Capitulo 15

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Cuando me senté al lado de Pía para seguir trabajando sabía que tenía preguntas por la forma en que me miraba. Seguí haciendo mis cosas, un poco haciéndome la loca.

A las 5 de la tarde por fin Pía exploto. Jonathan la había llamado a decirle que nos íbamos a almorzar juntos y sabía que algo había pasado, solo que hasta el momento no le había querido decir nada.

Pía había sido una gran compañera, quizás hasta una nueva y buena amiga y era hora de contarle la historia completa. Así que la invite a comer algo para hablar con ella.

Acepto ir conmigo solo si después nos reuníamos con los chicos en Bar's, le recordé que al día siguiente tenía un viaje y que no podía quedarme hasta tarde fuera, pero dijo que nos iríamos temprano, así que le seguí la corriente.

Fuimos a un restaurante en el centro donde vendían pizza, según Pía la mejor de la ciudad. Hace tiempo había querido simplemente sentarme a comer una pizza con cola y no pensar en nada más.

Pedimos una pizza margarita para las dos y dos cocas.

- Ahora si me vas a contar que paso hoy en Floos.

- No me digas que el chisme completo ya no recorrió la empresa – le pregunte con sarna.

- Claro que no – dijo – no somos ese tipo de empresa ¿todavía no nos conoces?

- Lo siento – dije arrepentida.

- Rebeca solo me dijo que habías estado peleando con este tipo que te fue a buscar, pero porque la presione, créeme, la presione, y que te habías ido después con Jonathan, cosa que ya sabía porque el mismo me llamo, pero no se absolutamente nada más.

- Bueno, el tipo que fue a buscarme era mi ex.

- ¿Y no terminaron bien?... – reflexiono un poco – que pregunta tan estúpida, que ex's terminan bien... no terminaron bien – afirmo.

- No.

- ¿Y por qué fue a buscarte?

- Ni idea, quizás quería seguir manipulándome, aunque termine con él, o quería burlarse porque mi vida no es perfecta como lo era estando con él, según su versión y la de mis padres. O no sé, simplemente está loco, como estoy segura que lo está – me reí.

- No entiendo, que fue lo que realmente paso.

Volví a contarle la misma historia a Pía, la que le había contado a Jonathan ese mismo medio día. Como había sido mi vida estos 26 años, la relación con mis padres, los cuatro años que pase con James, mi trabajo y escucho con atención, igual que Jonathan.

Era bueno tener personas con las que contar, que me escucharan y entendieran. Nunca las había tenido y en esta nueva vida, tenía varios.

- Waoooo, lo siento mucho Vero.

- No hay nada que sentir, todo eso me llevo hasta donde estoy en este momento, y no me arrepiento.

- Eso es cierto, pero ufff, no me imagino tener una familia así, mis padres siempre me han apoyado y me han dejado ser como he querido.

- Ojala yo pudiera decir eso mismo, pero mi vida no fue rosas.

- Ya lo veo, pero lo importante es que ahora estas aquí, sacaste a las personas toxicas de tu vida, y tienes nuevas en ella, y sin ánimo de parecer ególatra, somos mucho mejores.

- Eso es cierto – reímos.

La pizza llego y se veía realmente provocativa, así que nos la comimos toda. Estaba verdaderamente deliciosa.

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