¿Quién prendió todas las luces del planeta? ¿Por qué sentía que la cabeza me iba a explotar? Y ¿Por qué no tenía un vaso de agua esperando por mí?
Los ojos no se abrían por si solo por más que los forzara. Parecía que no había descansado en 3 años y mi boca sabia a pasto, aunque en realidad no supiera a que sabia el pasto. Ahhh y mis racionalizaciones eran muy malas.
¿Qué había pasado? No tenía idea.
Con los minutos la noche anterior volvió a mí. La fiesta. La cantidad de cócteles y cervezas que tome ¿Por qué nadie me paro? ¿Por qué nadie me dijo que no debía mezclar? Afortunadamente era sábado porque era bien sabido que moriría.
¿Cómo llegue a casa?
Luego recordé a Jonathan, una voz muy lejana en mi cabeza me decía que él me había traído a casa, pero no recordaba nada de eso.
Cuando logre abrir mis ojos, encontré un vaso de agua en mi mesa de noche, gracias a dios por eso ¿pero quién la puso ahí?
Oh por dios y ¿Por qué estaba desnuda? ¿Qué hice? Llegue a mi casa, y no lo recuerdo, alguien estuvo aquí y no lo recuerdo, me desnude ¿o desnudaron? Y no lo recuerdo
¿Qué paso ayer?
Realmente me sentía como en la película ¿Por qué nunca nadie me dijo que tomar era tan terrorífico? Realmente no quería hacer nada con mi vida. Solo quería enterrarme profundamente en mi cama, debajo de mis cobijas y no despertar jamás.
Uno minutos después mi panza rugió. No había comido nada desde ayer antes de salir, por lo menos no había perdido el apetito por la resaca, sino sería capaz de matar a alguien.
Así que si, mis planes de quedarme por siempre en mi cama no iban a funcionar.
Me pare al baño, lave mis dientes y cometí el error de mirarme al espejo. ¿Quién era ella y que había hecho conmigo? Tenía el pelo totalmente alborotado, ojeras debajo de mis ojos, el maquillaje corrido, los ojos chiquitos y no me reconocí.
Una vez que lave bien mi cara y cepille mi pelo quede un poco mejor, solo un poco.
Corrí a la cocina porque en ese preciso momento podía comerme un caballo. Saque unos huevos y me hice una gran tortilla. Magnifico. Me serví con pan y una taza llena de café negro, necesitaba poción para despertar más.
Una vez que comí todo me sentí mejor, lo único que faltaba era ducharme para parecer una persona totalmente normal.
Así que me dirigí a la ducha y tome un baño relajante de nuevo para eliminar todo el alcohol que tenía encima.
Cuando salí me sentí totalmente renovada por fin. Me puse una pijama, me tire al sofá, prendí el tv y me deje ir.
Los fines de semana siempre habían sido los días para mí. Hacia pereza todo lo que quería, pedía domicilio y dejaba que la vida pasara sin estresarme. Hasta que James llegaba, me hacía levantarme de mi sofá favorito para que lo acompañara a algún lugar caro o así. Odiaba esos momentos. Hacía que mis días perdieran sentido total.
Pero ya no estaba con James así que podía hacer lo que me viniera en gana. A la hora del almuerzo pedí comida china y disfrute como nunca. Luego me la pase viendo películas todo el día. Esta era la vida que merecía.
A eso de las 7 de la noche sonó mi teléfono. "Mónica" anunciaba mi contestador. Qué raro, habíamos hablado en la oficina y salido a almorzar algunas veces pero siempre estábamos demasiado ocupadas para hacer algo más.
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Volver a empezar
Teen Fiction"Mi día no había salido para nada bien. Mi despertador no había sonado, mi auto se había demorado en prender, el ascensor no llegaba, mi jefe me había buscado a primera hora de la mañana y yo no había estado, el café se había regado en mi blusa bla...