Twelve.

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💌💟Valentine Day💟💌

Me desperté con mis ánimos por el suelo, quizás porque sentía fiebre, mi rutina mañanera como todos los días me hacía poner de peor manera, todo lo que pase haría de cualquier forma que mí humor empeore.

— No. -le dije a Dahyun cuando la vi venir hacía mi- no estoy de humor.

— Feliz San Valentín, YeWon..

Todo el mundo estaba agitado, había chicos en la escuela, ligando, caminando, veía todo rosa porque literal la decoración era rosada ¿Jin eres tú?

— No puedo creerlo.. -Vi desde la entrada que en mi mesa había cartas.

— Eres bastante solicitada, pensé que no te darían nada.

— Que cruel, sabes que yo soy genial, YoonJi.

Efectivamente habían al menos unas seis, como todos los años.

Narra YoonJi.

Llegué a la escuela temprano para poder dejar la maldita carta en la mesa, supuse que habría mucha gente así que debía prepararme para la discreción.
Cuando pude entrar al salón me acerqué a la mesa de YeWon, pero no estaba vacía habían unas cuantas cartas, así que solo la dejé ahí.
La vi entrar con cara de mal humor y ojeras en cuanto me senté.

— No puedo creerlo...

Reí, ¿Era la primera vez que le sucedía?
No, no era la primera, ella explicó que detesta este día, declaraciones que odia rechazar, en el fondo tiene corazón aún que no parezca.
Me llamaba la atención aquella carta roja aún así a ella no le interesaba en lo más mínimo.

— Lee esta -le mostré la carta que yo le había dejado- parece buena.

— Bien..

Comenzó a leer con la misma cara de odio pero poco a poco fue cambiando, terminó mirando con asombro la carta.

— Quien haya escrito esto... Está muy enamorado de mi.. o enamorada -sonrió victoriosa y yo fruncí el ceño- es decir alguien que escribe una canción con tantos detalles sobre mi debe estar muy cerca, habla de cosas que se apegan a mi físico y personalidad.

Ahí me di cuenta de algo y me sonrojé un poco, pero preferí dejarlo pasar y le di otra de las cartas, está vez la roja.

— Esta está firmada por un tal.. ¿KTH? Ni idea quién puede ser -dijo para luego seguir, yo volteé.

Al terminar todas las cartas la volví a mirar y volví a hablar.

— ¿Alguna declaración?

— No, todas puro mierda de que soy bonita y tal, no necesito tanto, ya sé que soy divina.

— ¿Modestia? ¿Donde?

Narra YeWon.

Ahora sí, la festividad terminaba con el primer sonar de la campana y todo volvía a la normalidad, por fin podía librarme de todo aquello no normal en la escuela.
Estaba más tranquila y creo que el mal humor había disminuido. Me senté contra la pared y suspiré, el pasillo que no llevaba a ningún lado era uno de los lugares que solía frecuentar, volví a abrir la carta que se asemejaba a una canción para leerla una vez más, pero el problema fue que lo leí muchas veces.
¿Quién tiene tanto talento y lo desperdicia en alguien como yo? Detesto a todos, no soy social, pero claro soy muy linda, quizás no se resistió.

— ¡YeWon! -me alarmé al ver a YoonJi parada frente a mi- te estoy llamando y no me escuchas... En fin -me extendió una carta.

— ¿Para mí?

— No, yo ya.. -Se aclaró la garganta- me la dieron para mí, necesito que alejes esto de mi vista.

Leí la carta riéndome e hice voz chillona al leer.

— "YoonJi me gustaría verte sonreír un poco más, yo con gusto podría sacarte sonrisas, apuesto que al hacerlo el lugar brillará, ¿Por qué no vamos a algún sitio juntos?" -deje de hacer la extraña voz- firma.. no se entiende, bueno ¿Que hago yo con esta cosa?

— Quemala.

— ¿Tengo cara de piromana?

— De hecho si.. -me levantó de un tirón y me arrastró hacía algún pasillo con más gente- Pero bueno, has lo que quieras con ella.

— No puede ser..

Vi otra vez gente que no debía estar aquí, hasta había gente de otras escuelas, era algo extraño.
Entre la multitud vi una chica, una muy bonita por cierto -no más que yo, claro.. okey, eso es broma- ella se quedó mirandome a mi, solo a mi, parecía que no tenía expresión, dió un paso sin apartar su mirada y ahí fue cuando YoonJi me arrastró hacia algún salón.

— Tranquilidad.. ¿Esto debería seguir así?

— No, es extraño, es la primera vez que después de la primera campanada siga entrando gente, espero que al terminar el recreo todo acabe.

Al acabar el receso todo volvió realmente a la normalidad, la directora informó por medio de los parlantes a todas que ya todo terminó, así que estaba satisfecha con eso.
A la salida vi a Jin caminar hacía mi con una sonrisa.

— ¿No lo creerías si te digo que una chica de otra escuela me acaba de preguntar sobre ti?

— No, de hecho si te creo, esa chica me mira raro, hoy temprano hizo lo mismo.

— Se llama Hyerin, dice que vino con un amigo de la escuela de varones para acompañarlo a dejar una carta y bueno, le pareces conocida.

— Ni idea.

En serio que yo no sabía quien era, quizás no era buena con nombres, pero podría reconocer gente.. bueno quizás.
La chica llamada Hyerin se fue con un chico que no vi bien, ya que el autobús llegó y Jin, YoonJi y yo corrimos a él.

— ¿Recibiste cartas?

— Si, pero me da igual.

— Eres mala, podrías salir con alguno.

— No, Seokjin, ¿Para que quiero una mascota humana?

YoonJi comenzó a reír y Jin me miró mal, de su mochila sacó una pila de cartas.

— Muchas chicas se me declararon o solo dijeron que soy lindo, la verdad que son muy tiernas.. pero lamentablemente no me gusta la va-.. -le tapé la boca.

— Lugar público, idiota, hay niños.

— Creo que esta de aquí es de un chico, tiene perfume de hombre y la letra es un verdadero desastre, las chicas de tu escuela tienen una caligrafía muy bonita.

— Es que caligrafía es una materia en primer año y un extra en segundo, en fin ¿Qué dice?

— Básicamente que algún día le gustaría salir conmigo aun siendo bastante diferentes.. y eso.

Jin dio un suspiro de novela dramática, supongo que ese anónimo le hizo sentir algo.

— Lamento interrumpir su novela, pero adiós.

YoonJi bajo del autobús y la observé caminar por la ventana mientras el vehículo otra vez se ponía en marcha.
Llegué a mi casa la cual estaba más vacía que mi corazón, subí las escaleras hasta mi habitación y busqué entre mis cosas una guitarra, ya juraba haber olvidado como de tocaba pero en verdad no, una pasión nunca se olvida, tarareaba una canción mientras mis dedos paseaban por las cuerdas componiendo una melodía sin nombre, sin identidad, no era ninguna canción, solo estaba siendo libre, dejandome llevar.

— No sabía que podías tocar guitarra y mucho menos cantar, YeWon..







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Be my friend | Min Yoongi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora