Sixteen.

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Caminé unas calles, muy pocas por suerte. Entré a un edificio, me tocó subir escaleras. Aquel era un lugar antiguo, uno de esos edificios con escaleras del lado de afuera, las cuales se comunican con los otros apartamentos entre si, escaleras de emergencia. Miré el número de apartamento en el celular desde el chat de Yoonji, era el número 32, caminé visualizando cada puerta hasta que la encontré, con mi puño golpeé suavemente la puerta y después de unos segundos Yoonji apareció del otro lado abriéndola.

— Hola -dije y ella solo se apartó dejando que pasara- Traje información, por eso tarde un poco más, ¿Hay olor a perfume de chico?...

Había un aroma demasiado placentero, adoraba el perfume de hombre y era jodidamente genial, no era empalagoso, es decir, era dulce pero, no al extremo, simplemente perfecto.

— ¿Perfume de... -miró a su alrededor y miró una puerta, supongo que su habitación- ¿Hoseok? ¿Qué has hecho? ¡Te he dicho que te vayas!

Un tal Hoseok aparecío en la escena y me miró con una hermosa sonrisa que parecía formar un corazón, sus ojos destellaban alegría, tenía una chispa tan notable, que aquel chico seguramente sería alguien alegre, eufórico y muy hiperactivo, tan brillante como la sonrisa que llevaba puesta. 

— ¡Hola colegiala! ¡He vuelto para conocer a tu chica!

— ¿Tu chica? -miré a YoonJi, la cual estaba mirando a el chico con mucho odio.

— ¿Cuántas veces te dije que no me llames colegiala y que ella no es mi chica? Vete, Hoseok.

— No~ -Se acercó a mí y me abrazó fuerte, me asusté- Soy Hoseok, ¡puedes decirme Hobi! Aún que algunos me llaman JHope, porque soy una esperanza -me soltó- YeWon, ¿Verdad?

Empelagoso, pero tierno, muy tierno. Como respuesta solo asentí. Me quedé bastante tonta al ver que él me tomó de ambas mejillas, apretándolas muy feliz.

— Eres tan bonita, ¡te ves adorable!

— JA.. no me hagas reír, Hoseok -lo apartó tomándome de la muñeca y llevándome hasta la mesa- ella no es nada adorable, además no tenemos tiempo para tonterías y -volteó a verlo- Vete.

— Bien, dejaré a la colegiala celosa con su chica bonita y cuando terminen vendré a jugar videojuegos.

Con esos comentarios solo lograba enfurecer más a YoonJi a tal punto que casi lo tira por la ventana, así que por ahí se entraba aquel chico, por las escaleras de emergencia.
En fin, Yoonji cerró la ventana trabandola con el seguro y volvió, sentándose en la otra silla, justo frente a mí, a decir verdad no había más que dos sillas en la casa, pero bueno, eso no era lo más importante ahora, de hecho no sabía lo que era importante, ya que el perfume varonil aún me descolocaba de mis pensamientos.
Intenté prestar atención a YoonJi muchas veces, a la tarea pero no podía, seguía distrayendome y casi sin sentido de la realidad en la que me encontraba tapé mi nariz.

— ¿Te molesta el perfume?

— No, todo lo contrario, es una de las cosas que más me gustan, ¿Sabías que esa cosa podría hacer magia sobre una chica? Al menos conmigo funcionaria.

Se detuvo a pensar un momento y sonrió, cosa que no entendí, pero en realidad no entendía casi nada.
Finalmente pude concentrarme después de un tiempo, comenzamos la tarea y íbamos muy bien, pero mi estómago pidió algo para comer.

— Min, tengo hambre.

— Que bien -dijo concentrada y yo la miré mal- Vale, ¿Qué quieres comer? No, mejor traigo lo que yo quiera, porque yo soy la que se tiene que levantar.

Be my friend | Min Yoongi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora