nos dicen. A riesgo de sonar cliché, le apuntamos a una empresa que se centra más en las relaciones humanas que otra cosa. Que haya un ambiente cálido y amistoso es muy importante para nosotros. Y sobre todo un ambiente que sea fácil porque lo más importante es que nuestros creativos puedan trabajar bien.
- Se nota – afirme no hallando más que decir.
- Y aquí va la pregunta del millón ¿Estarías dispuesta a mudarte aquí para trabajar con nosotros? Este sería tu pago – lo escribió en un trozo de papel. Era prácticamente lo mismo que ganaba en J y A, por un ambiente más relajado y podía encontrar algo aquí que estuviera dentro de mi presupuesto.
No había realmente nada que me atara a esa ciudad. Lo único constante en mi vida por 4 años había sido James, mis padres y mi trabajo. No tenía trabajo. No tenía a James, y mis padres no es que me quisieran mucho en su vida sino hacia lo que ellos me dijeran, así que ¿Qué me ataba?
- Creo que sí – le respondí finalmente.
- ¿Crees o sí?
- Sí, estoy dispuesta a mudarme – sonreí.
- Gracias, debía tener esa respuesta antes de ir a hablar con los jefes. Por mi empezarías a trabajar mañana mismo y les voy a hablar muy bien a ellos sobre ti, por algo soy la encargada del personal y me tienen confianza. Ellos son los que toman la decisión final pero sé que la respuesta será sí. Mañana mismo me reuniré con ellos para que tengas la respuesta lo antes posible porque también te necesitamos rápido.
- Estaré esperando tu llamada entonces.
Me pare de mi silla y le di la mano a Mónica por todo lo que había hecho por mí esa tarde. Salí de su oficina y recorrí el mismo pasillo por el que había entrado. Me despedí de la recepcionista y cuando puse un pie afuera de Floos me sentí una persona feliz, confiada, orgullosa de mi misma, como hace rato no lo sentía.
PERDÓN POR NO SUBIR EL CAPITULO AYER PERO NO ESTUVE EN MI CASA HASTA TARDE, PERO AQUÍ LO TIENEN!!!!
ESTÁS LEYENDO
Volver a empezar
Teen Fiction"Mi día no había salido para nada bien. Mi despertador no había sonado, mi auto se había demorado en prender, el ascensor no llegaba, mi jefe me había buscado a primera hora de la mañana y yo no había estado, el café se había regado en mi blusa bla...