One.

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Los largos pasillos de la preparatoria se veían plagados de adolescentes de género femenino, algunas idiotas, algunas zorras y otras que merecían la pena conocerlas o saber de su existencia. -era una lastima que de estas últimas había pocas- Una escuela donde solo mujeres se encontraban -al menos para mi- era una idea realmente aburrida, quizás haya algún que otro beneficio, pero aún no lo he encontrado.
En este lugar no soy más que un número, alguien entre muchas chicas con uniforme, solo era yo, una más del montón. Eso jamás me había molestado, vengo a esta misma escuela desde que empecé el jardín de niños y nunca me puse a pensar que debería sobresalir entre el resto, solo pienso en ser yo y ser feliz como soy.
Pero este maldito año me di cuenta que necesito a alguien -además de mi querida nana- para contarle mis secretos, ideas y charlar. He tenido amigas pero no se puede confiar mucho aquí, porque las chicas -la mayoría- son muy traicioneras solo por atención, y lo he comprobado. -Razón por la cual preferir a un amigo hombre- Siguiendo con mi problema de mostrar un poco más de mi y que alguien me note solo por tener una amiga en quien confiar, estoy pensandolo y quizás no sea buena idea, ¿Por qué? ¿Por qué está hermosa princesa del desastre y caos no hará una maldita amiga? Porque no sé como hacerlo, soy una torpe.

Oh, el relato se fue a la mismísima mierda.

Bien, volviendo al principio, estaba caminando por los pasillos detestando a todas a mi alrededor -como habitualmente hago- y noté que hablaban sobre una chica nueva, -Si, también escucho los chismes de las demás. Es divertido- abrí mi casillero esperando a la chismosa de Dahyun, era lo normal de todas las mañanas que ella viniera con las noticias que rondaban entre las chicas. Ella no me caía mal, era divertida y graciosa pero su problema era que no cerraba la puta boca y no se guardaba nada. Está definitivamente fuera de mi lista para próxima mejor amiga.
La chica que yo esperaba llegó tan rápido que casi tropieza con sus propios pies, llevaba sus libros entre los brazos, también sus típicos mechones naranjas y rosados de cabello.

— Noticias, noticias para YeWon -dijo la alegre Dahyun- Seguramente ya has escuchado de la nueva, pero nadie tiene más detalles que yo.

— Claro, ahora suéltalo, chismosilla.

— Bueno, la nueva se llama Min YoonJi, tiene 16, cumplirá 17 en un mes, es seria y como tú parece odiar al mundo.

— Bien, supongo que eso es bueno. Dime físicamente -cerré el casillero detrás de mi.

— Cabello negro y corto, ojos oscuros, cuerpo cuadrado, sin forma, plana y su rostro es bonito pero su mirada de odio es como el mismísimo Zalgo.

No me gasté en responder una vez más, solo asentí y fui hacia mi clase, tocaba inglés, la clase más fácil para mí.
Entré a la clase, las chicas seguían hablando y las miradas se dirigían a un solo lugar.. ¿Mi pupitre? ¿En serio? Tenía que sentarse ahí la nueva.
Me acerqué mirándola, sus labios tenían un toque rosado y se veía extremadamente pálida, ella también me miraba a mi y cómo había dicho Dahyun, YoonJi tenía una mirada cortante. Me paré frente a ella mientras todas esperaban algo gordo y divertido de cotillear para los recreos.

— Disculpa, ese es mi pupitre -Dije al llegar a su lado.

— Lo siento, ¿a caso tu flequillo no deja ver que yo ya me senté aquí?

— No voy a pelear, solo quiero mi lugar.

— Yo no quiero levantarme, ya vine hasta aquí.

— ¿Señoritas? Tengo que empezar la clase -la profesora ya había llegado- Min YoonJi, por favor muévete a el puesto de adelante, ese es tu lugar asignado.

Se levantó sin chistar, gracias amada profesora de inglés, otra vez. Ya me había ayudado con lo mismo unas cuantas veces más, los nuevos parecen adorar el último asiento junto a la ventana, pena que me pertenece ¿No?
La clase de inglés fue como siempre, se escuchaban los cotilleos en forma de susurros "La nueva parece travestí" "¿Crees que YeWon y ella se pelearán?" Idiotas pubertas. Sonreí cuando la profesora cayó el murmullo de todas ellas.

Un sonido de frustración se escuchó desde el pupitre delante de mí, YoonJi parecía no poder con la simple tarea de inglés.

— ¿Necesitas ayuda?

— No.

— Oh, vamos, no seas tonta, solo quiero ayudarte.

Suspiró y giró para poder mirarme, me entregó el libro de inglés.

— Ejercicio 2 y 3, no los entiendo. -hablo frustrada.

La ayudé y volvió a girar, esa era mi acción bondadosa del día. Me dio un "gracias" seco, pero igual en mi imaginación fue como si le hubiera salvado la vida. Eres tan genial YeWon te mereces un premio.
Fui a la cafetería después de clases elegí lo de siempre, una cajita de jugo de fresa que traje de mi casa junto a galletas que compré antes de venir, no pagaría por la comida de aquí, prefiero la mía, es más barata. Después de tener ese hermoso néctar con sabor a fresa entre mis manos y mi angelical paquete de galletas con chispas me dirigí hasta alguna mesa vacía, la del fondo, la alejada, la mesa que es mía porque yo lo digo. Siempre me encontraba sola aquí, no porque me cueste socializar, es porque no quiero y me vale, no he conocido a ninguna chica que sea decente, quizás al principio parecía pero al final me doy cuenta que era una mentira más grande que el grano que tiene la chica de primer año, esa rubia mal teñida que está pasando en este mismo momento. No es que me niegue a hacer amigas porque soy una dramática adolescente que piensa que todo el mundo es porquería o que nadie me quiere por ser "diferente a los demás", solo no quiero y fin.
Sorbía mi jugo feliz, sin prisa y con la mayor tranquilidad de la vida, no me importaba nada, pero algo hizo que me sorprenda tanto que casi escupí mi preciado jugo.

— Hey -Saludo la pelinegra, se sentó dando vuelta la silla, como todo un macho.

— Min, no es por nada, siquiera soy la más educada, pero, no creo que quieras que las profesoras te den una clase para ser "señorita" el primer día que vienes a la escuela, no te lo aconsejo -Se dio cuenta y se sentó como toda una dama, hasta hizo su cabello hacía atrás como si fuera la diva de este lugar.

— ¿Ya?

— Sin palabras.

No hablamos mucho, ella a penas me soltaba alguna palabra, estuvo todo el receso viéndome beber jugo y luego comer galletas, parecía querer reírse de mi ¿QUE LE PERECE GRACIOSO? No soy tan infantil. No comió nada, solo se sentó a respirar, cosa que yo también normalmente hacía, vivir y respirar, pues claro que los humanos no podemos vivir sin respirar y si no respiramos no vivimos ¿No que soy genial? De un momento al otro pareció importante más su celular y a mi la ventana.

— Oye.. -no pudo seguir ya que no sabía mi nombre- eh.. tú ¿Tienes matemática ahora?

— Si, por cierto, me llamo Shin YeWon, ¡a que mi nombre es divino!

— Uy si -su sarcasmo me hizo pensar en alguien muy familiar, claro que en mí misma.

El receso terminó, eso hizo que me levantara y tomara mis cosas, pensé que YoonJi me seguiría, ya que antes había preguntado si iba a matemática, suponía que ella igual.
Caminaba por los pasillos, los casilleros me parecían más interesantes que las chicas que habían ahí. La música que me envolvía en una historia salía de mis blancos auriculares, cada canción que escuchaba era un ambiente diferente, al escuchar una triste canción de inmediato todo parecía ponerse gris, como si cada persona estuviera mal, como si la canción fuera transmitida a los sentimientos de las demás.
Terminé con mi paso lento y tranquilo por los pasillos, llegué a la puerta de mi clase, ¿Por qué lo tomé con tanta calma? La profesora siempre tarda en llegar.
Vi a YoonJi sentarse en el mismo asiento, delante del mio, por alguna razón, sonreí. Me senté sin dejar de mirarla, ella lo notó así que me miró con su inexpresivos ojos oscuros.

— Sé que soy bonita, no es necesario que mires tanto.

Volvió a voltear y yo reí, muchas me miraron ya que yo casi nunca reía en clase, me senté para admirar la mesa con muchos pensamientos en la cabeza, tenía tantos que me perdí.

— ¿Señorita Shin YeWon? ¿Me escucha?

...

Be my friend | Min Yoongi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora