Fuimos a un restaurante cerca de la oficina muy bueno según él, yo estaba abierta a todo pues seguía sin conocer cada rincón de la ciudad, quería conocer cosas así que cuando me dio la sugerencia de una dije que sí.
Era un pequeño restaurante italiano, donde según Jonathan hacían la mejor pasta casera del mundo.
Cuando entramos, el mesero ya lo conocía, así que nos dio una buena mesa con vista al jardín.
Pedí pasta carbonara y Jonathan pasta Alfredo, con agua para bajar las calorías. Siii, claro...
- ¿Así que nunca te habías emborrachado? – fue lo primero que pregunto una vez el mesero nos dejó solos.
- No
- ¿Ahora si me vas a responder cuántos años tienes? – asentí.
- 26.
- 26 años sin haber experimentado una resaca – dijo con un toque de humor.
- Ni que hubiera podido tomar desde que nací.
- Igual son ¿qué? ¿8 años?
- Si - asentí riéndome.
- ¿Tus amigos nunca te sacaban de fiesta?
- De hecho no tenia, tengo, muchos amigos...
- Y eso se debe a... - no hizo la pregunta con malicia más bien con curiosidad.
- No tenía muchos amigos en la secundaria y una vez que salí de allí me enfoque mucho en la universidad, así que no salía a fiestas ni nada.
- Waooo eso es nuevo para mí.
- Me imagino - dije levantando una ceja.
- Lo siento, es que es raro conocer a alguien que nunca se había emborrachado.
- Si, esa soy yo.
- ¿Y luego de la universidad? ¿El trabajo te absorbió?
- El trabajo y mi novio, él era más de tomar vino y de reuniones con amigos y como el vino nunca fue lo mío, decidía pasar.
- ¿Y ese novio? ¿Todavía está en el cuadro? - negué con la cabeza, todavía no me sentía demasiado preparada para compartir esa parte de mi pasado.
En ese momento la comida llego, en realidad se veía muy bueno, así que no espere nada para clavar mi tenedor en el plato y meterlo en mi boca.
Era una gran pasta, y se notaba que era totalmente casera, podías sentir el aroma y el sabor hogareño.
- Hacen la pasta a mano, lo que le da el sabor, y también todos los aderezos, además utilizan ingredientes orgánicos, lo que hace que todo sea mucho más fresco - explico Jonathan al ver mi cara.
- Se nota, esta delicioso.
Nos quedamos unos minutos en silencio simplemente saboreando nuestra pasta.
- Así que, ya sabemos que te mudaste desde lejos ¿qué te trajo aquí?
- Necesitaba un nuevo trabajo.
- ¿Pero mudarte? ¿No fue difícil?
- Digamos que el trabajo llego en un momento de mi vida donde necesitaba un cambio, así que no fue tan difícil para mí, fue más bien relajante.
- Eso me parece bien, a la mayoría de las personas les resulta atemorizante los cambios.
- Créeme que yo soy una de ellas - reí - pero era mucho más atemorizante quedarme donde estaba.
- ¿Y tu familia? ¿No los extrañas?
- Va a sonar raro pero ellos fueron una de las razones por las que me fui - hizo una cara extraña al escuchar esa parte de mi historia - No sé si me entiendas, pero mi familia es muy difícil y necesitaba distancia.
- No, no te entiendo - dijo pero río, no me estaba juzgando - Pero no todas las familias son de ensueño ¿no?
- No.
- Así que te fuiste, dejaste a tu novio y tu trabajo, a tu familia, ese fue un gran cambio.
- Sí, pero un gran cambio que necesitaba.
- Me alegro que hubieras venido aquí - dijo mirándome a los ojos.
"A mí también me alegra" pensé, pero no dije nada. Después de eso seguimos comiendo tranquilamente.
Una vez que acabamos, Jonathan dijo que debíamos pedir un postre, le dije que estaba exagerando porque yo iba a pagar y aunque río, dijo que enserio tenía que probar el pie de limón, así que pedimos uno para dos porque mi estómago estaba por reventar.
Cuando trajeron el postre con dos cucharitas tenía muy buena pinta, tome la mía y la clave en el pie y lo lleve a mi boca.
No había probado nunca algo tan delicioso, tenía el exacto contraste entre dulce y ácido. Era como estar en el cielo.
Luego de eso llamamos al mesero para pagar pero aunque se suponía que yo le debía el almuerzo al final no me dejo pagarlo.
Me indigne un poco porque no creí que fuera de los hombres que no dejaban que las mujeres invitaran y me dijo que la próxima pagaba yo ¿habría próxima salida? La había pasado bien con él, pero lo único que podría brindarle era una amistad y no sabía en qué página se encontraba el.
Por otro lado no quería parecer prepotente pensando que él quería salir conmigo o conquistarme, tal vez solo quería ser mi amigo y yo le estaba buscando 20 patas al gato donde no había.
Así que no dije nada, le sonreí, le di las gracias y volvimos al trabajo.
PERDÓN PERDÓN PERDÓN TODAVIA ES LUNES!!! HABIA DEJADO EL CAPITULO EN BORRADOR PORQUE NO ESTOY EN MI CIUDAD Y SE ME HABIA OLVIDADO QUE ES LUNES 😂😂😂😂 PERO AQUI ESTA, ACTUALIZACIÓN DE SEMANA SANTA!!! DISFRUTEN!!!
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Volver a empezar
Teen Fiction"Mi día no había salido para nada bien. Mi despertador no había sonado, mi auto se había demorado en prender, el ascensor no llegaba, mi jefe me había buscado a primera hora de la mañana y yo no había estado, el café se había regado en mi blusa bla...